Así es el coche de Google según Mercedes Benz
Más que nunca, el vehículo autónomo atrae todos los focos en el Salón del Automóvil de Frankfurt. Prueba de ello es el nuevo coche experimental presentado por el grupo Daimler-Mercedes llamado Smart Vision EQ ForTwo, un coche urbano completamente eléctrico y autónomo, destinado al car sharing, o vehículo compartido.
No, no es el Firefly (el primer Google Car), aunque la semejanza entre el modelo de la firma de Mountain View y la de Smart sea patente. Este Smart Vision EQ ForTwo representa la visión que tiene Smart sobre movilidad urbana para el futuro. El fabricante alemán ha impulsado así su idea vanguardista de movilidad. Autónomo, eléctrico y compartido, estos son los adjetivos que podrían definir los desplazamientos urbanos en el futuro.
Este pequeño vehículo biplaza está totalmente desprovisto de volante y pedales. En su interior, un gran panel de 44 pulgadas con una pantalla de 24 pulgadas (no táctil) en el centro para informar a los pasajeros de su itinerario. También en el lateral se encuentran dos pequeñas pantallas de 4 pulgadas para los mensajes de bienvenida y hay un gran panel digital en la parte frontal que se puede personalizar para mostrar texto. El interior del vehículo es luminoso, con grandes áreas acristaladas y un sistema de puertas que se abren "rodando" hacia las ruedas traseras.
Todo se controla con la voz o mediante el smartphone. Así que cualquiera de nuestro contenido personal (música, imágenes o vídeos) se puede visualizarse en la pantalla del Smart que reemplace al programa de entretenimiento que, por defecto, ofrece el coche.
Para Smart, el coche del mañana será eléctrico, autónomo pero sobre todo compartido
Con este Vision EQ ForTwo, Smart explica que en los próximos años se centrarán en tres principios fundamentales. El primero se refiere al motor, que obviamente será eléctrico. El vehículo está equipado con baterías de 30 kWh (para que podáis comparar, es más que el Smart Electric ED con 17,6 kWh) lo que permite una autonomía de unos 250 kilómetros. Cuando se queda sin energía, el vehículo es capaz de ir solito a recargarse en un terminal.
El segundo principio es el de los coches compartidos. La visión futura de Smart se basa totalmente en el intercambio de coches. Y hay que reconocer que no hay ningún coche tan bueno para las ciudades como el Smart. Este prototipo se dirige en particular a su servicio Car2Go, presente en varias grandes ciudades del mundo, como en Berlín o Madrid. Los asientos tapizados de cuero sintético y todos los materiales interiores se pueden limpiar fácilmente. Se puede mostrar publicidad en las superficies exteriores de las puertas o en las pantallas. También se pueden mostrar mensajes personalizados para de bienvenida cuando cojamos uno. Una característica 1 + 1 permitirá que dos pasajeros que vayan a realizar un viaje similar se pongan en contacto para reducir costes y descongestionar el tráfico. Mejor todavía, el coche se desplazará directamente hasta nosotros cuando lo necesitemos. No será necesario ir a un aparcamiento o hacer decenas de minutos a pie. Smart responde así a los problemas de disponibilidad que se pueden encontrar en algunos barrios.
Finalmente, el tercer principio es el del automóvil autónomo. Este Smart Vision EQ no tiene volante ni pedales. El coche se encarga del tráfico, dándonos así tiempo para trabajar o relajarnos.
Por si esta visión del automóvil pudiera asustar a algunos, recordemos que, por el momento, se trata solo un vehículo experimental. La llegada de un coche de estas características a nuestras calles no está prevista para mañana mismo, las restricciones para estos vehículos son todavía numerosos, especialmente en términos técnicos y legales.
¿Qué opináis de la idea que tiene Smart del automóvil del mañana?