Smartphones sin bordes: ¿Se nos está yendo de las manos?

La crítica es un tanto cruel. Aunque el aparato pueda reproducir vídeos en 4K en una pantalla brillante, soporte los juegos más pesados sin ningún desliz ​​y tenga una batería que dura dos días, no importa. Se le juzga y se le pone una etiqueta que le hace perder valor entre sus competidores.

¿Quién iba a adivinar que unos simples bordes iban a crear tanto revuelo? Ni el flamante iPhone X, ni el Galaxy S8, S8+ o el Note 8, ni el Xiaomi Mi Mix 2, ni siquiera el LG G6. No, estos no fueron los primeros smartphones sin bordes en el mundo. Así como el concepto tampoco es del 2017, por cierto.

En el distante año de 2014, Sharp lanzó el Aquos Crystal, que a pesar de tener un enorme borde debajo de la pantalla, es casi inexistente en los laterales y por encima de la pantalla. En 2015 y 2017 la empresa continuó con la misma idea. ZTE, con su línea Nubia en 2015, también introdujo el Z9 sin bordes laterales.

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Sony también ha jugado mucho con los bordes, y aunque ahora está siendo criticado porque su última línea de gama alta XZ Premium y XZ1 tiene una cantidad inaceptable de bordes, la empresa ya había impresionado con dispositivos como el Xperia C5 Ultra, en 2015, también sin bordes laterales. El XA1 tampoco los tiene hoy en día (imagen de abajo).

Cerrando la lista de los smartphones pioneros, tenemos al emblemático S7 Edge, que dejó de lado cualquier borde que ya había olvidado el S6 Edge. Además, fue la línea Edge la que popularizó la pantalla curva en los lados del teléfono.

Y, por supuesto, tenemos ejemplos un poco más atrevidos, con prácticamente cero bordes. Uno de los más emblemáticos es el Xiaomi Mi Mix, del año pasado, y su segunda versión recientemente publicada. Y, además del iPhone X, el Essential Phone, la compañía de uno de los dos fundadores de Android, Andy Rubin, que deja la cámara en el centro de la pantalla.

Memorable nuestro salón de la fama de dispositivos sin bordes, ¿verdad? Aunque surgió en 2014, esta es una tendencia que es popular ahora, y cualquier smartphone que se precie debe contar con esta característica. Es cierto que su aspecto es muy impresionante, da una sensación futurística indescriptible. Pero ¿cuál es su aplicación práctica?

No tener bordes no añade ninguna función al teléfono, al menos ninguna innovación real que no sirva solo para llenar los ojos. El diseño es, sin duda, un tema importante en el dispositivo, pero también lo es la usabilidad.

Uno de los únicos dispositivos que realmente logró extraer una cierta utilidad de sus bordes mínimos fue la línea Edge de Samsung, que vino con algunas herramientas únicas, pero no son los teléfonos más populares de Samsung.

Y, si hablamos de usabilidad, no veo ningún beneficio práctico. Tengo un S7 Edge debido a la calidad de la cámara, ya que tengo que hacer vídeos con ella, pero el uso diario de este terminal me resulta molesto. A menudo mi mano, un tanto rechoncha, pulsa cosas sin querer, ya que no hay espacio para agarrar el dispositivo.

En la cama, al intentar sostener el S7 Edge para leer algo sin presionar nada por error, el dispositivo no se sostiene fácilmente y se me acaba cayendo en la cara. Desisto de utilizarlo en esta situación. Si no se puede utilizar, no es práctico.

Por otra parte, la falta de bordes hace que otros elementos frontales del dispositivo estén totalmente perdidos. Los sensores ya son complicados de por sí, pero ¿qué pasa con la cámara? En el Mi Mix y otros parecidos, la cámara se fue a la parte inferior de la pantalla, y hay que tener mucho cuidado al hacer un selfi de que no te salga doble papada. Es un lugar extraño para una cámara.

En el Essential Phone y otros como el Sharp Aquos S2, la cámara es una intrusa en el centro de la pantalla, lo que está volviendo locos a los desarrolladores, quienes no saben qué hacer para que sus aplicaciones funcionen bien. La notch screen del iPhone X requerirá mucho trabajo de adaptación en ese sentido.

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En este último caso, no todo está perdido. Tanto el iPhone X como los otros dos teléfonos Android vienen con el tamaño 18:9 o similar (otra tendencia, por cierto), y muchas de las aplicaciones y contenidos de vídeo no utilizarán esta parte de la pantalla (todavía, aunque algunos cuantos ya lo hacen). Sin embargo, esto solo deja sin función las partes alrededor de la cámara, y eso no me parece nada bien.

Pero tranquilo, también le veo alguna ventaja a todo esto. Estos problemas que he enumerado son actuales, del presente. Tenemos estos problemas ahora, pero nada impide que se resuelvan a corto plazo. Siempre llegan nuevos teléfonos y, con ellos, elementos de innovación con los que no contábamos antes.

El propio Mi Mix es un ejemplo de esto. Sin salidas de sonido frontales, el audio reverbera por toda la unidad en un sistema piezoeléctrico. En el iPhone X, vemos el comienzo de un reconocimiento facial más seguro y más rápido, para dejar de usar los sensores biométricos. O si no, que estos pasen a integrarse también en la pantalla con ultrasonido.

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Pocas veces la innovación viene sin la molestia de cambio o el proceso de adaptación. No siempre los primeros intentos son los más agradables, pero sirven para allanar el camino para lo que realmente funciona.

Así que, aunque en la actualidad no me gustan los dispositivos sin bordes, creo que son parte del futuro y traerán soluciones que harán que me gusten muy pronto.

Y a ti, ¿te gustan los teléfonos inteligentes sin bordes? ¿Cuál crees que será el futuro de esta tendencia?