Análisis de las cámaras de S9 y S9+: el f/1.5 no es ninguna revolución
A ninguna otra característica de un smartphone se le ha dado tanto bombo en los últimos tiempos como se ha hecho con la cámara. "Camera Reimagined" es, sin ir más lejos, el eslogan elegido por Samsung a la hora de promocionar sus nuevos modelos Galaxy S9 y S9+. Somos conscientes de que la modestia no es el fuerte de los coreanos, por lo que hemos querido deconstruir todas las promesas de la marca analizando a fondo las cámaras de sus modelos más flamantes: el Galaxy S9 y Galaxy S9+. A continuación, los resultados detallados de nuestras pruebas.
Antes de comenzar, nos gustaría dejar claro que durante las pruebas realizadas con el Galaxy 9 y el Galaxy 9+, los teléfonos de los que disponíamos no estaban todavía equipados con el firmware definitivo. Por lo tanto, es posible que la calidad de la imagen haya mejorado algo después de la incorporación del software final.
La cámara de los nuevos Galaxy S9 y S9 Plus cuenta con una apertura de f/1.5, considerada como la más grande nunca vista en un smartphone. Además, ésta es susceptible de cambiar entre f/1.5 y f/2.4 (apertura variable). De todas maneras, Samsung ya había usado esta cámara en el mercado asiático, incorporándola a su teléfono Samsung W2018.
En la cámara con apertura variable se encuentra un sensor cuyo fabricante no se ha especificado. Comparado con el Galaxy S8, el sensor ha crecido un poco: al menos el factor de recorte o crop (según los datos EXIF) es ahora de 6.05 en vez de 6.19, lo que corresponde a una ganancia de área de aproximadamente un 4.65%. La resolución sigue siendo de 12 megapíxeles. El Galaxy S9+ dispone a su vez de una segunda cámara; se trata del mismo módulo teleobjetivo que Samsung ya instaló en el Galaxy Note 8 (con una apertura f/2.4 y 12 megapíxeles). En el S9+ además las dos cámaras tienen un estabilizador óptico de imagen.
S9 & S9+ bajo la luz diurna: buena calidad de imagen
En cuanto a las cualidades del hardware del S9 y S9+ a la luz del día, ambos dispositivos realizan hermosas fotos que resultan bastante impresionantes, sobre todo cuando las apreciamos en su pantalla Super AMOLED. Sin embargo, al observar luego las mismas imágenes a través de una pantalla de ordenador calibrada, las encontré algo sobresaturadas y extremadamente coloridas. El procesamiento posterior de la imagen mitiga las diferencias de gama tonal entre colores que no son tan semejantes en la realidad. Por ejemplo, la siguiente fotografía es bonita y colorida, si bien en la realidad el tono amarillo de los plátanos diverge bastante más del amarillo del limón. Sin embargo, en esta foto podemos apreciar que casi poseen el mismo tono, sorprendentemente.
El mismo efecto puede observarse en la siguiente toma, en la cual quisimos comparar el rendimiento de las cámaras del S9+ y iPhone X. Como podemos ver, la fotografía tomada con el iPhone X parece más natural. Al mismo tiempo, el procesador de imágenes de Apple miente un poco, ya que todos los contornos se han resaltado de manera uniforme en toda la superficie de la imagen. Por el contrario, Samsung realza los detalles de algunas zonas, mientras los anula o debilita en otras.
Los S9 y S9+ incorporan una función especifica para alimentos: el modo "comida". Dicha función adapta los colores convirtiendo, por ejemplo, un amarillo pálido en un dorado sabroso y crujiente. Dota también de un ligero enfoque a la imagen que redirige el foco del espectador hacia el plato ubicado en el enfoque de la fotografía desenfocando simultáneamente los bordes.
En términos de contraste, ocurre lo mismo que comentábamos cuando nos referíamos a los colores: en la pantalla del teléfono las imágenes aparecen nítidas, mientras que con el ordenador se ven más bien planas. El modo HDR exagera el aspecto de la foto y ofrecer el típico aspecto artificial. Esto también se evidencia cuando comparamos el Galaxy S8 y el Galaxy S9: aquí abajo vemos como el S9 hace muestra de sus capacidades HDR.
En ambientes con un alto contraste de luminosidad, el Galaxy S9 parece querer engañar al usuario e intenta asombrarlo ofreciéndole la mayor cantidad posible de detalles. Esto puede llegar a ser contraproducente, sobretodo cuando fotografiamos áreas amplias y en parte brillantes. En la siguiente toma, por ejemplo, gran parte de la imagen queda subexpuesta, únicamente para garantizar la captación de los detalles superfluos de los claros como la lámpara. Aunque este problema puede resolverse ajustando la exposición, pero a menudo los usuarios confían en el modo automático.
El balance de blancos en los Galaxy S9 y S9+ tiende a producir algunos trazos rojizos. Esto es especialmente notable cuando comparamos las fotos realizadas con el Galaxy S9 y las de su antecesor: el S8 ofrece imágenes más neutrales mientras que la serie S9 es más propensa a los tonos cálidos rojizos.
