Samsung Galaxy S9: día 2

Bixby me está conquistando poco a poco

Nada más sacar de la caja al S9 y configurar por primera vez el dispositivo debes elegir el idioma. En ese mismo momento pensé en Bixby. Solo habla tres idiomas por el momento: inglés, coreano y chino. En los dos últimos no soy capaz ni de decir 'hola' pero en inglés con acento andaluz algo más puedo chapurrear. Así que, para poder sacarle todo el partido al S9 con su Bixby, no había otra alternativa que usar inglés y no mi idioma materno.

Para la configuración inicial de Bixby tienes que decir algunas frases más que con Google Assistant, quien por cierto también convive en el teléfono. Una vez todo listo me he adentrado bastante en las configuraciones de Bixby y tiene un poder que otros asistentes no tienen y que ha hecho que lo esté usando cada dos por tres. En Bixby puedes automatizar acciones con frases o palabras. Por ejemplo, puedes decir 'Hey Bixby, perro' o más bien 'Hey Bixby, dog' y que la cámara empiece a grabar vídeo automáticamente. Hay muchas opciones entre ajustes y acciones entre las que elegir.

Esto no es nada nuevo pero no había tenido la oportunidad de sacarle tanto partido y me está gustando mucho. He notado que Bixby se pone un poco celosa y no me contesta a veces cuando uso a la vez Google Assistant, pero tengo que indagar más en este problema antes de sacar una conclusión. Por otro lado, tengo ganas de ver cómo funcionarán las nuevas aplicaciones de Bixby 2.0; no puedo esperar a contar calorías con la cámara. 

El desbloqueo facial no es de lo mejor pero me gusta su versatilidad

El desbloqueo facial del S8 fue criticado por su velocidad. En el S9 se combinan el escáner de iris con el reconocimiento facial para mejorar el desbloqueo y los resultados son mejores con respecto a su predecesor. Puede que no alcance otras tecnologías como la de Honor o Apple pero veo algunos avances.

Para empezar, se puede desbloquear el dispositivo desde diferentes ángulos: con el teléfono a un lado y casi mirando de reojo, con el teléfono apoyado en la mesa o tumbado en la cama. Y para terminar también funciona más o menos bien en la oscuridad. La ventaja no es que sea más rápido pero al menos es más versátil. 

Si lo que necesitas es velocidad en el desbloqueo, lo mejor sigue siendo el sensor de huella dactilar en la parte de atrás y esta vez está en la posición correcta.

Efectos bokeh sin cámara doble, ¡sí se puede!

El efecto bokeh se hizo viral en los smartphones junto a las cámaras duales. Pero no necesitas una doble cámara para tener el fondo desenfocado en tus fotos. El mejor ejemplo de esto es el Pixel 2, y ahora también el Galaxy S9. Al fin y al cabo el efecto se ejecuta mediante software, aunque con dos objetivos sea más fácil de aplicar.

Con el S9 tanto selfies como retratos con el fondo desenfocado son bastante buenos. En los primeros planos sigue teniendo las limitaciones de algunos malos efectos en los bordes pero en general los resultados son muy satisfactorios.

Menús para perderse en las opciones

Hay una cosa que odio de Samsung: Touchwiz. Samsung reformó su personalización bajo el nuevo Grace UX y Samsung Experience en los últimos buques insignia pero todavía quedan reductos de lo que fue. En el S9 también encontramos esos menús reordenados, que para un forofo de Android puro como yo a veces se hacen algo enrevesados. Hay un par de caminos para llegar al mismo sitio y un sin fin de opciones para configurar.

Hay momentos en los que agradezco poder disponer de tantas opciones pero cuando quiero algo rápido me fastidia no encontrarlo a la primera. También pienso en los usuarios menos experimentados a los que más de la mitad de las opciones le puede sonar a chino y no digamos a gente que viene de un sistema mucho más sencillo como iOS. Supongo que es la dicotomía de siempre: o simple, o mucha personalización.

Todavía quedan muchas cosas que descubrir y probar. Así son las citas. Mañana más. ¿Y mejor?