¿Un mes con un iPhone X? No me lo creo ni yo

Curiosidad

Sí, tengo un iPhone X. Soy culpable y lo sabes desde hace un tiempo si sigues un poco mis artículos. Las razones que me llevaron a comprar la última joya de la casa de Apple no son muchas y las puedo resumir en una palabra: curiosidad.

iPhone X es el primer smartphone de la casa de Cupertino que realmente me intrigó después de muchos años de dudosos productos de innovación. Esta vez, Apple se ha atrevido a lanzar un nuevo producto y a estar a la altura de los tiempos (no como cuando se "atrevió" a quitar el conector de auriculares) y esto solo puede complacer a entusiastas de la tecnología como yo.

A pesar de haber sido siempre un usuario de Android satisfecho y convencido, decidí hacer este (costoso) salto hacia el futuro. Porque se trata de: un salto hacia el futuro del hardware para smartphones, ya que por primera vez en mucho tiempo, Apple ha pensado en el futuro y ha dejado su zona de confort. Muchos otros productores han seguido (o seguirán) el mismo camino.

Estupor

La primera impresión que tuve al adentrarme en este mundo desconocido fue finalmente excelente, algo que nunca me había pasado con ningún otro iPhone que haya caído en mis manos anteriormente. Incluso antes de encender el iPhone X inmediatamente sientes que tienes algo realmente bueno y que puede competir con las joyas actuales de Android. El tamaño del smartphone es perfecto para mis manos y la construcción es impecable.

Pantalla

Cuando encendí la pantalla, me sorprendió de nuevo: Apple finalmente se ha decidido por un panel OLED y, como sucede siempre con la adopción de nuevas tecnologías, el paso se ha dado tarde, pero con estilo. El panel utilizado es producido por Samsung y esto dice mucho sobre la calidad. Además, Apple tiene una larga historia detrás de pantallas impecablemente calibradas y este OLED no es una excepción.

En cuanto al borde superior de la pantalla (la llamada muesca), pensé que me molestaría un poco más. Después de un par de días de uso, esta muesca desapareció de mis ojos y comencé a mirar la pantalla de una forma diferente. Para mí no es una pantalla a la que se haya eliminado una pieza para dejar espacio a los sensores FaceID y la cámara frontal, sino que es un panel que se extiende para abarcar este hardware. En resumen, veo esos dos cuernos de la pantalla como una adición al rectángulo clásico al que estamos acostumbrados. Cuestión de puntos de vista, según algunos soy demasiado optimista y estoy tratando de justificar una elección cuestionable. 

FaceID

Una de las características más interesantes y que no podía esperar a probar es FaceID. La configuración es realmente rápida. Los sensores del iPhone X te disparan miles de rayos infrarrojos y gracias a ellos el teléfono crea un modelo 3D de tu rostro que se utilizará para el reconocimiento facial durante cada operación de desbloqueo. No es tan rápido como los lectores ultrarrápidos de huellas digitales Huawei y no es tan confiable.

Sin embargo, me sorprendió cómo es capaz de reconocer y desbloquear el smartphone, incluso en situaciones complejas, como cuando llevo una gorra y una bufanda o completamente en la oscuridad. No hay retrasos en el procedimiento, nunca. Si el iPhone X puede reconocerte, lo hará dentro del tiempo establecido, de lo contrario, fallará y tendrás que ingresar el PIN. No se contempla un segundo intento a menos que bloquees y desbloquees el dispositivo nuevamente. Los momentos en los que falló en mi prueba todavía se pueden reducir a un pequeño porcentaje y han sucedido en situaciones donde los ojos o la nariz estaban cubiertos por algún motivo.

También es interesante el hecho de que el iPhone X no solo reconoce el rostro del usuario sino que tras ese reconocimiento se espera una actividad, si no sucede, se vuelve a bloquear. En pocas palabras, deberás realizar alguna acción con tu teléfono para que el desbloqueo sea eficaz, así los presuntos ladrones no podrán desbloquear tu smartphone mientras duermes apuntando hacia ti. 

