No solo más rápido: el salto de 4G a 5G es enorme
Hasta la introducción de LTE, la generación de teléfonos móviles con la abreviatura 4G, el requisito era el mismo con cada salto tecnológico: más rápido, más rápido, y siempre más rápido. La cuestión era acelerar el envío y recepción de datos al máximo. Con la quinta generación de telefonía móvil, la velocidad de transmisión también aumentará, pero eso no es todo lo que hace que el 5G sea tan importante.
En teoría, la tecnología LTE permite velocidades de transmisión de hasta 500 MB (más rápidas que las líneas DSL o de cable en casi todos los hogares. En el uso diario, nuestros smartphones pueden aspirar como máximo a una décima parte de dicha velocidad, pero debemos admitir que esa pequeña parte ya es suficiente para la mayoría de las cosas. En 2018, el promedio de las conexiones privadas a la red fue de 24 MB.
La tecnología 5G puede transmitir los datos aún más rápido, pudiendo llegar hasta los 10 GB, multiplicando la rapidez del LTE unas veinte veces. Tal velocidad podría representar el aspecto más destacado de la nueva tecnología, pero hay más. Mucho más.
Reacciones rápidas como el rayo
Los períodos de latencia son un factor clave en la importancia del 5G. Más específicamente, están por debajo del milisegundo. Esto significa que las redes y terminales se comunican de una forma mucho más directa que en una red LTE, donde la latencia suele ser de entre 10 y 50 milisegundos. No parece mucho, pero la diferencia es decisiva.
La rapidez de reacción de la red es importante, entre otras cosas, para el control de vehículos autónomos. A una velocidad de 100 km/h, un coche cubre una distancia de 27,78 metros por segundo, así que hasta la ventaja más pequeña en la rapidez de reacción cuenta. Esto también se aplica al control de plantas industriales, robots, drohnes y demás dispositivos para los que se está preparando la tecnología 5G.
La agonía de la elección
Con 5G, las redes también serán más flexibles. El número de dispositivos posibles en una red es significativamente mayor, lo que nos lleva a pensar en un desarrollo hacia más y más dispositivos interconectados. También en este caso, la atención se centra inicialmente en la industria, los robots, los sensores, los vehículos, los contenedores y etc.
Las redes 5G pueden configurarse de diferentes formas, dependiendo del propósito deseado. El caso en el que se den simultáneamente los 10 GB, minilatencias y miles de dispositivos conectados no será tan habitual, pero el sistema proporcionará a los operadores de redes la flexibilidad que necesitan. Eso sí, la expansión de la red será bastante costosa, ya que, en la mayoría de los casos, las antenas 5G tienen un alcance mucho menor al de las redes LTE y, por lo tanto, tienen que instalarse en mayor cantidad. Pero como demuestran los beneficios: a la larga, valdrá la pena.
La red 5G no es la muerte del LTE
Además, la introducción de la tecnología 5G no implica la extinción del LTE, sino todo lo contrario. En muchos casos, los usuarios no necesitarán los beneficios del 5G en absoluto, y los terminales 5G decidirán automáticamente qué red utilizar. Esto también se notará en la duración de la batería, ya que el 5G consumirá significativamente más energía que el 4G.
Sí va a dar un salto tan grande en la mejora de internet esperemos que no se demore mucho. Bien venido sea.