Por qué la pantalla plegable puede convertirse en un problema para Android
Cuando empiece la SDC, es decir la Samsung Developer Conference esta semana en San Francisco, el director de Samsung Electronics, DJ Koh, podría tener el primer smartphone plegable de Samsung en el bolsillo. Si bien el Samsung Infinity V (antes propuesto como Galaxy X) podría ser solo un experimento para ver cómo reacciona el mercado a un producto de este tipo, las innovaciones como ésta podrían ser el camino de Samsung para liberarse de las ataduras del sistema operativo, sometiendo a Android a una verdadera prueba.
Atención: este artículo ha quedado bastante largo. Esto se debe a la complejidad del tema y a mi esfuerzo por expresar mi opinión de una forma comprensible. Al final del artículo, he insertado un TL;DR (too long; didn't read "demasiado largo; no lo he leído"). Si el texto os parece demasiado largo, podéis saltaros el cuerpo del texto e ir directamente a la conclusión.
Android: intentando reemplazar a un demonio con otro
El primer smartphone Android salió al mercado hace más de diez años. Por aquel entonces no fue Samsung, sino HTC, la empresa que fabricaba el G1 y lo comercializaba junto con T-Mobile. Incluso cuando las unidades vendidas del dispositivo todavía eran contadas y Android era considerado cualquier cosa menos atractivo, para los fabricantes, el inicio del nuevo sistema operativo era como la aparición del Santo Grial. Para ellos, el sistema era gratuito, ofrecía a los clientes una buena cantidad de funciones y, sobre todo, era la contrapartida del iOS.
Puede que haya sido un error de lógica, o algo que nadie vio venir: de un momento a otro, el valor real de los smartphones y no estaba en el equipamiento físico, sino en el software. Y, estúpidamente, los fabricantes habían perdido el control sobre esa parte de sus productos. Vale, con Windows Mobile, los fabricantes tenían poca influencia sobre el sistema operativo. De todas formas, durante esa época aún no existían las aplicaciones, no había ni App Store ni Google Maps. Nada estaba personalizado, las marcas y los proveedores aún no podían llenar sus softwares con relleno para poder darle un toque más "único".
Con cada céntimo que los clientes invertían en apps para Android, los fabricantes de teléfonos se volvían más y más obsoletos. Porque cada vez que se invierte dinero en un software, se reduce la disposición a cambiar a otro sistema. Y después, cuando en el universo Android, el software ya era más o menos el mismo en todos los fabricantes, los clientes estaban más dispuestos a cambiar de una marca a otra y experimentar. Un problema que Apple nunca ha tenido y que probablemente nunca tendrá.
Muchos fabricantes podrían perder el entusiasmo por Android
Lo que en el año 2008 parecía ser la salvación, hoy en día tiene un sabor agridulce: no solo para las firmas que resultaron más perjudicadas, por ej. cuando se les negó el acceso al sistema operativo como a ZTE. No, también las empresas como Samsung o Huawei podrían llevar un buen tiempo interesadas en tener el control sobre un sistema operativo propio. Ya que si los clientes invierten en un dispositivo Y un sistema operativo, las probabilidades de mantener a ese cliente son mucho más altas. Y no solo eso, hay algo que podría ser aún más importante: somo empresa, podría empezar a sincronizar diversas líneas de productos, igual que Apple.
Ya hace mucho que existen indicios de este fenómeno. Por ejemplo cuando Samsung, ya en el año 2010, lanzó al mercado una línea de smartphones con sistema operativo propio: Bada. El experimento fue un fracaso y, solo tres años más tarde, el fabricante volvió a la carga con Tizen, mejorando varios elementos. El sistema es de código abierto y está patrocinado por varios desarrolladores (Tizen es una unión entre Meego, antes Linux Foundation, y Samsung). Es decir, condiciones óptimas, y que recuerdan a los comienzos de Android.
Lanzar un nuevo sistema operativo al mercado: nada fácil, pero posible
¿Cuánto amamos los usuarios a nuestro sistema operativo preferido? La respuesta está en los debates (sin sentido) que suelen sostenerse aquí, en AndroidPIT, cuando los amantes de Android y Apple embisten unos contra otros e intentan convencerse mutuamente de haber elegido el lado correcto. Todos los intentos de lanzar smartphones con Tizen al mercado fracasaron. Pero con el inicio de la serie Galaxy Watch, las cosas cambiaron. La versión de Android para wearables aún no estaba lista y Samsung aprovechó la oportunidad de vincular Tizen y Android de una forma sensata.
La gente no suele pensar más allá cuando tiene entre sus manos un producto que funciona a la perfección, al que no le falta nada. Los clientes siempre están dispuestos a probar productos nuevos, siempre que sean totalmente nuevos.
Este movimiento estratégico podría ser repetido por Samsung muy pronto, cuando saque al mercado el primer smartphone con pantalla plegable. El dispositivo cumple con todos los requisitos: el público no tiene expectativas respecto a funciones ya existentes, sino que quiere ver la nueva tecnología lo antes posible. El movimiento puede ser un experimento de Samsung para ver cuán dispuestos están sus clientes a cambiar, cuando tengan la novedad en sus manos. Otra variante es esperar hasta el Galaxy S10 y entonces ofrecer el buque insignia en dos versiones: una versión Android rígida, y una versión Tizen plegable.
Momentos de incertidumbre para Google y Android
Si Samsung tuviese éxito y lograse mover a sectores significativos del público a Tizen, los desarrolladores de apps empezarían a publicar contenidos para la plataforma. De todas formas, ya están trabajando en la posibilidad de que las apps para Android funcionen sin problemas con Tizen.
Tanto Samsung como Huawei tienen razones más que suficientes para dar un paso como este. En épocas en las que los márgenes del sector smartphone ya no ascienden tan alto, a los fabricantes les toca fortalecer sus propios ecosistemas. Apps, realidad virtual, realidad aumentada, domótica y asistentes de voz... Para poder vincular todo de una forma lógica, es necesario tener el control absoluto. Y, ahora que Google les hace la competencia a las grandes maracas con su serie Pixel, el deseo de independencia no ha hecho más que crecer.
Si Google llegara a perder a Samsung y quizás también a Huawei (el fabricante chino también está colaborando con Tizen), la cosa para Android podría ponerse seria.
tl;dr
Samsung trabaja desde hace muchos años en Tizen y ya ha introducido en el mercado productos con dicho sistema operativo, como televisores y los relojes Galaxy Watch. Es evidente que el público está dispuesto a renunciar a Android, siempre que el producto sea innovador, y los clientes no hayan "invertido" en una plataforma determinada comprando aplicaciones.
Para Samsung, el smartphone plegable podría ser un experimento maravilloso de dar el paso hacia otro sistema operativo en el sector de los móviles. Y si el experimento resultara ser exitoso, las consecuencias para Android podrían ser de lo más negativas.
De verdad, Google debe dejar Android de una vez por todas, las últimas versiones han estado muy aburridas, la fragmentación, malware, poco control... Ya Apple está pensando en cambiar el iPhone, así que quizás también dejen iOS. Así que androides... Deberían comenzarse a preparar, Google en algún momento DEBE dejar Android.