Análisis del Nokia 1: Android Go no basta si el hardware es débil

Nokia 1: aligerado al máximo

Desde hace años estoy metido en el mundo de los smartphones de gama alta. Como adicto a las aplicaciones solo me planteo tener smartphones con una gran memoria y que, sobre todo, tengan mucha RAM. Sin embargo, nada más llegó el Nokia 1 a nuestra redacción salí volando a verlo. ¿Por qué? Porque quería experimentar cómo de bueno o malo es un smartphone de 100 euros en el uso cotidiano. Mi primera impresión en el MWC fue razonablemente positiva, así es que ahora tenía ganas de poder probar el Nokia 1 durante más tiempo. Probarlo me obligó a cambiar la forma de pensar, si bien es cierto que también me ha hecho darme cuenta de cosas interesantes.

El precio del Nokia 1 es su principal característica: la elección de los componentes está enfocada a reducir el coste, con una pantalla de 4,5 pulgadas de baja resolución (854 × 480 píxeles), solo 1 GB de RAM, un procesador de cuatro núcleos bastante flojo de Mediatek y solo 8 GB de memoria interna. ¿Cómo puede ser posible pensar que con estas características el smartphone vaya a funcionar fluido? La respuesta es Android Go. Esta versión de Android está aligerada y optimizada para un hardware poco potente. En los primeros minutos, el Nokia 1 da la sensación de ser sorprendentemente rápido, pero al poco de usarlo empiezan a verse los problemas que esconde.

El dispositivo solo trae preinstaladas unas pocas aplicaciones de Google que, por lo general, consisten en la versión Go. En estas aplicaciones se dejan a un lado los «lujos» con el fin de minimizar su tamaño y los recursos necesarios. Y lo consiguen, hasta llegar a la disfuncionalidad: Maps Go, por ejemplo, es una absoluta decepción, ya que se trata de un wrapper del sitio web móvil, sin navegación paso a paso y un rendimiento pobre en general. Gmail Go, por otro lado, funciona sin problemas, aunque de vez en cuando se engancha y se queda un poco colgado.

Nokia 1 con tiempos de espera incorporados

Llegamos al problema fundamental del Nokia 1: a pesar de la baja resolución de pantalla, el dispositivo se cuelga unos instantes con relativa frecuencia, teniendo que sufrir tiempos de espera, algo que al principio puede pasar desapercibido, pero que a la larga se nota. Incluso sin tener muchas aplicaciones adicionales instaladas (de hecho, solo con WhatsApp), el Nokia 1 sale de stand-by después de dos segundos para mostrar la pantalla de desbloqueo. Iniciar una aplicación o cambiar de una a otra es algo que también tarda un rato. Incluso puede llegar a pasar casi un segundo hasta que aparece el teclado.

Al cambiar entre aplicaciones Android utiliza un truco: en la vista general de las aplicaciones se muestra una captura de pantalla, que permanece en pantalla hasta que la aplicación es capaz de mostrar su propia interfaz de usuario. La captura de pantalla que se utiliza es de baja resolución, por lo que se ve con poca definición. Al cambiar a otra aplicación en el Nokia 1 vemos esta pantalla borrosa durante algo menos de un segundo, hasta que la aplicación está activa.

En resumidas cuentas: no esperéis un gran rendimiento. En el uso diario del Nokia 1 nos encontramos con que se queda colgado un instante o va a tirones, algo que, por otra parte, probablemente no será una problema para ciertos usuarios. Durante las pruebas tuve que recordarme a mí mismo que no estaba ante lo último en rendimiento, sino que aquí de lo que se trata es de tener funcionalidad sin lujos.

A parte de los tirones al iniciar las aplicaciones hay que decir que con el Nokia 1 se puede chatear y llamar por teléfono perfectamente. En las pruebas que he hecho solo tenía en mi Nokia 1 las aplicaciones y las cuentas más necesarias. En concreto, WhatsApp y Facebook (en este último utilizando la aplicación Lite). Otros muchos servicios los utilicé a través del navegador. Más adelante hablamos sobre escuchar música y mi servicio de mensajería favorito, Threema. Para llevar a cabo estas tareas, el Nokia 1 es suficiente

¿Más memoria a través de la tarjeta microSD?

Precisamente el hecho de tener tan poca memoria interna hace que sea interesante expandir la memoria a través de una tarjeta microSD. Debido a las peculiaridades de Android, se recomienda formatear la tarjeta como una memoria interna. De lo contrario, la tarjeta no os servirá para guardar las aplicaciones y los datos de estas. Dicho y hecho. La tarjeta de 64 GB de Samsung que utilicé tenía velocidad más que de sobra, pero el sistema hacía que se volviera lenta.

Está sensación también se confirma en el benchmark Passmark Disk, que pasa de 36 551 puntos a 24 576 puntos. Algo que se nota al utilizar el dispositivo, puesto que las aplicaciones tardan más en arrancar y en instalarse. Además, la tarjeta de memoria utilizada cuesta entre 40 y 50 euros, lo que tira por los suelos la relación precio-rendimiento del Nokia 1

La multitarea arruina el uso diario

Al final, lo más decepcionante es el rendimiento multitarea. Si nos ponemos a escuchar música a través de unos auriculares Bluetooth (puesto que a través del conector de los auriculares suena fatal), leemos unos correos electrónicos y visitamos algunas páginas web, entonces Spotify se nos apaga más rápido de lo que se tarda en cambiar de tarea. O sea, no podemos mantener Spotify de forma estable en segundo plano. Mal negocio.

Threema y Twitter se adaptan mejor al gestor de aplicaciones de Android Go, ya que no hay problema en que el sistema las elimine de la memoria temporal si el dispositivo la necesita para otras tareas. Por otra parte, a pesar de no ser especialmente atractivo por el tamaño de la pantalla, el streaming de vídeo tipo Netflix funciona correctamente.

La base del software es un claro punto a su favor: Android Oreo tiene la versión 8.1 y los parches de seguridad son de abril de 2018. Todavía nos queda una pequeña esperanza de que Nokia pueda optimizar un poco el software y elimine los problemas de rendimiento que hemos comentado

Un batería correcta y unas sensaciones buenas al cogerlo

Unas palabras más sobre la sensación al coger este smartphone de dimensiones realmente reducidas. La parte posterior de plástico se puede quitar y reemplazar con otros colores. A pesar de su reducida pantalla, el Nokia 1 no es tan compacto como cabría esperar. Esto se debe a sus bordes, que son bastante anchos. A pesar de todo, es más pequeño que el resto de smartphones económicos actuales. Al comprarlo, en la caja encontrareis un cargador y su correspondiente cable, así como unos auriculares.

Durante las pruebas con un uso moderado, la duración de la batería es correcta. Con uso moderado nos referimos a alguna que otra llamada de teléfono, SMS y WhatsApp, además de navegar un poco en internet sobre la marcha. En este escenario hay que cargar el Nokia 1 cada dos o tres días. Quien necesite más del Nokia 1 tendrá que usar el cargador más a menudo. Aunque probablemente alguien que necesite más debería buscar a corto plazo otro smartphone.

Nokia 1 – Especificaciones técnicas