Análisis Oculus Go: un Gear VR 2.0
Hace algún tiempo desde que escuchamos por primera vez sobre el Oculus Go, el casco de realidad virtual que se presenta a medio camino entre el Gear VR y el Rift. ¿De qué es realmente capaz? ¿Ofrece una experiencia tan interesante como promete? Hemos podido pasar unos días con las gafas VR puestas para responderte estas y otras preguntas.
¿Para quién es este casco?
Mark Zuckerberg ha explicado recientemente el lugar que ocupa la realidad virtual en su concepción de la tecnología: él considera que cada 10-15 años se produce un acontecimiento tecnológico importante. DOS, interfaces de usuario, navegadores web, smartphones, aplicaciones... En otras palabras, es un mercado que crecerá y se convertirá en un gigante. Para el jefe de Facebook es importante "desarrollar muchos músculos diferentes para resultar competitivo" y decidió optar por el hardware, a diferencia de otras actividades del Facebook.
Estas gafas de realidad virtual no están realmente dirigidas a profesionales o aficionados a la VR que, sin duda, preferirán soluciones más potentes (pero también más caras) como el HTC Vive. Las Oculus Go están disponibles desde hoy mismo en la página web de la marca oculus.com y en verano llegará a las tiendas con un precio de salida de 219 euros (modelo de 32 GB) o 269 euros (64 GB).
A primera vista estas gafas de VR están dirigidas a los usuarios de Gear VR no solo porque están familirarizados con la tienda Oculus (volveremos sobre esto más adelante), sino también porque el Oculus Go es independiente: no necesitas un smartphone para usarlo, a diferencia de las gafas de Samsung. Esta autonomía (lo que se conoce como stand-alone en inglés) también hace que sea interesante para los usuarios interesados en VR que no tienen smartphones potentes. De todas maneras, os recomendamos que os hagáis algunas preguntas antes de comprar unas gafas VR.
¿Una colaboración exitosa para un dispositivo de éxito?
Si has estado atento al CES 2018 sabrás que Facebook había anunciado su cooperación con Xiaomi para la producción de estas gafas de realidad virtual. Esta asociación se explica muy fácilmente: las Oculus Go no solo se comerciarán en occidente, también se venderán en China bajo el nombre Xiaomi Mi VR. Una alianza. Dos mercados. Todos felices.
La única diferencia entre los dos modelos parece ser el color: blanco para Mi y gris para Go.
Las gafas tienen unas dimensiones de 190 mm x 105 mm x 115 mm, bastante similares a las del Gear VR. El peso es de 467 gramos. En general su diseño no es particularmente innnovador, pero ¿cómo innovar de verdad?. Dos lentes, una pantalla (que sustituye al teléfono), una goma elástica fijada en tres ejes y mucha cantidad de plástico. El aspecto general es bueno. El material de la parte delantera (detrás de la pantalla) es más frío y parece ser de metal, aunque igual es plástico optimizado.
El botón de encendido está arriba justo en el medio y a la izquierda encontramos los botones del volumen. En general, no tendrás que usarlos muy a menudo ya que habrás configurado el sonido al principio, pero si te molesta el altavoz incorporado puedes conectar los altavoces a las gafas gracias al mini-jack del lateral. Junto a este encontramos también el cable de carga (usb 2.0 desafortunadamente). Una luz LED te permite saber en todo momento el estado de los auriculares gracias a un código de color: batería cargada, casi vacía, pantalla encendida, conectada a una aplicación complementaria...
Puedes ajustar el elástico de las gafas VR para que el dispositivo se coloque exactamente como más cómodo sea para ti. Es bastante cómodo (al menos a corto plazo), aunque pasa algo de luz por el espacio reservado para la nariz, algo que no interfiere en el uso pero puede resultar bastante molesto a los usuarios más exigentes.
