Tres días con el Mate 20 Pro: una obra maestra con algún defecto

El Mate 20 Pro es un smartphone maravilloso, no lo podemos negar. A mi colega Basti le recuerda mucho al Galaxy S8 cuando lo tiene en la mano. Yo personalmente no veo tantas similitudes. La interfaz se siente diferente, puede que incluso más refinada, el fino patrón en la superficie de mi dispositivo de prueba muestra un resplandor muy vistoso, y el botón rojo de encendido muestra un contraste llamativo. Un acabado perfecto.

Desde hace algunas semanas, estoy usando el Huawei P20 Pro, que ya había probado durante la primavera. Ambos dispositivos tienen un tamaño parecido, solo que el Mate 20 Pro es un poco más largo y unos milímetros más fino. Los bordes más delgados y la superficie curvada de vidrio permiten que el Mate 20 Pro sea mucho más manejable que el P20 Pro, con el mismo tamaño. Pero la fina estructura en la parte posterior del Mate 20 Pro hace que el móvil sea más sensible a las marcas de los dedos, y no necesariamente más resistente a los resbalones.

El Smartphone más rápido de Huawei

El Mate 20 Pro es el smartphone más rápido de Huawei que yo haya utilizado nunca. Las aplicaciones se inician mucho más rápido que en el P20 Pro, todo en general tiene un funcionamiento más veloz y fluido. Todo el trabajo que Huawei ha puesto en obtener menores tiempos de reacción ha valido la pena. Esto no se debe solo a la EMUI 9, que ya está implementada en mi P20 Pro. El Kirin 980 es un poco más rápido que el Kirin 970 del año pasado.

Hablando de EMUI: el software actual de Huawei me gusta más que en su versión anterior. La configuración de sistema es mucho más clara, todo tiene un aspecto más simple y moderno. Pero bueno, como siempre la estética es cuestión de gustos. Algo a su favor es que el usuario puede decidir si quiere la interfaz con o sin cajón de aplicaciones. Sería aún mejor si el cajón se pudiese abrir con un gesto deslizando el dedo desde abajo hacia arriba, en lugar de tener que tocar el icono correspondiente.

Lo que no me gusta tanto es el notch, que ha quedado bastante ancho y que no ofrece tanto lugar para iconos en las pequeñas partes de pantalla a la izquierda y a la derecha. Y es muy molesto que no exista ninguna posibilidad de desactivar los iconos de NFC ni de Bluetooth para poder dejar más lugar a las notificaciones.

Huawei tiene que mejorar el reconocimiento facial

En el notch se encuentran, además de la cámara frontal y el auricular, los componentes para el nuevo reconocimiento facial 3D con módulo infrarrojo. La función va rápido, incluso en la oscuridad, pero tiene un problema: no logra distinguir mi rostro del de mi colega Christopher. Encontraréis más detalles sobre el caso en este artículo. Probablemente se trata de un problema de software, pero Huawei debería solucionarlo lo antes posible. El lector de huellas dactilares funciona perfectamente.

Una parte especialmente buena del Mate 20 Pro es la cámara. Esto se debe al nuevo objetivo gran angular, que siempre he encontrado genial en LG, y que en el nuevo Mate, junto con las otras dos distancias focales, da lugar a una mayor cantidad de posibilidades creativas. También es especialmente bueno el modo Macro, que usa una distancia focal de 16 mm. Os contaré más sobre esta cámara pronto, en el análisis detallado.

En cuanto a autonomía, hasta ahora la duración de la batería del Mate 20 Pro ha sido excelente. La carga con 40 vatios va muy rápido. La tarjeta NM para ampliar la memoria es un poco rara y hace falta un tiempo para acostumbrarse, pero es mejor que nada. Lo demás lo veremos en los próximos días, el Mate 20 Pro tiene muchas funciones más que vale la pena descubrir.

¿Qué os parece el Huawei Mate 20 Pro? ¡Comentarios bienvenidos!