Frustración

La curiosidad y el asombro son sensaciones que nos acompañan durante un par de semanas después de comprar un nuevo smartphone. Pasado ese tiempo, chocamos con la vida real, esto es, el uso en las operaciones cotidianas y empezamos a notar los problemas. El iPhone X tiene el mismo defecto que el resto de iPhones con iOS.

Hay pequeñas cosas que arruinan constantemente la experiencia general, haciendo que el uso de uno de los dispositivos más bellos del mercado sea una agonía. Día tras día. Esto es lo que siento como un usuario Android acostumbrado a algunas pequeñas comodidades que no deberían faltar en un iPhone.

Ajustes

La configuración es un desastre. El hecho de que Apple aún no haya podido reorganizar la configuración para hacerla más fácila de alcanzar es decepcionante. Las configuraciones principales están agrupadas con una lógica que todavía no está clara para mí, algunas configuraciones (como el control de iCloud) se alcanza de diferentes maneras y la larga lista de aplicaciones que sigue a la configuración principal es simplemente caótica.

También es molesto el hecho de que las configuraciones de algunas aplicaciones del sistema no sean accesibles directamente desde la propia aplicación. Si estoy en la cámara y decido bajar la resolución de los vídeos para ahorrar espacio, ¿por qué debería volver a la casa, abrir la configuración, buscar la cámara y finalmente cambiar la voz y luego volver a la aplicación? Es simplemente un procedimiento estúpido.

Área de notificación y más

El centro de notificaciones es un completo desastre, Apple debe decidir rediseñarlo desde cero. Las notificaciones de aplicaciones no se agrupan, por lo que si Instagram te envía 50 notificaciones, en iOS encontrarás 50 líneas diferentes en la barra de notificación. Las notificaciones que no se leen están marcados como "viejas" y se ocultan de la pantalla de bloqueo y se ponen en una lista diferente. No hay un botón para eliminar todas las notificaciones, solo podemos eliminar las notificaciones "antiguas" de forma masiva. Frustrante.

Desde dentro del sistema de correo no puede ser utilizado Gmail, por lo que tendremos que instalar la aplicación. La página de inicio no entiende los huecos entre los iconos, la barra inferior sólo puede contener 4 carpetas / iconos, información sobre el porcentaje de la batería o Bluetooth se ocultan en el centro de control a causa de la muesca y podría seguir con la lista infinita. No son problemas de rendimiento, sino pequeñas manchas que arruinan continuamente la experiencia.

Conclusión

Si has llegado aquí, seguramente te estarás preguntando cómo me las arreglé para encontrarme a gusto con el iPhone X, al ver todos los errores que acabo de enumerar. El hecho es que no tengo idea.

Tal vez sea la experiencia con aplicaciones que siempre son fluidas y reactivas. Incluso las aplicaciones de Google son mucho mejores en iOS que en Android. O tal vez el factor de estilo del dispositivo con su pequeño tamaño en comparación con otros smartphones. ¿El sistema de navegación por gestos? ¿FaceID? Puede ser.

Por lo general, mis aventuras en el mundo de iOS con el iPhone no duran más que unas pocas semanas porque encuentro alternativas válidas en Android que me ayudan a llevar a cabo mis tareas de una mejor manera.

Sin embargo, el iPhone X tiene un no sé qué encantador y agradable. En tu bolsillo prácticamente desaparece en comparación con los últimos smartphones voluminosos que he usado últimamente. El uso por gestos es muy agradable tanto que parece extraño usar las teclas de navegación cuando vuelvo a Android. La pantalla es suficientemente resuelta (a diferencia de los otros iPhones) y es OLED, esto por una vez no me hace arrepentirme de la competencia. También con el tipo de uso que suelo tener, el iPhone X casi duplica mi Pixel 2 XL en términos de duración de la batería media en tiempo de uso.

La prueba final tendrá lugar en el MWC de Barcelona, hasta entonces no puedo decir si el iPhone X podrá satisfacer mis necesidades durante el show catalán. Si no me defrauda, no me resultará difícil decir por primera vez que Apple ha logrado crear un smartphone que representa una verdadera alternativa a Android para el usuario más exigente y ávido como yo.

¿Y si Android me aburriera y no hubiera iPhone para convencerme? Esa es otra historia...