3 razones para comprar el Galaxy S9 y 2 para no hacerlo
Sin lugar a duda, el Samsung Galaxy S9 será uno de los teléfonos que más conversaciones generarán en todo el año. El magnum opus actual de la marca surcoreana tiene todo para hipnotizar, de la misma forma como Muhammad Ali hacía con su juego de pies; pero a la vez, su mentón no está lo suficientemente resguardado, por lo que sus detractores podrán conectarle aún un par de jabs que no lo pondrán sobre la lona, aunque podrán desestabilizarlo un poco.
Samsung Galaxy S9 – Especificaciones técnicas
Razones para comprar el S9
1. Fluidez (el baile de la abeja)
El juego de piernas del S9 es sencillamente cautivante. La rapidez de su software es incomparable. Su procesador Exynos 9810 sobre Android 8.0 Oreo es sencillamente potente, lo que hace que su fluidez no tenga queja.
2. Cámara impresionante (el primer aguijonazo)
Vaya si los usuarios de las cámaras somos cada vez más demandantes. El Galaxy S8 gozaba de una cámara soberbia, pero este nuevo púgil tiene “hierro” en sus guantes. La apertura variable de su lente es la mejor que se le haya puesto a un smartphone: f/2.4 para espacios con mucha luz y f/1.5 para interiores o exteriores oscuros. Además, su reducción de ruido en fotos en la noche es muy bueno.
3. Super Slow Motion (el segundo aguijonazo- el que te puede noquear)
El sensor de la cámara tiene la misma tecnología que la vista en el Sony Xperia XZ Premium. Esto le permite al S9 capturar vídeos en cámara super lenta a 960 fotogramas por segundo, y en alta definición. Esta bondad se ve mejorada con la incorporación del disparador automático.
Razones para NO comprar el S9
1. Batería con autonomía media
Por sorprendente que parezca, el Galaxy S9 tiene la misma batería que su antecesor, el S8. La batería es de 3,000 mAh., y desafortunadamente, esta batería no aguanta tanta potencia. Por fortuna, su carga rápida nos da un 50% de vida en solo 39 minutos.
2. Hola, Bixby, yo soy tu padre
Desde sus inicios, hemos visto cómo Bixby ha pasado de ser un peso pluma a ser casi peso completo. Pero todavía le faltan cinco pal peso, como decimos en mi país. El comando de voz “Hi Bixby” no resulta del todo acertado, pues al decir la frase iniciadora, no siempre el teléfono lo com-pren-de, por lo que se queda sin hacer nada. Y bueno, si quiero ser ignorado mejor le hablo a mi gato.
El Galaxy S9 parece ser un campeón imbatible. Al final del día, seguro, se irá con los brazos en alto, aplaudido, pero también con un par de cortadas sobre su rostro. ¿O tú que opinas?
jjjj buen mal chiste... en fin, si al leer le quitas el nombre S9, creerás que hablan del Pixel 2 XL o otro móvil, pero de un samsung? jjj todo un mal chiste XD...
Al nombrar el punto uno se olvidaron de la capa (lagwiz) que si bien a mejorado sigue mermando la “fluidez” .
La cámara “impresionante” solo está un mínimo por arriba del S8, diversas reviews lo indican.
El “segundo aguijonazo”, se les olvido mencionar que esos videos los guarda en HD ¿y la competencia? 🤔
La opción más fuerte para no comprarlo es la mera existencia del S8, si bien el S8 siempre ha sido un móvil medio verde en ciertos apartados, al compararlo al S9 en precio la diferencia hace que no valga tanto la pena.
Nada más leer la primera razón para comprarlo, jejejeje, de fábula, otros de esos artículos de patrocinio para ya sabemos quien.
Yo también leí eso y me entro una risa que no es ni medio normal, ya hay que dejar atrás eso de que en Samsung Experiencie va todo bien.
En este portal hay otro artículo del S9, dónde una de las cosas que le critican es eso: la optimización del software mediocre, que hace que el teléfono en ocasiones no vaya del todo fluido.
Todo está comprado. Las marcas viven gracias a todo su marketing. Para nada será tan rápido o fluido como se dice por aquí y más contando con su capa tan completa. Buen móvil cuando cueste 550 euros
Correcto, eso está bien claro: buen móvil cuando este en 500€ o menos. Mientras tanto es un producto inflado, sobrevalorado, que tiene el respaldo de los miles de millones para patrocinio que invierte su fabricante, factura que cubriran los primeros pardillos ansiosos.