Inteligencia Artificial: el CEO de Google confía en su uso
Hemos observado la Inteligencia Artificial desde muchos ángulos y si bien es cierto que cada vez se presta más atención a las cuestiones políticas y a las aplicaciones prácticas de esta tecnología, a veces se olvida un elemento importante: la forma en que los creadores de IA ven su futuro.
Las cosas se están calentando y los escenarios de desastre se están multiplicando, algunos incluso ya ven a la IA como un monstruo moderno de Frankenstein que eventualmente puede volverse en contra de sus creadores. Debemos tener en cuenta que las empresas que trabajan en esta tecnología son muy conscientes de los peligros y los problemas y están tratando de tranquilizarnos.
Sundar Pichai, el pez gordo de Google, eligió hablar en el periódico del Washington Post. Aquí, los más escépticos encontrarán divertido que los intereses y acciones de los gigantes de la tecnología se defiendan en un periódico propiedad de Jeff Bezos (también jefe de Amazon) que, como gigante de la tecnología, está muy bien situado. En cualquier caso, reconoció que el miedo a la inteligencia artificial es "bastante legítimo".
De todos modos, Sundar Pichai explicó su visión: la IA no puede ser construida, averiada y luego reparada. Él cree que así no es como la IA puede funcionar, lo que va un poco en contra de la mentalidad empresarial americana, donde la idea dominante es más bien empezar y aceptar el fracaso para volver al buen camino. Aquí, el fracaso no es una opción, hay que hacer las cosas bien desde el principio. Es alentador, cuanto más fuertes sean los cimientos, menos probable es que el edificio se derrumbe. El Sr. Pichai también dijo que los gigantes de la Inteligencia Artificial serán capaces de regularse a sí mismos, una frase bastante polifacética cuya veracidad aún no ha sido probada.
Sundar Pichai también revisó el desarrollo de los principios que determinan el campo de la investigación y desarrollo de la IA. El hecho de que estos principios, publicados el pasado mes de junio, se hicieran públicos justo después del anuncio de la colaboración con el Departamento de Defensa de los EE.UU. no es ciertamente una coincidencia, Google necesitaba restaurar su imagen como pacifista.
En cualquier caso, la dimensión ética del uso de la Inteligencia Artificial es a la vez una fortaleza -en el plano moral- y una debilidad en el plano de la competencia. En China, las empresas de tecnología trabajan directamente con el Estado, lo que les otorga una ventaja considerable en materia de armamento.
En resumen, tenemos un discurso digno de la famosísima película francesa La Haine o El Odio, en español: "Hasta ahora, todo está bien, pero lo importante no es la caída, sino el aterrizaje".
Fuente: Washington Post