Análisis del DJI Spark: se puede manejar con los ojos cerrados
DJI Spark es el drone más pequeño del fabricante con base en Shenzhen. Con poco más de 10 años de trayectoria han conseguido traer al mercado un drone para todos los públicos. El Spark puede que sea el drone más sencillo de manejar y versátil de todo el mercado. Su precio parece algo elevado para su tamaño, pero el Spark no es solo un juguete, también puede dar resultados semi-profesionales.
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Disponibilidad y precio
El DJI Spark está disponible cinco colores (blanco, azul, verde, rojo y amarillo) desde 499$ directamente desde su tienda en Estados Unidos.
En Europa se puede encontrar el paquete básicon con una batería, un par de repuestos de hélices y cargador por unos 570-590€. Pero si quieres ir en serio hay un pack donde puedes ahorrar un poco con mando, una batería extra, cargador para tres baterías y protectores para las hélices por 799€.
Diseño y acabado
El DJI Spark tiene un cuerpo robusto y compacto: 14,3 cm por cada lado, 5,5 cm y 300 gramos de peso. Es ligero, así que con poco viento (a partir de unos 20 mk/h) le cuesta estabilizarse. Dispone de cuatro brazos con 4 motores como buen cuadricóptero. Las hélices están bastante afiladas, así que es mejor mantenerlo alejado de otras personas y de mascotas. Por supuesto, mucho cuidado con tus dedos al despegar y aterrizar desde la palma de la mano.
Delante vemos una zona cuadrada sobre la cámara. En esta zona se esconden los sensores de proximidad que sirven para que el dispositivo esquive obstáculos y para controlar el drone con la palma de la mano. En la parte trasera, tenemos un botón y cuatro leds (que forman parte de la batería) y una tapa que esconde la ranura para la tarjeta microSD y un puerto micro USB. Desde este puerto se puede cargar la batería y descargar imágenes/vídeos al ordenador
Por la parte inferior podemos ver la cámara principal que está montada en un estabilizador óptico en la parte frontal. En esta zona encontramos también cuatro pequeños apoyos de goma, dos en el propio cuerpo del drone y dos en la batería. Entre los apoyos delanteros también tenemos una cámara secundaria que siempre apunta al suelo y unos sensores de proximidad. Estos sensores nos ayudaran al aterrizaje sobre la palma que veremos más adelante.
Cada hélice está compuesta de dos aspas las cuales podemos plegar para facilitar el transporte y debemos bloquearlas siguiendo las flechas para volar. Debajo de cada motor tenemos unas luces que cambian de color dependiendo del modo en el que se use y normalmente es una gran fuente de información sobre el estado del drone. El único inconveniente es recordar lo que significa cada color con su parpadeo. Mejora después usarlo un poco y de leer un par de veces las instrucciones. Un accesorio muy interesante son los protectores para las hélices que pueden evitar más de un accidente, tanto rotura de hélices como algún corte.
Funciones especiales
Spark Remote Controller
Con el mando podemos ampliar las funciones del Spark. El vídeo y el control del drone se extienden hasta los dos kilómetros en comparación con los 100 metros de alcance que tenemos con un smartphone.
Se tiene que emparejar con el drone. El proceso es un poco meticuloso primero pareamos el teléfono a la red Wi-Fi del mando y luego el mando al Drone. El emparejado entre el mando y el drone es automatico no tenemos que introducir ninguna contraseña.
Para mejorar la conexión entre mando y smartphone puedes usar una cable OTG para conectarlos. Primero has de vincular smartphone y mando a través de su red Wi-Fi sino no funcionará. Por separado el mando cuesta entre 160-180 €, por lo tanto, es muy recomendable adquirir el pack que además incluye otra batería y los protectores para las hélices.
Control por gestos
La mayor innovación que ha introducido el Spark en el mercado de drones es precisamente el control por gestos. No necesitas el smartphone ni el mando para controlarlo a distancias cortas. De todas formas se recomienda tener el teléfono a mano y conectado por si el vuelo se descontrola un poco, para evitar accidentes.
Se puede despegar el drone desde la palma de la mano, pulsando dos veces el botón de su batería, abre la mano y déjala fija para que el drone comience a volar. Una vez en vuelo con solo mostrarle la palma de la mano nos reconocerá (sus luces cambian a verde). Entonces solo con mover la palma de la mano podremos dirigirlo. Con un gesto de saludo, agitando la mano, se alejara (20 m por defecto). Levantando los brazos se acercará. Para aterrizarlo solo tenemos que colocarnos a 0,5 metros de distancia y poner la mano debajo para que aterrice. Es lo más cercano a sentir la fuerza como un verdadero Jedi. Al principio cuesta un poco acostumbrarse a ser reconocido por el Spark pero después de un par de intentos le vas cogiendo el tranquillo.
Seguimiento de objetos en movimiento
Además del control por gestos también tenemos algunas otras opciones que ya se habían visto en otros modelos de la marca como el seguimiento de objetos en movimiento.
En el modo seguimiento es capaz de seguir cualquier objeto en movimiento que marques sobre la pantalla del smartphone. Este es un modo estupendo para deportes de acción ya que nos da una perspectiva muy diferente a las cámaras tradicionales tipo GoPro. Mucho cuidado con lo que marcas, si lo estás controlando con el mando puede alejarse mucho.
