100 días con el Honor 8 Pro: Una buena elección
Ya han pasado más de 100 días tras haber hecho oficial y empezado a comercializar la primera phablet de Honor, tiempo más que suficiente para poder hacerse una idea general de sus cualidades, pero también de sus defectos. La intención del fabricante chino detrás del Honor 8 Pro era subir aún más de gama, pero ¿lo ha conseguido? Para mí sí, sin ninguna duda.
Aunque no es original, su diseño es resistente
Después de su lanzamiento, uno de los principales reproches que ha hecho la gente estaba relacionado con el diseño poco original y su obvio parecido con el modelo de iPhone. Sin embargo, una vez que lo coges con la mano, te das cuenta de que no son tan parecidos, especialmente para aquellos que, como yo, tienen el modelo de color azul. Y es que, efectivamente, hay diferencias, como la presencia del sensor de huella dactilar trasero y las rayas visibles en la parte superior e inferior de la parte posterior. Al menos nadie de mi entorno me ha mencionado nada al respecto, aunque sí que es cierto que el modelo en negro, yo creo, podría dar algo más de pie a la confusión.
Aunque es cierto que en la parte estética el Honor 8 Pro no destaca demasiado, sigue siendo un smartphone muy bonito gracias a su carcasa metálica de una sola pieza y a su atractivo acabado. No ofrece la elegancia o la originalidad de un LG G6 o un Galaxy S8, con las pantallas curvas, pero es más sólido y robusto. Después de tres meses usándolo, puedo asegurar que el smartphone es resistente porque se me ha caído de las manos y del escritorio millones de veces, y en diferentes tipos de suelos (incluyendo cemento), pero ni el cuerpo del dispositivo ni el marco que lo bordea han sufrido las consecuencias de las caídas.
Tiene buen rendimiento, pero el teléfono se sobrecalienta
Este smartphone es el más caro de la gama de la marca Honor, por lo que sería lógico, a mi modo de ver, que fuese bueno en este sentido. A mí no me ha decepcionado. El smartphone ha cumplido lo que vimos durante nuestra prueba, un rendimiento excelente gracias al procesador Kirin 960 (ya visto en el Mate 9) y 6 GB de memoria RAM. La multitarea es rápida, y también abrir las aplicaciones, los tiempos de espera son cortos y se porta bastante bien con los juegos 3D. Si se compara con un HTC U11 (Snapdragon 835) o un LG G6 (Snapdragon 821), el rendimiento del Honor 8 Pro sigue siendo menor, pero las diferencias son mínimas, sobre todo si se usa de manera ordinaria. Por 549 € obtienes lo que pagas.
Su rendimiento tiene un inconveniente: el smartphone se sobrecalienta de forma bastante fácil
Sin embargo, su rendimiento tiene un inconveniente, y es que el smartphone se sobrecalienta fácilmente en momentos de alto rendimiento. La temperatura que puede llegar a alcanzar no va a hacer que el teléfono explote, pero si hace mucho calor, como ha sido el caso de este verano, puede ser molesto para las manos. También he observado este fenómeno de sobrecalentamiento cuando se pone a cargar varias veces.
Perfecto para la experiencia multimedia
El formato del Honor 8 Pro y su pantalla de 5,7 pulgadas hacen que este teléfono sea un dispositivo perfecto para la experiencia multimedia. Ver videos o surfear son algunas de las cosas con las que se puede apreciar la inmersión que ofrece una pantalla con una diagonal de tales dimensiones. También se puede utilizar para realidad virtual gracias a su alta definición y a las gafas que vienen en la misma caja, son un poco chisme, pero permitirá a muchos usuarios iniciarse en esta experiencia. En cuanto al sonido, el Honor 8 Pro también se defiende bastante bien. La salida de audio es impecable, la distorsión casi inexistente y la dinámica es bastante amplia. Sin embargo, el altavoz es un poco decepcionante.
