¿Dónde están los smartwatches?

La gran ausencia del Mobile World Congress

Durante estos días en Barcelona ninguno de los grandes fabricantes ha hecho la más mínima mención a un smartwatch. Ni Sony, ni Samsung, ni Motorola, ni LG, ni HTC, ni Huawei han presentado nuevos relojes. Los fabricantes se están tomando un claro descanso a la hora de sacar nuevos relojes al mercado.

Si bien en el MWC 2015 los wearables y, más concretamente, los smartwatches fueron los grandes protagonistas. Ya en los últimos meses el tema ha dado signos de agotamiento con novedades que no han llamado la atención. Los cambios del Moto 360 de primera a segunda generación eran mínimos. Samsung presentó hace 6 meses su Gear S2 que lleva Tizen, Huawei trajo su Huawei Watch Jewel y Elegance ya presentados en el CES (sin novedades aparte del diseño y que son todo menos elegantes) y Alcatel ha presentado un smartwatch para niños, similar a Neki.

No hay nada nuevo que presentar, y realmente lo mejor que pueden hacer los fabricantes es esperar y no lanzar un smartwatch cada seis meses como se esperaba. El reloj inteligente está en pausa, los fabricantes se están planteando cómo darle un nuevo enfoque al tema y deberían resolver, como problema punta del Iceberg, la duración de sus baterías.

Android Wear es algo marginal

En 2015 se han despachado, según IDC, un total de 21,3 millones smartwatches. De ese número, solo 3,2 millones han sido Android Wear. En este mismo periodo se han vendido 341 millones de smartphones. Según IDC esta cifra se cuadruplicará en 2019. 4 años son una eternidad en el mundo tecnológico, ese crecimiento en ventas que proyecta IDC prácticamente se crea por inercia. No parece que jamás vayamos a vivir un boom del smartwatch como pensábamos hace año y medio. 

Solo un 15% de los relojes inteligentes vendidos en 2015 fueron Android Wear.

Teniendo en cuenta el apoyo y poder de Alphabet los números de Android Wear son sencillamente penosos, Pebble ha conseguido vender 1,8 millones de smartwatches sin tener detrás el poder de Google pero sabiendo satisfacer al usuario. Tal vez los de Mountain View se deberían plantear que algo están haciendo mal cuando, además,  Samsung ha conseguido un reloj mucho mejor optimizado y util con su Gear S2 utilizando Tizen. 

Apple gana por goleada pero tampoco despega

Apple es el fabricante que más smartwatches vende, con una cantidad estimada de 13 millones en 2015 según la consultora IDC (porque Apple se ha negado a dar los números). Este número es también un fracaso para unas ventas que estaban estimadas en 16-20 millones de dispositivos. Apple cuenta, sin embargo, con la ventaja de que sus usuarios ya consideran su smartphone una cuestión de status, y el Apple Watch tenía las cosas más fáciles porque, en general, su base de clientes es la más propensa al "Shut up and take my money". 

Redefinir su uso y dotarles de vida

El problema con el smartwatch es obvio: no sirve para nada. En una época en la que somos totalmente dependientes y adictos al teléfono, el smartwatch es tan solo una réplica de nuestro smartphone que no solo no aporta nada nuevo sino que añade un componente de adicción que nos hace estar todavía más dependientes. Empezamos a encontrar también cierta resistencia social al estar todo el día conectados. Además, para la mayoría de acciones seguimos teniendo que desbloquear el teléfono, o sea, que tenemos que hacer dos pasos para lo que antes necesitabamos uno. Para monitorizar el deporte podemos comprarnos una fitness band por 30 euros sin necesidad de gastarnos 300 euros en un Gear S2. ¿De verdad es necesario pagar esto por un dispositivo que en definitiva lo único que hace es recibir notificaciones?

El smartwatch en la actualidad se limita a ser un gadget de lujo. Su futuro pasa por dos opciones: o bien los fabricantes se dan cuenta de que es un complemento más que no va a revolucionar nada y por lo tanto no puede costar 300 euros, o bien se enfrenta a una redefinición total de su concepto para hacer que merezca la pena pagar este dinero. 

Qué esperar en 2016

Durante este 2016 esperamos algunos smartwatches como el de HTC, que vendrá con Android Wear. En abril también se espera la llegada del Apple Watch 2. Samsung podría presentar un Samsung Triathlon que es simplemente una versión del Gear S2 extrema. Sony va a presentar un tal Sony Wena del que no hemos sabido nada en Barcelona y que se parece bastane a un reloj de toda la vida. De Motorola o LG, tras cancelar el Watch 2, no hay ni rumores.

En 2016 veremos también el primer smartwatch modular, Blocks, un proyecto de Kickstarter (lugar donde nació Pebble) y que tiene muy buena pinta. Su interfaz estará basada en Android, pero no es Android Wear. Aquí encontráis la información sobre este reloj: Blocks, el smartphone modular.

Las marcas de relojes tradicionales son las que más espacio pueden ganar con el smartwatch, vendiéndolo como un reloj con algún extra, y no la panacea tecnológica que no es.

Fossil, Martian, Tissot o Casio son, por otro lado, algunas de las marcas de relojes que están lanzando modelos de smartwatch y que van a darle un toque inteligente o digital a sus teléfonos tradicionales. Personalmente creo que estas firmas son las que más tienen que ganar y no los fabricantes de smartphones. Marcas que llevan haciendo relojes toda la vida y que saben que el smartwatch es simplemente un reloj con un pequeño extra, sin grandes fanfarrias. Llamadme tradicional.

De momento me quedo con mi Casio y Swatch de toda la vida

Me vuelvo al reloj analógico. Esto lo afirmo tras usar durante meses un Moto 360 de segunda generación y más de un año con primer Pebble. Eso sí, prefiero el Pebble al Moto, porque me dura la batería 6 días y tiene una comunidad de desarrolladores detrás inmensa. Aún así, pasada la fascinación inicial, me he dado cuenta de que eso que llevaba en la muñeca no me ayudaba a nada. ¿Me paso de antiguo? 

¿Qué opináis? ¿Tendrán los smartwatches una edad dorada o se van a quedar como un complemento más? ¿Os planteáis comprar uno?