Louis Vuiton y Montblanc: los smartwatches más caros de la IFA 2017

Montblanc Summit: comprando elegancia a un precio elevado

La verdad es que el Montblanc Summit no es precisamente un smartwatch pequeño y discreto. Aun así es chic y elegante. La carcasa, que está hecha de acero inoxidable o titanio, mide entre 44 y 47 mm, dependiendo del modelo. Por lo que el Montblanc Summit es un poco demasiado voluminoso para las muñecas delgadas, si bien es cierto, que para otras muchas personas tendrá un tamaño adecuado. El acabado del reloj es perfecto, la correa de cuero es un poco rígida al principio, pero también de muy buena calidad. Lo que no da una impresión visual tan buena es su corona de acero inoxidable en el lateral, puesto que es un adorno puro y duro, y ni siquiera se puede girar. Esto es algo que Montblanc se podría haber ahorrado. Aunque también es cierto que el tema «ahorro» no tiene mucha importancia en general en su grupo objetivo de compradores.

El watch face que lleva preinstalado Montblanc tiene un estilo propio de los relojes más clásicos y gusta por su elegancia simple. En su interior cuenta con un Qualcomm Snapdragon Wear 2100, y como sistema operativo utiliza Android Wear 2.0. El Summit tiene certificación IP68, lo que, según el fabricante, protege contra la lluvia, el sudor e incluso nos permite lavarnos las manos. Aunque no se menciona de forma explícita que esté protegido contra inmersión. En la gruesa carcasa de 12,5 mm del smartwatch de Montblanc nos encontramos, además, con 4 GB de memoria interna y una pantalla con 400 x 400 píxeles, así como un pulsómetro.

Raj Talluri, senior vicepresident from Qualcomm ha mencionado en su intervención en la IFA2017 Next, que hasta la llegada de la ioT, muchas de estas empresas no podrían entender el mundo smartwatch, pero gracias a la colaboración entre empresas, han logrado entrar con sus propios dispositivos en el mercado, lo que les da una nueva visión de mercado.

Louis Vuitton Tambour Horizon: muestra lo que tienes

El Louis Vuitton Tambor Horizon no cuenta con una corona, el fabricante se limita a un botón normal. En su diseño es casi lo único normal. El Tambour Horizon tiene una carcasa redonda de 42 mm que es cóncava en sus lados. Alrededor de la pantalla, cuyos exclusivos diales son muy coloridos y fragmentados, encontramos una escala de 24 horas. Louis Vuitton no escatima a la hora de incluir por todas partes su logotipo y el nombre de la empresa. Lo podemos encontrar en la parte superior, lateral e inferior del Tambour Horizon. Claro, hay que enseñar lo que llevamos puesto.

Desde el punto de vista técnico, al reloj de Louis Vuitton le faltan cosas que en otros dispositivos similares son estándar. Así, no hay un enganche estándar para poder poner correas de otros fabricantes y tampoco contamos con un pulsómetro en la parte inferior. Aunque esto es algo que debemos perdonarles, puesto que no hay que olvidar que el Tambour Horizon está pensado para ser un accesorio caro, para eventos de alto nivel y no para ir corriendo todo sudado por el parque. Su pantalla, de 390 x 390 píxeles, está protegida con cristal de zafiro contra los arañazos. Louis Vuitton no indica que su smartwatch tenga una certificación IP, pero promete que el Tambour Horizon es «resistente al agua hasta 30 metros». Su procesador y su sistema operativo son los mismos que en el Montblanc Summit. La batería del Tambour Horizon dura unas 22 horas. Esto es suficiente para un cóctel de recepción, para pasear por la alfombra roja o para un baile de gala, pero parece algo escaso para un largo día de trabajo.

Lucir uno de estos nombres, sobre todo Louis Vuitton, no sale barato

Quien quiera lucir uno de estos smartwatches nobles en su muñeca va a tener que rascarse el bolsillo. El Montblanc Summit cuesta entre 890 y 1070 euros, un montón de dinero, pero no tanto como el modelo de Louis Vuitton. El Tambour Horizon en color negro cuesta 2800 euros. Por este precio, realmente ya no se está comprando tecnología, sino simplemente el nombre.