Por último, la reproducción de los detalles nos parece sencillamente impresionante siempre que dispongamos de buenas condiciones lumínicas, lo que nos lleva al siguiente punto...
¿Para que sirve la apertura variable en los Galaxy S9 y S9+?
Tan pronto como estos nuevos smartphones detectan más de 100 lux, automáticamente se desliza un pequeño panel entre el objetivo y el sensor de imagen, que produce que se modifique su apertura de f/1.5 a f/2.4 (100 lux es la iluminación que normalmente encontramos dentro de un edificio). Entonces, ¿por qué Samsung se molesta en incorporar la apertura variable?, os preguntaréis. Pues porque la luz se refracta de manera diferente según la longitud.
Una relación menor de apertura (f/2.4) cubre la parte de la lente dotada de mayor curvatura. El ángulo de la lente es mayor en su extremo y disminuye hacia el centro, por lo que sus bordes actúan como un prisma que juega con las longitudes de onda avivando así los colores y produciendo a su vez aberraciones esféricas y cromáticas. El desenfoque se manifiesta de manera especial en las orillas de la imagen, expresándose principalmente en forma de bordes púrpuras y verdosos en las intersecciones con grandes contrastes en la luminosidad.
Por otro lado, los pequeños sensores de estos smartphones constituyen todavía una buena razón para dotar de óptica de alta intensidad: En condiciones de poca luz, la influencia negativa de alta ISO sobre la calidad de la imagen es en realidad mayor que los efectos negativos de una potente óptica. La diferencia entre f / 1.5 y f / 2.4 es de aproximadamente una parada y media de luz. Esto a su vez permite que el smartphone fotografíe con ISO 1250 en lugar de ISO 3200, lo que reduce significativamente el ruido. Resumiendo: mejor óptica, menos ISO y menos ruido.
Con iluminación natural diurna, los pequeños sensores que tenemos en un smarpthone se benefician de una apertura reducida a f/2.4 ya que anula las aberraciones de los bordes de la lente. Así, es capaz de eliminar el ruido en las zonas más problemáticas y capta a la vez suficiente luz. Como podemos ver en la imagen anterior, la reproducción de detalles es mucho mejor en f/2.4 que en f/1.5. De nuevo, estas diferencias también son evidentes al comparar el Galaxy S9 con el Galaxy S8 (que dispone únicamente de una apertura de f/1.7). También se puede comprobar como, a pesar de que las imágenes son de mayor calidad, el tamaño de los archivos JPEG se ha reducido ligeramente.
Fotos nocturnas con S9 y S9+: f/1.5 como producto de Marketing
Entonces, ¿la apertura f/1.5 supone la revolución de la fotografía nocturna? La respuesta es no. La diferencia entre f/1.5 y f/1.7 es equivalente a un tercio de f-stop, o a la diferencia entre ISO 320 e ISO 250. Si queréis comprobar estas relaciones por vosotros mismos, sólo tenéis que disparar en el modo pro o manual de vuestros smartphones en estas dos sensibilidades y comparar después en el ordenador las dos fotos obtenidas: con ISO 250 la foto se ve mejor, al igual que ocurría en su modelo predecesor, el S8.
En general, el Galaxy S9 y S9+ realizan fotografías que pueden considerarse bastante libres de ruido. Según Samsung, la incorporación del sistema Multi-Frame Noise Reduction en los nuevos S9 disminuye la presencia de ruido hasta un 30% en comparación con su predecesor. En la práctica, dicha reducción en las fotos del Galaxy S9 produce simultáneamente una perdida de detalle por el camino. Si lo comparamos con el resultado del iPhone X, con el teléfono de Apple obtenemos más detalles, pero a la vez tenemos mucho más ruido.
Algo muy parecido ocurre cuando comparamos el Galaxy S9 con el Google Pixel 2 XL. El teléfono de Google capta más detalles, así como más ruido en sus imágenes, gracias a su especial HDR+. En este caso, opino que los resultados obtenidos con el Samsung Galaxy S9 son más naturales. El iPhone X en este mismo escenario ha realizado una foto demasiado oscura.
La presencia de una óptica extremadamente luminosa en los Galaxy S9 y S9+ también ha traído como resultado la frecuente aparición de efectos de luz, halos o puntos distorsionados en las tomas nocturnas. En Canon, por ejemplo, las lentes de 50 milímetros de f/1.8, f/1.4 y f/1.2 cuestan 100, 350 y 1.400 euros respectivamente, y se adquieren normalmente con la intención de crear efectos algo diferentes.
Selfies con el Galaxy S9 (+): la oscuridad gana a la luz
En lo que se refiere a la cámara selfie, ésta ni siquiera juega un papel relevante en la estrategia de marketing de Samsung. Parece que las prioridades de la compañía estuvieron desde el principio claras: aunque la cámara selfie del Galaxy S9 dispara bastante buenas fotos, difiere estrepitosamente de la calidad que obtiene con su sensor principal.
