Smartwatch: ya no hay marcha atrás
Debo admitir que me subí al tren del smartwatch hace varios años, probablemente cuando aún no valía la pena. Después de mi primer Motorola Moto 360 utilizé muchos modelos diferentes, algunos para divertirme y otros para trabajar, pero ahora no puedo evitar llevar un reloj inteligente.
Los smartwatch no son indispensables
Los wearables no son esenciales en la vida diaria, siempre lo he dicho. Tener aplicaciones, un asistente de voz o un podómetro al alcance de la mano no tiene una diferencia abismal respecto a tener estas funciones en tu smartphone. Además, estas pocas aplicaciones instalables no son tan útiles.
Si siempre has vivido sin un reloj inteligente, puedes seguir sin él. Los wearables no son esenciales, sino un lujo, una comodidad extra de la que debería poder prescindir. Sin embargo, este no es mi caso, ya que no puedo salir de casa sin mi smartwatch....
Nunca he sido un fan de los relojes...
Así es. Antes de 2014 era imposible que llevara un reloj atado a mi muñeca, creo que ni siquiera tenía ninguno, quizás también por mi "carrera" deportiva. Jugando al tenis prácticamente toda mi vida, me encontraba más a gusto en la piita sin reloj y me daba mucha pereza tener que ponerme y quitarme el reloj cada vez... así que me acostumbré a no atarmelo ni siquiera cuando terminaba de jugar.
Además, siempre he llevado conmigo primero el teléfono móvil y más tarde mi smartphone, ¿cuál es el sentido de un reloj si ya puedo consultar la hora desde allí?
...pero luego llegó él
Sin embargo, la llegada de Moto 360, uno de los primeros wearables del mercado que fue lanado con el recién nacido Android Wear, despertó inmediatamente mi interés. Tenía tanta curiosidad por probar el primer smartwatch de pantalla redonda que lo hice importar directamente de los EE.UU. pagando mucho más de lo que debería.
Después de un corto período de adaptación, nunca lo volví a abandonar. Te diré más, tan sólo dejé de utilizar este maravilloso producto con mi llegada a AndroidPIT en julio de 2017.
¿Por qué me es imposible renunciar a mi smartwatch?
Volviendo a dar un paso atrás, ¿cómo han cambiado mis hábitos de no tener nunca un reloj en la muñeca a no dejarlo nunca en casa? Creo que fue una combinación de necesidad y practicidad lo que hizo que se convirtiera en un hábito .
Mi trabajo anterior como técnico informático me llevó a viajar todos los días por Italia, recorriendo kilómetros y kilómetros y conduciendo durante horas. Durante los días que pasaba la mayor parte de mi vida en una furgoneta de la empresa, no podía usar mi smartphone. La llegada continua de correos electrónicos, actualizaciones y nuevas tareas que no podía perderme me llevó a mirar constantemente el smartwatch, sin tiempo de parar para revisar cada email. El reloj también se ha convertido en un medio para responder a los mensajes de los conocidos y comprobar otras notificaciones.
Creo que la capacidad de echar un vistazo rápido a las notificaciones y decidir en poco tiempo si valía la pena ignorarlas o sacar el smartphone para interactuar con ellas ha marcado la diferencia, permitiéndome ahorrar en un año varias horas de tiempo perdido en el teléfono.
¿Y si hablamos de la preciosa carga de batería que se ahorra en el smartphone que se "despierta" cientos de veces al día menos? Por supuesto, como dije al principio, puedes sobrevivir sin él, pero en ese período comprendí que sin el reloj me habría sentido un poco perdido...
Menos funciones que un smartphone, ¡afortunadamente!
Hoy en día, estas necesidades han desaparecido, pero los hábitos son difíciles de perder. Lo primero que hago todos los días cuando me despierto es atar la correa del reloj inteligente a mi muñeca y lo último que hago antes de acostarme es quitármelo y cargarlo junto a mi smartphone. Rara vez en los últimos años he salido de casa sin reloj y, cuando lo he hecho, he seguido mirando mi muñeca desnuda cada vez que he notado vibrar mi bolsillo, lo que aumenta la frustración de olvidar el wearable en la mesita de noche.
La capacidad de echar un vistazo rápido a mi muñeca mientras mi smartphone sigue en mi bolsillo, mochila o boca abajo en mi escritorio me da la impresión de "desintoxicarme" de esos artilugios infernales llenos de aplicaciones que consumen minutos enteros de mi precioso tiempo
A veces es bueno no perderse entre los grupos de Whatsapp, el muro de Facebook o Instagram, que ocurre cada vez que desbloqueo mi smartphone (todas las funciones que todavía no son posibles o que no es práctico hacer desde el reloj), para centrarse en algo más importante. Los smartwatch pueden ser superfluos, pero una vez que te acostumbras a tener uno en la muñeca, no puedes volver atrás.
¿Tienes un smartwatch o una pulsera de actividad en tu muñeca? ¿Lo echas de menos cuando no lo tienes?