¿Huawei es el nuevo Samsung?

¿Cuántos de vuestros amigos o familiares tienen un smartphone Huawei en el bolsillo? ¿Y cuántas veces habéis escuchado a alguien decir: "Tengo que comprarme un smartphone nuevo, y creo que voy a elegir un Huawei"? Si pienso en mis amigos o mi familia, ya hay unos cuantos que han decidido comprarse un dispositivo de la marca china. Y no es sólo una experiencia personal. ¿Por qué? No hay una única razón sino varias.

Huawei en los últimos años ha demostrado de qué pasta está hecho. Ha dejado claro a los usuarios que sus dispositivos son buenos y capaces de satisfacer sus necesidades sin pedir cifras estratosféricas (olvidaos del nuevo Mate 10 Pro Porsche Design, eso es otra historia).

Huawei parece haber ido recogiendo las características e ideas más interesantes de la competencia para luego implementarlas en sus dispositivos a precios más competitivos.

Y lo ha hecho dando pequeños pasos, aprovechando su experiencia en el mundo de las telecomunicaciones para meterse en los bolsillos de los europeos. Los primeros dispositivos Huawei que llegaron al mercado parecían una copia del iPhone de Apple. Las semejanzas no solo estaban en el diseño sino también en la interfaz del software, pero no podían presumir de la madurez digna de Cupertino. Además, el aspecto y el software siempre han sido dos de los puntos fuertes del iPhone: ¿por qué no inspirarse en lo que parece complacer a los usuarios? Pero Huawei no solo eligió a Apple como su musa inspiradora. La carrocería de aluminio del Mate S y su cuerpo, por ejemplo, recuerdan al HTC.

Huawei parece haber tomado de sus rivales las características o en algunos casos las ideas más interesantes para luego implementarlas en sus dispositivos y proponerlos a un precio más bajo que la competencia. Y así esa aura de marca china y, por lo tanto, poco de fiar se ha ido disipando lentamente. El software, entre tanto, se ha ido mejorando, la tecnología de la casa (los procesadores Kirin y las antenas) es una garantía, el aumento del número de centros de asistencia para tranquilizar los temores de los usuarios, y también abrieron las primeras tiendas físicas como la de Milán.

Huawei es un tren en marcha que mira a su alrededor, busca entender a los usuarios y rivales y encara el futuro centrándose en la innovación

La marca luego intentó anticiparse a sus rivales, como sucedió con el P9, el primero en ofrecer una doble cámara posterior que hoy en día se da por descontada. Para ofrecer características valiosas para los usuarios Huawei decidió colaborar con especialistas en la materia, como Leica para las lentes, Porsche para la línea Design, Harman / Kardon para los cuatro altavoces de la MediaPad M3, Alexa para los afortunados Mate 9 estadounidenses. Un movimiento inteligente que les permitía cubrir sus propias debilidades y satisfacer las necesidades de los usuarios apoyándose en nombres conocidos y apreciados.

Y luego está el marketing. En Italia hay carteles de Huawei en todas partes, y no solo en Italia, aunque aquí en Alemania tengo la impresión de verlos mucho menos. En la televisión y en las revistas Huawei es el protagonista en diferentes contextos: desde el deporte con figuras como Lionel Messi, o el mundo del entretenimiento con Scarlett Johansson. Huawei está en todas partes, como pasa con Apple. ¿Será por casualidad que ambas estén entre las dos marcas más vendidas en Italia? No creo.

Los productos y servicios de la marca china se diversifican y ya ofrece no sólo smartphones y tabletas, sino también SmartWatch, SmartBand, alojamiento en a nube y IoT en colaboración con la Universidad de Toronto, inteligencia artificial, 5G.... Parte de los beneficios se invierten en investigación e innovación desarrollada en diversos centros específicos, ubicados en diferentes países del mundo, incluida Italia.

Huawei es un tren en marcha que mira a su alrededor, busca entender a los usuarios y rivales y encara el futuro centrándose en la innovación. Ya se ha hecho un nombre en el mercado y eso se ve en el hecho de que los clientes entran en las tiendas de telefonía y piden un smartphone Huawei sin preocuparse por el modelo y (a menudo) sin conocer las diferencias entre las diversas líneas de productos. Como sucedía hace un tiempo con Samsung. Además de los buques insignia, la línea P Lite en ese sentido ha ayudado mucho, como la línea J y Galaxy A de los rivales surcoreanos por otro lado.

Nadie pone mala cara ya ante el nombre de la marca pronunciada erróneamente en todo el mundo. Ahora a Huawei le toca seguir ofreciendo buenos productos sin aumentar demasiado los precios, integrando la mejor tecnología a la que tiene acceso y anticipando tendencias, entendiendo antes que los demás qué  cosas impulsarán el mercado en los próximos años. Y así, en el futuro cercano, podrá encabezar las clasificaciones de los fabricantes de smartphones.