iPhone 7: primeras impresiones desde la perspectiva de un usuario de android

Después de mi primera experiencia con el iPhone SE, esta vez me propongo probar el iPhone 7. Para este proyecto voy a tomar la perspectiva de un usuario de Android experimentado y actuar como alguien que se cambia de sistema. Primera impresión: si realmente lo fuera, muy pronto echaría de menos mi Nexus.

Lo que me gusta del iPhone...

La función de copia de seguridad sigue siendo inigualable

Tras desembalar el iPhone 7 e insertar la tarjeta SIM, enciendo el teléfono. El asistente de configuración me pregunta si quiero recuperar todos los datos y aplicaciones. Así SMS, aplicaciones, fondos de pantalla, contactos, historial de llamadas y todos los ajustes se restauran, tal y como los tenía hace cuatro meses en mi iPhone SE.

Si me estuviera pasado de Nexus 6P a, digamos por ejemplo, un Google Pixel, esto no sería posible. El asistente instalaría de nuevo las aplicaciones que tenía en el teléfono anterior. Pero tendría que volver configurar cada aplicación desde cero. Nombre de usuario, contraseña, ajustes. Si se tienen 50 aplicaciones, este trabajo duraría tanto tiempo que habría que hacerlo en varios días. Así que por lo general, empiezo desde cero e instalo las aplicaciones cuando las necesito.

Habitualmente no transfiero los SMS o los mensajes de WhatsApp a los nuevos dispositivos, ya que el esfuerzo no merece la pena.

La cámara del iPhone 7 es excepcional

Uno de los argumentos para comprar un iPhone, a parte de su magnífico diseño y su buen servicio, es sin duda la cámara. Hace unas fotos muy buenas, funciona con un retardo mínimo y permite acceder de una manera muy sencilla desde la pantalla de bloqueo sin necesidad de introducir el PIN.

Sin embargo, la aplicación para las fotos, no está tan bien estructurada como la equivalente de Android. Ahora mismo estoy intentando averiguar la manera de cambiar el nombre de un álbum o cómo editar los permisos en el explorador. Esto me da la sensación de que no está muy bien integrado. Y esto nos lleva al siguiente punto.

Lo que cada vez me gusta menos...

Las aplicaciones no son mucho mejores

Los desarrolladores de aplicaciones han empezado a entender que Android es importante. Muchas aplicaciones en iPhone, todavía siguen siendo mejores que en los dispositivos Android, pero bastantes ejemplos muestran que algo está cambiando.

La última vez que usé la aplicación del proveedor de carsharing Multicity me resultó realmente frustrante. Sin embargo, la han mejorado notablemente y gracias a Material Design han confeccionado una aplicación que cumple con todas las premisas de diseño para aplicaciones de Android. Este es solo un ejemplo de algunos casos de éxitos que ya se han logrado.

Las Google-Apps son todavía aplicaciones de segunda clase

El iPhone integra vuestras cuentas de Twitter y Facebook directamente en la configuración principal. No sucede así con la cuenta de Google. En las aplicaciones de los principales competidores tenéis que registraros de forma individual. La integración global de sus servicios no funciona tan bien. La transición suave para alguien que ha utilizado previamente un dispositivo Android es prácticamente imposible.

El cambio de Google/Android a Apple/iOS supone un punto de inflexión. Lo mejor es asegurar vuestros datos y dejar después que vuestra cuenta Google descanse. Apple tiene su propio ecosistema cerrado. El control es una experiencia redonda, si os rendís por completo al mundo Apple. De esta forma, servicios como AirPlay, iMessage, iCloud, Home y TV son cada vez más prácticos y se produce ese efecto de "It just works" (simplemente funciona) que convierte a los clientes en incondicionales.

El nuevo "botón" Home hace que el manejo del iPhone sea aún más raro

Apple ya no utiliza un botón mecánico en el iPhone 7, sino que se basa en una respuesta de vibración electrónica. El asistente de configuración os permite seleccionar cómo de fuerte queréis que sea. A todo el mundo que se lo he enseñado le ha parecido inquietante.

Aparte de que el uso de un smartphone sin botón atrás es muy poco práctico en mi opinión. Por suerte, las aplicaciones de iOS se adhieren al patrón de diseño de Apple, en base al cual la función de retroceso está ubicada en la esquina superior izquierda de la aplicación. En una pantalla de 4,7 pulgadas como la del iPhone 7, tan solo es posible llegar con la otra mano, si es que no queréis dejar caer al suelo este valioso dispositivo.

También el botón "reciente" se convertirá en una gran ayuda en la actualización de Android 7.x en comparación con el ineficiente manejo del iPhone. Si queréis cambiar a la aplicación anterior con el iPhone, pulsad dos veces en un intervalo de 300 milisegundos el botón Home y seleccionad la ficha de la otra aplicación. Para los dispositivos Android 7, pulsad dos veces el botón para visualizar las aplicaciones utilizadas recientemente (recents). A continuación se minimiza la aplicación activa y la anterior pasa al primer plano.

Auriculares solo con cable adaptador

El adaptador que viene incluido, y que se inserta entre el conector hembra para auriculares y el puerto Lightning del iPhone, es demasiado fino. Me aventuro a pronosticar que en menos de seis meses de uso continuo acabará roto. Puesto que actualmente pruebo mayoritariamente auriculares Bluetooth, no me he preocupado mucho en utilizarlo. Pero no me gustaría tener que depender del adaptador; sobre todo porque el recambio cuesta diez euros y no se puede cargar el iPhone mientras se utiliza.

La duración de la batería es demasiado justa

Tampoco me gusta la duración de la batería del iPhone 7. El Galaxy S7 o el Xperia XZ aguantan considerablemente más. Especialmente el Honor 8, que cuesta la mitad, demuestra en este aspecto ser un buen competidor. Gracias a el Powerbank de Tronsmart me daba igual, porque siempre que estoy por fuera lo voy cargando. Pero los nuevos clientes se sorprenderán de la frecuencia con que el iPhone se apaga por las tardes porque se ha quedado sin batería.

Conclusión sobre las primeras impresiones

Todavía no me acabo de sentir del todo a gusto con el ecosistema Apple. El manejo es en mi opinión más complicado que en un dispositivo Android. La duración de la batería es demasiado baja. La integración de los servicios de Google está bastante olvidada y hace que la transición de un sistema al otro sea dolorosa.

Por supuesto, el iPhone también sabe mostrar sus puntos fuertes, cuando uno se adentra en iCloud. Pero todavía no estoy preparado para ello, teniendo en cuenta que todavía no me manejo del todo bien con el ecosistema. Es posible que con los dispositivos Android no todo funcione a la perfección, pero hay más libertad de modificación, una selección de aplicaciones más grande, tarjetas MicroSD, accesorios baratos, se pueden copiar archivos MP3 desde el ordenador al teléfono, para escucharlos más tarde directamente con los auriculares. ¿Por qué iba a querer renunciar a esas libertades?

En los próximos días seguiré poniendo a prueba el iPhone.

¡Escribidme en los comentarios lo que os gustaría que probase! :)