Expertos advierten contra el AirTag en las bicicletas: ésta es la razón


Mientras que en Alemania se roban unas 400 bicicletas al día, en España no hay cifras tan concretas. Sin embargo, el robo de bicicletas también es un tema relevante en España. Y si uno quiere volver a encontrar su bicicleta robada, suele confiar en un rastreador como el AirTag. Pero los expertos advierten ahora de consecuencias indeseables.
Cuando se trata de encontrar objetos perdidos como llaves, carteras o maletas, muchas personas recurren hoy en día a los llamados rastreadores. El más popular entre ellos es probablemente el AirTag de Apple. Sin embargo, también existen alternativas más económicas que funcionan de la misma manera. Además, los usuarios de teléfonos Android también tienen ahora la posibilidad de localizar objetos con rastreadores, incluso si estos no están dentro del alcance del Bluetooth. Y todo esto sin conexión a Internet ni tarjeta SIM.
Bicicleta robada: sistemas costosos con ventaja
Quien fija un AirTag en su bicicleta y, en caso de robo, intenta seguirla, no podrá rastrearla en tiempo real, sino que recibirá una ubicación aproximada cada pocos minutos. Solo cuando la bicicleta se detiene, se puede localizar. La razón: el AirTag no tiene módulo GPS ni conexión a Internet. Por lo tanto, no puede transmitir coordenadas continuamente. A los rastreadores de Apple les falta precisión. Esto es algo que la segunda generación del AirTag quiere mejorar. Aun así, los expertos advierten ahora sobre el uso de este tipo de rastreadores en bicicletas.
El Touring Club de Suiza (TCS), el mayor club de movilidad del país, realizó una prueba exhaustiva para evaluar qué tan bien se pueden rastrear en vivo estos dispositivos. Para ello, se escondieron rastreadores en cinco lugares: en el sótano de una casa, en un bosque, en una estación de servicio de autopista, en un aparcamiento subterráneo y en el estacionamiento de una zona industrial. Los sistemas de rastreo por GPS, que determinan la ubicación de la bicicleta vía satélite, fueron los ganadores de la prueba. Sin embargo, son comparativamente caros: cuestan entre 140 y 200 euros, y hay que sumar unos 40 euros al año por la transmisión de datos. Un AirTag es considerablemente más barato, ya que cuesta unos 30 euros. No obstante, según los expertos, no ofrece un buen rendimiento cuando se utiliza en bicicletas.
El inconveniente del AirTag
Rastreadores como el AirTag transmiten la ubicación a través de Bluetooth a los teléfonos inteligentes cercanos. Estos, a su vez, reenvían la señal mediante una cadena de comunicación. Sin embargo, en las pruebas quedó claro que estos sistemas solo funcionan en lugares donde hay personas. El rastreo en tiempo real no es posible, ya que los AirTags y similares solo emiten una señal cada pocos minutos. Además, los rastreadores de Apple y Samsung no cuentan con una alarma que avise cuando la bicicleta se ha puesto en movimiento.
Otro aspecto problemático del AirTag, según los expertos, es una función de seguridad que puede volverse en contra del usuario. Para proteger contra el rastreo no deseado o el acoso, los iPhones envían una alerta cuando detectan un AirTag desconocido en las cercanías durante un período prolongado. Los ladrones de bicicletas podrían así notar el rastreador oculto y simplemente quitarlo, advierten los expertos del Touring Club Suizo. A pesar de todo, el TCS otorgó la calificación de "Recomendado". Mejor tener un rastreador en la bicicleta que no tener ninguno.
¿Buscar la bicicleta por cuenta propia? No es una buena idea
Pero conocer la ubicación de la bicicleta no siempre ayuda, según la policía. “Si la bicicleta robada está, por ejemplo, en el sótano o en un patio interior con acceso restringido de una comunidad de vecinos, incluso la policía no puede actuar sin una orden judicial de registro”. Y uno mismo, por supuesto, no debe ingresar en patios o sótanos ajenos para recuperar su bicicleta. Eso sería hacer justicia por tu cuenta, y en tal caso es punible por la ley.