Nunca recibirás Android Marshmallow, este es el porqué

Me encanta mirar al pasado de vez en cuando para aprender de la historia, sobre todo para echar un vistazo a los errores cometidos y tener una idea global de qué ha ocurrido en la misma situación pero en diferentes momentos. En el ámbito de las actualizaciones de Android también hay una buena hemeroteca para que podamos comprobar que ha pasado en los últimos años con las anterioes versiones de este sistema operativo.

No me iré muy lejos para empezar, el año pasado más o menos por estas mismas fechas existía el mismo debate que tenemos ahora con Lollipop, pero con su antecesor Kitkat. En julio de 2014 la penetración del nuevo sistema operativo en el mundo Androide era del 17,9 % y un mes después en agosto de 2014 llegaba ya al 20,9 %. 

Si comparamos con la nueva versión que se está desplegando este año, es decir, Lollipop, su penetración en el mes de agosto de 2015 llega al 18,1 %, sumando su versión 5.0 y 5.1, la diferencia puede parecer pequeña pero en realidad entran en juego cientos de miles de terminales menos que no han recibido la actualización.

En aquel momento de agosto de 2014 en el que Kitkat empezaba a expandirse, la anterior versión Jelly Bean era la soberana absoluta ya que se ejecutaba en más del 56 % de los terminales. De esto no puede presumir Kitkat ya que actualmente llega casi hasta un 40% y su predecesor (Jelly Bean) se mantiene en un 33 %.

Pero las actualizaciones cada vez tardan más en cuajar y la fragmentación, como es lógico, aumenta. Para que os hagáis una idea, en junio de 2015, 9 meses después de la presentación de Lollipop, éste sólo llegaba al 15% de los smartphones. En el mismo periodo, en junio de 2015, 9 meses tras su presentación, Kitkat tenía un 18% de penetración. A los 9 meses de su presentación, me atrevo a vaticinar que Android Marshmallow no habrá llegado ni al 13% de los smartphones. 

¿Qué ralentiza las actualizaciones?

Aunque Android parezca algo muy estable en nuestros terminales, es algo que esta en continuo moviento. Es la misma sensación que tenemos sobre nuestro planeta, parece muy estable pero en realidad nos estamos moviendo a cientos de kilómetros por hora al rededor de la galaxia. Android es un hervidero del desarrollo desde que empezó allá por el 2009, nunca para.

Si vemos por otro lado la industria de la telefonía móvil también podemos observar que el hardware que hace un año era innovador hoy nos parece perfecto para protagonizar el próximo estreno de Parque Jurásico, vamos, un dinosaurio. Los fabricantes de smartphones también van cambiado de buques insignia por lo menos una vez al año, y en el caso de Sony cada vez que cambia la dirección del viento.

A pesar de que la industria del smarphonte pueda parecer un gigante, la cadena que lo mueve es sencilla. Google saca una nueva versión, y una vez liberada ya está disponible para todos los fabricantes. Ahora son ellos los que la adaptan a sus terminales.

Y este es el problema: ¿Qué terminales actualizar?

La mayoría de los fabricantes sólo actualizan su gama alta y puede que algunos terminales de la gama media. Como excepción tenemos a Motorola, que gracias a que no tiene un catálogo demasiado extenso como el de Samsung son capaces de extender la actualización a todas sus gamas. 

Los teóricos de la conspiración en Android han llegado a la conclusión de que los fabricantes y operadoras ralentizan deliberadamente las actualizaciones para poder vender los nuevos smartphones con el sistema ya actualizado.

En realidad el retraso de las actualizaciones es una víctima de la velocidad desenfrenada a la que se mueve la evolución tecnológica. Al final es necesario priorizar los recursos. Por supuesto, se puede mejorar el software de un viejo terminal para que luzca mejor, pero la prioridad son los nuevos dispositivos.

Puede que actualizar un smartphone que tiene una año no sea rentable en términos comerciales, pero la reputación que te puedes labrar de cara a tus usuarios si no olvidas las actualizaciones de los terminales que vendiste hace más de 18 meses puede ser determinante, y eso no lo puedes comprar con dinero. Un cliente satisfecho siempre vuelve.

El futuro de Marshmallow

A la luz de los datos de este agosto sobre la fragmentación de Android, ya os puedo decir que la mayoría de nosotros no veremos Marshmallow hasta que cambiemos de terminal. Con mucha suerte dentro de un año por estas fechas Android 6 estará en el 14% de los terminales y Lollipop en el 40%, gracias sobre todo a la renovación anual de terminales que sucede en navidades. 

Para los que hayan comprado un smartphone de gama alta en este 2015, estoy seguro que os llegará, pero para el resto de gamas ya podéis cruzar los dedos aunque no creo que os sirva de mucho. Si tienes un smartphone del año pasado y no está en la lista de terminales a actualizar tampoco creo que vayas a correr mejor suerte que las gamas modestas de este año, aunque siempre hay gratas sorpresas como la que nos dió Sony con la actualización del Xperia Z a Lollipop y ahora también puede que a Marshmallow.

¿En qué tienes más esperanza, en actualizar o renovar terminal?