El rango dinámico inferior es lo primero que notamos en este caso. A la luz del día, los selfies presentan problemas en las áreas de la imagen que están sobre-expuestas. El cielo y el mar del fondo aparecen completamente quemados en los autorretratos que vemos a continuación (aunque sí que enfoca de manera precisa a la persona frente a la cámara).
Para compensar, en la cámara frontal encontramos la misma captación óptima de color que ofrece el sensor principal. Sin embargo, y como comentábamos con antelación, el visionado de los selfies en el ordenador nos proporciona unas tonalidades chillonas que tienden al rojo (tal vez para subir la foto en Instagram & Co. este puede ser un efecto deseado por más de uno).
Teleobjetivo del Galaxy S9+: retratos preciosos
Este año sí hay una buena opción para optar por el modelo Plus: el teleobjetivo. Igual que en el Note 8 el S9+ tiene una segunda cámara con una distancia focal de 52 milímetros. Con una distancia focal más alta tenemos mejores retratos que con un gran angular típico de smartphone de 24-28 mm. Con esta lente además nos olvidamos de ese efecto ojo de pez.
El efecto bokeh también funciona bien y está libre de errores notables. A la luz del día los resultados son muy buenos pero también notamos lo típicos colores saturados del fabricante. En el S9 también tenemos efecto bokeh pero se aplica por software como en los Pixel 2.
Calidad de vídeo: debilidades en el estabilizador
Samsung Galaxy S9 y Galaxy S9+ ofrecen vídeos en 4K. La calidad de día es excelente pero aquí también tenemos un cierto tono rojizo. En particular, los tonos de piel se mueven tan felices en el naranja. Los detalles son buenos, pero el enfoque con el movimiento es limitado.
La estabilización de imagen en modo de vídeo no es 100% convincente, la imagen se compensa bien por el estabilizador pero tenemos efectos borrosos en la imagen. El HTC U11 Plus en su test de cámara nos convenció bastante más. Lo más positivo de los vídeos es el sonido. Se reconocen fuentes de sonido delante o detrás, el viento se nota solo si hay tormenta y siempre está bien equilibrado.
La función Super Slow Motion tiene una resolución 1280x720 a 960 fps durante 0,2 segundos. ¿Alguien se acuerda de la cámara del XZ Premium de Sony? Sí es lo mismo, pero este año los japoneses han dado el salto al FullHD en el Xperia XZ2. El punto que pone Samsung a este modo es el disparo automático del que carece Sony.
En el siguiente vídeo puedes ver una compilación de diferentes modos y escenas grabads con el Samsung Galaxy S9 y el Galaxy S9 +.
Conclusión: ¿los smartphones con mejor cámara?
Después de este test a fondo de las cámaras la conclusión es clara: el Galaxy S9 y el Galaxy S9 + están ciertamente entre los smartphones con mejor cámara del mercado, pero no les hacen sombra a los competidores. La función de cámara lenta automática está muy bien pensada y la cámara con teleobjetivo del S9+ son complementos agradables pero no un argumento decisivo.
En el Galaxy S9 (o S9+) la cámara ha dejado de ser el argumento principal de compra, como sucedía en generaciones pasadas. La calidad de la foto y el vídeo es muy buena, pero no pudimos encontrar la revolución que Samsung prometía en el S9 y el S9+.
Tienes toda la razon, la cámara no sorprende mucho. Es verdad que en algunas ocasiones, la cámara capta mucha luz, pero su principal competidor Apple (Iphone x) tiene menos apertura y suele hacer mejores fotografías.
No se porque Samsung en el apartado fotográfico tiende a exagerar tanto los colores de las fotografías.
Nokia hace años saco un móvil con triple apertura variable que aportaba un sin número de opciones en ese entonces, ningún fabricante volvió a sacar algo así hasta Samsung con el S9 y es un resultado, como lo digo, decepcionante, la cámara reimaginada dicen y la comparo con el S8 y las fotografías casi iguales, lo curioso es que tampoco del S7 al S8 hubo un cambio loco y mayor, fue significativo. Lo dijo ya un experto en fotografía y cámaras que los fabricantes están usando la apertura solamente como marketing, y razón no le falta, ves como un Pixel 2 en condiciones nocturnas batallar muy bien con el Galaxy a 1.5 donde solo reduce un poco el ruido y el detalle de fondo es mayor pero nada más a favor del coreano, Google lo tiene fácil (OTRA VEZ) para tener el mejor móvil en cámara.
Creo que se debería ser un poco más crítico por parte de la prensa con los fabricantes que utilizan ciertas cosas para hacer un marketing 'engañabobos' ya que no es normal que casi ningún análisis de youtubers (expertos en fotografías y los que no) digan que la cámara del S9 sea como Samsung la pinta.
Hace rato ese factor "superior" de la gama alta de móviles Samsung en Android es más producto de Marketing que otra cosa...
Una cámara "reimaginada" que tiene resultados nada revolucionarios, está bien que Samsung haya sido creativo y añadiera la posibilidad de la apertura variable, pero... No es algo tan increíble a eventos prácticos para como ellos lo venden.