En lo que se refiere a fotografía, el Honor 8 Pro no guarda ninguna sorpresa. Cuenta con un sistema de doble cámara, una que captura los colores, y la otra el blanco y negro. Los dos sensores de imagen Sony IMX286 de 12 megapíxeles de “3. ª generación” con una apertura f/2,2 ofrecen resultados satisfactorios, aunque no tan buenos como los de un Google Pixel o un Galaxy S8. La definición de los colores está bien y el contraste es bastante bueno. Con poca luz, el contraste es casi el mismo con una buena dosis de alisamiento y grano. Hay que hacer una mención especial a la cámara frontal, que logra capturar una buena cantidad de luz y tiene un nivel de detalle satisfactorio. En general, me parece que el Honor 8 Pro se adapta bien a la gran mayoría de los usuarios, para que no tengan que estar toqueteando la aplicación para obtener el mejor resultado, como pasa con el Huawei P10.
Por si fuese poco, la interfaz del software del Honor 8 Pro es bastante fluida y se le hace un control regular. Durante bastante tiempo, los smartphones de Honor (y Huawei) han sufrido con la interfaz de software EMUI, muy poco original y parecida a la de iOS, y sin tener prácticamente actualizaciones. Afortunadamente, el fabricante chino ha evolucionado y ha revisado la interfaz. El parecido con Apple sigue estando presente, pero ahora Honor ofrece muchas posibilidades para personalizarlo, como la de activar el centro de control o cambiar los botones de navegación.
Después de 100 días de uso, no ha habido ningún error en la interfaz, e incluso Honor ha publicado regularmente actualizaciones para el Honor 8 Pro que, en estos mismos momentos, cuenta con un parche de seguridad del mes de julio. Esto es, a mi modo de ver, una de las mayores satisfacciones que ofrece este smartphone. El fabricante chino ha entendido y escuchado a los usuarios, y ha añadido elementos (como el centro de control) y mejorado sus smartphones con actualizaciones regulares. Ahora solo cabe esperar para la actualización de Android Oreo que tendrá lugar en unos meses.
Algunas críticas
En general, el balance es bastante satisfactorio. El Honor 8 Pro tiene algunos pequeños defectos, empezando por un DAS más bien elevado. Como recordatorio, el DAS es un índice de velocidad de absorción específico que permite indicar la radiación o la emisión de rayos que emite un teléfono móvil. Este valor se expresa en W/ kg y proporciona información sobre la posible nocividad de un teléfono. Honor nunca ha sido un alumno brillante en esta materia y con el Honor 8 Pro lo ha demostrado una vez más. El smartphone emite unos niveles DAS bastante elevados: 1,28 W/ kg en la cabeza y 1,27 W/ kg en el cuerpo.
Otro punto importante es que el Honor 8 Pro es compatible con la mayoría de bandas de frecuencia 4G/LTE, excepto la de 700 MHz.
¿Qué si recomendaría el Honor 8 Pro?
¿Cuál es la conclusión final para este Honor 8 Pro? Para mí, es un smartphone excelente, es ergonómico a pesar de su formato, con una buena relación calidad precio. Es más asequible, pero igual de potente que un Mate 9, además, la phablet de Honor cuenta con una definición QHD que el smartphone de Huawei no tiene, y que permite utilizar la realidad virtual fácilmente. En general, ofrece mucho por un precio asequible, y además destaca por el equilibrio de su rendimiento. Es verdad que no ofrece la originalidad y el atractivo de un Galaxy S8 Plus, o incluso de un LG G6, pero el Honor 8 Pro ofrece un equilibrio perfecto de prestaciones para la mayoría de los usuarios.
¿Qué piensas del Honor 8 Pro? ¿Tienes uno?
Tengo el móvil desde su salida en España. Es espectacular en todos los sentidos. Le doy mucha caña y no se me ha colgado jamás. La batería es alucinante, y su carga, aún más. No puedo hablar de lo que no he tenido, pero sí de éste. Lo compraría de nuevo sin pensar. Al que el logotipo de turno no le importe, se lo recomiendo. Eso sí, poner funda. Es frágil, como todo gama alta.
Estamos llegando a un punto en el que somos poco exigentes con lo que pagamos. A mi me parece caro para lo que ofrece, y si ya en rendimiento está por debajo de un LG G6, el cual tengo y no es ninguna maravilla en ese aspecto..
..."Si se compara con un HTC U11 o un LG G6 (ambos con un procesador Snapdragon 825)"...
¿Qué no es un 835?
Aquí a habido un lost in translation importante, el U11 tiene un 835 y el G6 un 821, que tampoco son lo mismo. Gracias por el aviso!