Experiencia de vuelo
Volar con el DJI Spark es muy sencillo pero se mueve rápido. Tiene un modo de despegue automático que nos deja el drone a 1,2 metros de altura, una distancia ideal para empezar a controlarlo manualmente. Permanece estable hasta que le enviamos una orden desde el teléfono o el mando. A veces nos pide que calibremos el compás antes de comenzar a volar, en necesario para mejorar la estabilidad. La velocidad de subida es bastante más rápida que la de bajada por seguridad.
Con el mando tenemos un control más preciso sobre los movimiento y podemos manejar el Spark a mayor velocidad. Si hace viento el propio dispositivo contraresta en la medida de lo posible las ráfagas para mantener la posición. Si la señal GPS es buena también podemos aterrizarlo automáticamente solo pulsando un botón para que vuelva a donde despegó.
Software
Al igual que otros modelos de la marca el DJI Spark también se controla a través de una aplicación para smartphones disponible para Android e iOS.
Para poder emparejar, el drone (o el mando) genera su propia red Wi-Fi con una contraseña en encontraremos debajo de la batería del propio drone. Debemos conectarnos a su Wi-Fi y abrir su aplicación para empezar a manejarlo. Si hay una actualización disponible será el primer mensaje que vamos a recibir. Si necesitas descargar la actualización deberás volver a conectarte a la red Wi-Fi de casa, descargar y volver a conectar con el Spark para actualizar.
En septiembre 2017 se introdujeron unas mejoras de seguridad y es necesario actualizar, sino el Spark no volará. Recomendamos comprobar si hay actualizaciones y actualizar el software de cada batería antes volar.
Una vez conectados al drone solo tenemos que pulsar sobre 'Go to fly' (vamos a volar) y tendremos la pantalla de vuelo con el el vídeo en stream de lo que recoge el Spark, controles de movimiento, opciones de cámara, etc.
Arriba tenemos información sobre la señal GPS, señal Wi-Fi y batería. Como puedes observar en la foto solo queda un 6% de batería y no nos permite despegar. Puedes configurar el aviso de baja batería al porcentaje que veas oportuno según tus necesidades. A la derecha tenemos los ajustes y controles de la cámara. A la izquierda tenemos los controles automáticos para despegar, aterrizar y acceder a los modos de seguimiento y control por gestos.
Sobre la pantalla hay dos círculos con los que podemos controlar el drone. los modos de navegación se pueden ajustar pero en principio con el control de la derecha nos movemos hacia los lados o delante/detrás y con el de la izquierda subimos, bajamos y giramos.
En la aplicación, además de controlar el drone, tenemos una galería con los vídeos y fotos tomadas por el Spark, un editor para crear nuestro vídeos rápidamente y una red social para compartir nuestro material con el resto de usuarios de DJI.
Desde el menú de la aplicación también hay disponible todo el historial de vuelos con mucha información bajo 'Flight Record'. Aquí tenemos un resumen con el tiempo y distancia de vuelo acumulados. Al hacer un swipe hacia arriba tenemos la lista completa de todos los vuelos y si seleccionamos uno podemos ver toda la información y el tracking del mismo.
Cámara
La cámara del DJI Spark tiene un sensor de 12 MP y está montada en un gimbal (o cardán) de dos ejes. Para estabilizar el tercer eje se recure al software realizando un recorte por crop reduciendo así la superficie que se graba para dejar margen a la estabilización. Es necesario decir que para se híbrida y de dos ejes la estabilización es muy buena. Sobre todo teniendo en cuenta el tamaño del estabilizador y precio del drone.
Por lo tanto no tenemos mucha resolución en los vídeos que llegan solo hasta Full HD 1080p con 30 fotogramas por segundo. No es una gran resolución para los tiempos que corren pero que es suficiente para aficionados y tomas rápidas destinadas a las redes sociales. Todo lo que se graba lo tenemos disponible en el smartphone por lo que se puede editar y compartir de forma muy sencilla.
El Spark no tiene micrófonos por suerte. Así que con el vídeo no se graba sonido. Puede parecer una tontería pero sería algo inservible debido a la cantidad de ruido que genera el propio drone.
Desde la aplicación se pueden ajustar gran cantidad de los ajustes de la cámara, para vídeo y para foto, incluso se puede ajustar los parámetros del gimbal.
La calidad en general está bastante bien. En los vídeos la estabilización de la imagen es buena y ofrece un punto de vista muy espectacular para vídeos en youtube. Puede la resolución del vídeo para el mundo profesional se quede un poco corto, pero para el crear nuestro propio material amateur o para el destinado a las redes sociales es más que suficiente. En las fotos el rango dinámico deja algo que desear en contra luz o paisajes con muchas sombras pero en general es aceptable, de todas formas este tipo de dispositivos se usa más para vídeo.
Batería
Cada batería del Spark tiene una capacidad de 1480 mAh con los que puede volar unos 15 minutos, casi la mitad del tiempo que aguanta el modelo Mavick en el aire. Esta autonomía puede variar si volamos rápido, usamos algunas de sus funciones o hace viento lo que reduce bastante el tiempo que puede pasar en el aire.
Por lo tanto, es muy recomendable tener más de una batería.
Veredicto final
El DJI Spark es un drone muy práctico, fácil de transportar y con una gran versatilidad en el control. Es un drone estupendo para empezar en el mundillo del pilotaje de drones o para vídeo-aficionados. Los principales puntos en contra son su precio y su autonomía, pero creo que las posibilidades que ofrece pesan bastante y hace que merezca la pena es esfuerzo.