¿La cura para todo mal? El uso médico de la inteligencia artificial
¿Puede la inteligencia artificial ayudar a la ciencia a liberarnos de las enfermedades? Una idea que a primera vista parece insólita, y que seguramente hará reir a los escépticos de la tecnología moderna. Los científicos, por otra parte, reconocen su potencial y ya se están desarrollando diversas soluciones.
¿Altruista? Tal vez. ¿Útil? Sin duda alguna.
A veces, nuestro mundo tecnófilo es llevado hasta el extremo: muchos fanáticos defienden las marcas que adoran con uñas y dientes, hasta un punto que algunos sociólogos encuentran preocupante. Tal es el poder del márketing, no es nuevo (como lo demuestra este artículo de 1994) ni sorprendente: las generaciones actuales han nacido y viven bajo la influencia de la mercadotecnia sin siquiera darse cuenta.
Es un tema preocupante y los tecnoescépticos tienden a volver a proponer los mismos argumentos: "las empresas de tecnología no están interesadas en nada más que en sí mismas", "no quieren ayudar a los usuarios, como afirman, solo quieren alienarlos para mantenerlos en sus redes". Sin embargo, dichos argumentos, que por lo general están fundados, deben verse desde una nueva perspectiva. Muchas empresas tecnológicas de renombre abren nuevos horizontes científicos y, aunque su interés por la medicina no es altruista, sigue siendo real y puede marcar una diferencia.
Una evolución en la que la medicina encuentra su lugar
La inteligencia artificial es un tipo de tecnología, por lo que no es de extrañar que los gigantes de la alta tecnología investiguen el tema. Amazon ha lanzado la División 1492, un departamento que se ocupa de la salud en el trabajo (y no solo) a través del aprendizaje automático. El origen del nombre del nuevo departamente está bastante claro: Amazon considera el campo de la salud digital como un nuevo continente por descubrir, como lo hizo Cristóbal Colón en 1492. Ya hemos hablado de los nuevos proyectos de Google Alphabet relacionados con la salud digital. Y Facebook, que no carece de ambición, quiere erradicar todas las enfermedades para el año 2100. Microsoft tampoco está perdiendo el tiempo: tiene la intención de vencer al cáncer antes de 2026.
Más allá de las ambiciones (probablemente optimistas) de estas empresas, es interesante intentar comprender cómo la inteligencia artificial puede revolucionar la medicina.
La IA ha evolucionado enormemente en los últimos años. Recordemos 1997 cuando el astrofísico Piet Hut dijo que una máquina tardaría cien años en derrotar a un humano en el juego de Go. En 2017, el programa AlphaGo creado por DeepMind (una división de Google) logró vencer al campeón mundial de Go.
La evolución de la inteligencia artificial va mucho más allá de un simple juego. Ahora, la enorme base de datos necesaria para anticipar posibles situaciones puede alimentarse a través del aprendizaje automático. Cuantos más datos tenga la inteligencia artificial, más eficaz será. Al igual que un ser humano, las habilidades de razonamiento de la IA también dependen de sus conocimientos, con la diferencia de que las máquinas son mucho más rápidas para aprender y recordar.
¿Cuáles son las aplicaciones de la IA?
La velocidad de análisis y la precisión que una máquina puede tener cuando tiene acceso a una gran cantidad de datos la convierten en una fortaleza crucial para la medicina. Sin embargo, la máquina no está pensada para sustituir el diagnóstico del médico, sino para completarlo.
Laurent Schlosser, Director de la División del Sector Público de Microsoft, explicó que "el 98% de la salud hoy en día se basa en la atención. La inteligencia artificial nos permitirá pasar a una medicina más preventiva". Lo que significa es que la fuerza de la IA reside más en la detección temprana de los problemas que en su tratamiento.
El campo de aplicación preferido es, sin duda, el cáncer, una verdadera plaga moderna. La capacidad de comprensión y evaluación de la IA permite tomar decisiones que, combinadas con los conocimientos médicos, permiten detectar las enfermedades en una fase temprana y menos peligrosa. Por lo tanto, la oncología es el campo privilegiado de la IA médica, en el que el diagnóstico preventivo desempeña un papel importante. El ejemplo más obvio es un caso en China, donde la IA ha sido capaz de detectar tumores mejor que un equipo de 15 médicos, y en la mitad de tiempo. También podemos mencionar el análisis de retina de Google que, con un simple escaneo del ojo, proporciona una gran cantidad de información sobre el estado de salud del paciente y pretende anticipar posibles accidentes cerebrovasculares.
DeepMind, que creó la formidable IA para el juego Go, tiene un objetivo muy noble: utilizar la IA para reducir el número de muertes en los hospitales limitando los errores humanos de los médicos. Al acceder a los datos del paciente, la IA podría determinar si el paciente tendrá o no un problema analizando todos los datos acumulados (última operación, historia clínica, edad, etc.).
El 98% de la salud actual se basa en la atención. La inteligencia artificial permitirá pasar a una medicina más preventiva
Muchas otras empresas, gigantescas y no tanto, están estudiando el tema. Ya hay varias soluciones disponibles, generalmente a un nivel menos especializado que el que vimos anteriormente. Podemos citar a Babylon Health, una aplicación de consultas online. Esta empresa con sede en Londres está trabajando intensamente en una inteligencia artificial capaz de proporcionar diagnósticos y, una vez superada la fase de prueba, convertirse en una alternativa al 111 del Servicio Nacional de Salud (el número de teléfono dedicado a las emergencias médicas en Inglaterra). Su tasa de éxito es del 92%, más eficiente que la de los médicos (82%) y la de los enfermeros (77%).
La supervisión es obligatoria
Como siempre con la tecnología, volvemos a la misma pregunta: ¿nos sustituirán las máquinas? Es una posibilidad, pero no en un futuro próximo. Las tecnologías médicas asociadas a la inteligencia artificial tienen como objetivo comprender problemas, detectar anomalías y, posiblemente, analizar soluciones. Es un diagnóstico complementario que pretende ver lo que la medicina no puede ver por sí sola. El futuro nos mostrará la evolución de este campo.
Pero existe otro problema que es más alarmante: las empresas digitales están tomando el control de un nuevo mercado. ¿Veremos alguna vez hospitales de Google? ¿Clínicas de Facebook? ¿A los pacientes se les asignará automáticamente un perfil publicitario?
¿Qué os parece el uso de la inteligencia artifical en el campo de la medicina? Escribidnos vuestra opinión en los comentarios.
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