¿Existe realmente una alternativa a Android?

¿Qué ha sido de Ubuntu Touch?

En algunos lugares de Europa no se ha escuchado hablar mucho sobre Ubuntu Phone. Sin embargo, Canonical, la compañía detrás de la distribución de Linux, en colaboración con BQ en España, dispone de un poderoso socio en lo que al hardware se refiere. Sus tabletas y teléfonos vienen con Ubuntu Touch, se presentan en ferias como el Mobile World Congress y acaban saliendo a la venta.

Ubuntu también tiene seguidores fuera del ámbito español. Hay usuarios que han hecho funcionar este sistema abierto en los OnePlus One, Nexus 5 o Fairphone 2. Y existen algunos otros portadores de Ubuntu dentro de los smartphones Android. Por desgracia, muchos de ellos han quedado «huérfanos», y ya no reciben actualizaciones ni parches.

Las aplicaciones, en teoría, se pueden conseguir en la Ubuntu Store. Con aplicaciones como Telegram y Twitter tenemos importantes servicios disponibles. El resto se pueden conseguir a través de la web. Además, se supone que es más fácil para los programadores adaptar las aplicaciones de escritorio a Ubuntu Touch. Aunque esto es algo que hasta el momento hemos visto más bien poco.

Sailfish

En mayo ya probamos Sailfish y nuestro compañero Luis quedó bastante satisfecho. Sailfish resuelve el problema de abrir los archivos APK de aplicaciones Android. Por desgracia, esto no funcionó en nuestras pruebas y resultó ser un «hack».

También Jolla, la compañía detrás de Sailfish, ofrece hardware propio. El software se mantiene y se continúa desarrollando a través de una comunidad de código abierto activa. El Jolla Harbour sirve a los desarrolladores de aplicaciones como un punto focal para que cualquiera de sus Apps para Android o sus aplicaciones dedicadas para Sailfish llegue «a buen puerto». También permite hacerlas llegar a los usuarios finales y desde allí poder monitorizarlas. En ese sentido, Jolla muestra una profesionalidad al mismo nivel que Google con la Play Store.

Sin la capacidad real de contar con nuevas imágenes de prueba, parece insalvable la barrera para los que quieran dar el salto a Sailfish e instalarlo por primera vez, o para los que simplemente tengan curiosidad por probarlo. El sistema se limita a unos pocos dispositivos y a un smartphone propio. Aun así, este último tiene bastante éxito en su país de origen, Finlandia.

Plasma Mobile

Plasma Mobile causa una primera impresión realmente interesante. Durante unos pocos minutos, en nuestra editorial, lo estuvimos utilizando en un Nexus 5X. Por desgracia, tuvimos que cancelar esta primera prueba por graves problemas de visualización y estabilidad.

Plasma ha tomado prestado de KDE la interfaz del mismo nombre y permite ser probada en el Nexus 5 y 5X, aunque la prueba no causó precisamente satisfacción en los nuevos Nexus. La instalación no se completó con éxito, a pesar de la sencillez de esta, utilizando un ordenador con Linux y gracias a Git. Los errores de visualización se fueron alternando con bootloops.

Plasma ondea su bandera alardeando de las mismas virtudes que muchas alternativas a Android anteriores: está abierto a aplicaciones de terceros, es gratuito, tiene una buena privacidad y es transparente. La comunidad está activa y ayuda a solucionar los problemas graves, siempre que pueden.

Conclusión

No da la sensación de que estos desarrolladores lo estén pasando precisamente bien. Pero tampoco se dejan desanimar. El único caso de éxito es el de Jolla con Sailfish OS, que en Finlandia no solo cuenta con seguidores, sino que al parecer, cuenta también con recursos y está haciendo progresos interesantes. Sin embargo, ninguna de las anteriores puede considerarse una alternativa real a Android. Especialmente el volumen de dispositivos y aplicaciones compatibles hace que Android, el original, no tenga alternativa.

Podría producirse un relevo si alguno de los sistemas mencionados anteriormente pudiera ofrecer algo, desde la perspectiva del usuario, que Android no tenga. Ubuntu Phone quería ofrecer con el Edge un sistema que permitiera al smartphone reemplazar al ordenador, mediante la conexión de un monitor, un ratón y un teclado. Por desgracia, no fue más que un «epic fail». Mientras estos proyectos tengan enfoques con este tipo de carencias, no hay ningún incentivo para reemplazar un sistema tan abierto como Android.