Por qué Nokia, BlackBerry y compañia no pueden rememorar los éxitos del pasado

Dos antiguas marcas que fueron líderes en el mercado de la telefonía y de los smartphones todavía siguen activas a día de hoy. Estamos hablando de Blackberry y Nokia. En su momento, ambos fabricantes no prestaron la debida atención a la explosión del iPhone y decidieron desarrollar sus propias plataformas. El resultado: dos fracasos.

Nokia se recompuso, pero reaccionó demasiado tarde en busca de una alternativa y optó por Windows Phone. La segunda decisión errónea. En última instancia, Microsoft compró la división de telefonía móvil y - a falta de mejores ideas - dejó que se hundiera. Por su parte, BlackBerry también tomó una segunda decisión fatal: BB10. Posicionarse con un sistema operativo propio frente a iOS y Android fue simplemente imposible - sin importar si Blackberry o Microsoft estaban detrás de este.

Saltamos a los años 2016/2017: Blackberry se ha pasado a Android y ha subcontratado el desarrollo del hardware. TCL fabrica los dispositivos BlackBerry actuales - por ejemplo, el KeyOne, un smartphone que se caracteriza por disponer de teclado físico. Por su parte, la startup finlandesa HMD Global ha llegado a un acuerdo con Nokia para obtener una licencia de la marca. Esto le está permitiendo presentar al mercado smartphones Nokia con Android. Tanto TCL como HMD Global tienen la esperanza de resucitar la imagen de estas marcas históricas. Ambas esperan que estas marcas todavía tengan la capacidad de brillar y conseguir unas buenas cifras de ventas, aunque, sin duda, se enfrentan a un futuro incierto.

Hay otros ejemplos de marcas que están cargadas de nostalgia. TCL incluso se he hecho con los derechos a la marca Palm y también quiere resucitar a esta empresa pionera - aunque no empezará a intentarlo hasta principios de 2018. Kodak, por su parte, ha sacado al mercado un smartphone con estética de cámara de fotos. Estamos hablando del Ektra, fabricado bajo licencia por Bullitt Group. Hasta la carcasa era pura nostalgia. Pero parece difícil conseguir un gran éxito de esta forma. ¿Por qué ocurre esto?

La nostalgia en los smartphones no es un negocio rentable para los fabricantes

Si echamos la vista atrás a los últimos dos o tres años, podemos ver que con marcas que evocan esa nostalgia, de momento, nadie se ha hecho rico. No encontramos prácticamente ningún caso de éxito importante.

Muchas de las marcas que hemos mencionado tienen una gran historia a sus espaldas. Nokia fue en su época el auténtico dominador de la telefonía móvil. Alcatel también tuvo un cierto éxito. Palm y BlackBerry se ganaron a pulso estar muy bien valorados en el ámbito profesional. ¿Pero hoy en día? Poca cosa queda de esa antigua gloria.

Blackberry ha dejado de fabricar su propio hardware y ha concedido a TCL la licencia de la marca BlackBerry Mobile. Así que todavía a día de hoy podemos encontrar dispositivos BlackBerry en el mercado, incluso con el sistema operativo Android. Para usuarios privados, la seguridad extra que ofrece la versión de Android de BlackBerry es algo a lo que no se le da mucha importancia. Y para el mundo empresarial y en temas realmente críticos de seguridad se queda corto.

Alcatel y Nokia son dos casos interesantes, ya que ambas marcas se dirigen a todo tipo de usuarios en general, y no a un grupo o sector específico. Como es lógico, HMD Global no quiere triunfar solo entre los fans del Nokia 3310. Su objetivo es más bien conseguir una amplia gama de clientes. Con la nueva edición del Nokia 3310 consiguió un golpe publicitario. Aunque a día de hoy, estos smartphones solo son útiles (en el mejor de los casos) como un segundo dispositivo.

Pero de momento Nokia todavía no está a salvo. Su clase media, los modelos Nokia 3, 5 y 6 están razonablemente bien, pero sin destacar por nada en especial. Aunque el Nokia 8 lleva asociado el nombre de Zeiss, en la práctica no acaba de convencer al público en general, puesto que la cámara consigue unas fotos de un nivel muy normal. Su rango de precios entre 500 y 600 euros es un claro paso en falso. Y lo peor es que los antiguos Nokia eran conocidos por sus buenas - o al menos innovadoras - cámaras, como es el caso del Nokia 808 PureView, el Lumia 1020 o el Lumia 950. Por desgracia, la generación actual no puede continuar con esta buena reputación en lo que a las cámaras se refiere.

Y por lo demás, hay poco más que descubrir. El aspecto estándar de Android tampoco consigue atraer a mucha gente, el Nokia Ozo Sound tampoco. Las promesas de actualizaciones están muy bien, pero hay que ver todavía si Nokia va a ser capaz de cumplir con lo prometido.

Mercado de smartphones: ¿Quién está realmente por delante?

Las cifras de ventas de los smartphones nos pueden dar una idea, aunque es algo que no se publica muy a menudo. Al menos, en junio Check24 presentó los smartphones más vendidos de la plataforma. En el apartado smartphones de contrato nos vienen rápidamente dos fabricantes del top diez a la cabeza: Samsung y Apple. La mayoría de veces se trata de smartphones de gama alta como el Galaxy S7 o el iPhone 7. Check24 también da cifras de ventas de smartphones libres. En las cuatro primeras posiciones se encuentra Samsung con los modelos de gama media de la serie J y A, así como el Galaxy S7. Apple les sigue con el iPhone SE. En este top encontramos también a Huawei, Lenovo y Sony.

Los números de las compañías de estudios de mercado, tales como Statista también indican que Samsung y Apple están en cabeza. Les siguen Huawei, Oppo y Xiaomi. El nuevo Nokia quiere colarse en este grupo de elegidos a largo plazo. Pero para eso le falta algo. Samsung, Apple y Huawei han creado su propia identidad. No viven de las glorias del pasado.

Samsung lo ha logrado con unas características propias y un diseño propio que a día de hoy caracterizan la marca Galaxy. Esto está tan conseguido que muchos usuarios no tienen del todo clara la diferencia entre Android y Samsung Galaxy.

Apple vive de un personal de máximo nivel, capaz de presentar copias de características como grandes novedades (y de sus expertos, que crean hardware como los Apple A-Chips). Pero también del hecho de que los iPhones funcionan exactamente como sus clientes quieren.

A Nokia le pasa, como al propio Google, que sus smartphones no tienen un carácter propio. Ese carácter es algo que puede dar origen a críticas, pero crea la identidad que los clientes necesitan para depositar su confianza en un fabricante a largo plazo. Con sus nuevos Nokia, HMD Global tiene un largo camino por recorrer. Encontrar una receta para el éxito propia es esencial para poder hacer frente a la gran competencia que hay en el mercado. Los imitadores no logran el éxito en estos tiempos.

¿Qué posibilidades creéis que tienen las resurrecciones de Nokia, BlackBerry o Palm?