Por supuesto, también vienen con un controlador (el joystick, en la jerga VR) que contiene dos botones en la parte delantera, de fácil acceso con el pulgar, y un gatillo que se usa con el dedo índice. Este controlador usa una pila estándar (incluida).
Una pantalla que promete
La pantalla es LCD y tiene una resolución QHD (1440 x 2560 píxeles), que permite obtener 538 dpi. El común de los mortales estaría satisfecho con una definición Full-HD, pero en el campo de la realidad virtual (VR) es esencial para tener una alta definición por lo que el QHD es la mejor alternativa porque el 4K, además de ser costoso, consume rápidamente la batería, algo que rápidamente se convierte en un problema. La frecuencia de actualización es de 60 Hz a 72 Hz, dependiendo del uso, ya que los desarrolladores pueden elegir la frecuencia para su aplicación.
Todo esto, obviamente, afecta a la batería que, según el fabricante, permite mantener un poco más de 2 horas en la sesión de juego y 2 horas y media en la visualización de contenido multimedia. Como se explicó anteriormente, la carga se realiza con un cable (suministrado) B y dura aproximadamente 3 horas, así que en realidad pasas más tiempo cargando el dispositivo que jugando con él, aunque ya se sabe que uso de las gafas de realidad virtual por lo general es solo unas pocas decenas de minutos. El controlador, funciona con una batería de 1AA (también viene incluído en la caja).
Una gran experiencia pero no perfecta
Una vez tienes las gafas Oculus Go puestas solo tienes que dejarte guiar por un tutorial bastante simple e intuititivo, a través del que configuras el dispositivo en Wi-Fi. Elige tu avatar y personalízalo (las opciones son limitadas pero divertidas), después elige un entorno para tu hogar virtual. Hay para todos los gustos. Personalmente opté por los cañones de los Estados Unidos porque me encantan.
Después ya puedes ir a la tienda para buscar aplicaciones / juegos o abrirlos en la biblioteca si aún no tienes uno. Los juegos se instalan muy fácilmente, solo tienes que descargarlos (solo con un clic en el botón con el controlador, el resto es automático). Más fácil imposible. Las aplicaciones son muy sencillas de iniciar y, en general, bastante rápidas, pero la instalación a veces puede ser un poco larga. Todos están optimizados para ser intuitivos y, visualmente, los que probé tuvieron éxito en todos los sentidos. Volveremos con más detalles sobre la calidad de los juegos / aplicaciones en nuestra prueba final, pero es importante destacar algunos puntos.
El casco VR está adaptado para personas que usan gafas, pero aunque el uso es posible si llevas es mejor que las gafas no sean demasiado grandes, ya que de lo contrario la experiencia no es muy agradable. El casco carece de un poco de claridad, los extremos causan una ligera deformación, lo que resulta un poco incómoda cuando se mira fuera del centro. En la práctica, después de media hora tuve que parar porque comencé a sentir náuseas, un problema común en la realidad virtual (es un problema que no había conocido en el HTC Vive pero estas son unas gafas VR de un nivel completamente diferente).
El catálogo de Oculus está muy bien provisto ya que hay aplicaciones de todo tipo, desde juegos de acción hasta Netflix, pasando por juegos para jóvenes y mayores. Sin duda, esta es una gran fortaleza del dispositivo, o más bien del servicio, ya que es probable que todos encuentren aplicaciones que lo satisfagan.
Primer veredicto
Las gafas VR Oculus Go representan una buena evolución de la realidad virtual, tal y como la conocemos en los smartphones. Su mayor atractivo es, sin duda, su precio. Y es que por 219 euros es posible tener una mejor experiencia que con Gear VR y sin tener que usar el smartphone para jugar (aunque uno es necesario para la configuración). El catálogo de juegos parece ser muy variado y además son divertidos y de calidad. Todavía tenemos que probar el Oculus Go un poco más de tiempo para poder tener un veredicto final sobre estas gafas de realidad virtual.
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