¿Ha perdido la familia Nexus su identidad?

¿Qué tienen de raro?

Los Nexus, desde su inicio, han tenido una intención clara: que los desarrolladores aprendan, se les haga la boca agua y mantengan el mundo Android activo y divertido gracias al desarrollo de aplicaciones y ROM`s. La filosofía sigue siendo parcialmente la misma, y digo parcialmente porque antes era casi exclusivo para los desarrolladores, pero ahora están hechos para el gran público, pensando en el dinero extra que les va a reportar. Esto no es necesariamente malo, porque tener una experiencia Nexus es algo que todo el mundo debería probar al menos una vez en su vida.

La parte mala de esto es que parte de su encanto se ha perdido, ha pasado a convertirse en un smartphone más, sin gran cosa que mostrar y sin nada diferencial. Por eso, respondiendo a la pregunta de ¿qué tienen de raro?, en mi opinión es que ahora son smartphones del montón (muy fluidos, pero del montón), antes tenían un encanto especial.

Ya no hay sólo un smartphone Nexus

Una cosa que habíamos visto hasta ahora es que cada año salía un único smartphone Nexus, dando a entender que Google no quiere desesperadamente la mayor cuota de mercado posible, sino que, sin pisotear a sus aliados, quiere ofrecer algo único para un público en concreto, y al que no le guste, sus aliados tienen smartphones de todos los tipos. Todo esto da la sensación de que Google quiere tener una mayor presencia en el mercado, y la forma más fácil es ofreciendo más smartphones para ampliar la cantidad de clientes potenciales.

Este año, en lugar de servirse de un único Nexus, ha decidido aliarse con dos compañías: LG (por tercera vez) para sacar el Nexus 5X y Huawei para sacarl el Nexus 6P (fruto del magnífico trabajo que están haciendo este año) para apostar por el terreno de los smartphones y el de los phablets respectivamente. Es seguro que tendrán más compradores que el año pasado (Google se arriesgó bastante al sacar un phablet de grandes dimensiones) dado que ahora son dos los dispositivos que aparecerán en el mercado, pero tengo la sensación de que Google este año se ha limitado a ir a la moda en lugar de tratar de crear ellos una por sí mismos.

Disparidad en los precios

Pude estar en la presentación de Madrid del Nexus 5X y se confirmaron los precios de este terminal. Resulta extraño ver como la diferencia entre el precio en los Estados Unidos y España es inusualmente grande. Estamos acostumbrados a que haya una cierta diferencia (sobre todo al convertir los dólares en euros), pero lo que ha sucedido con los Nexus de este año se sale de lo normal. En esa presentación alguien preguntó acerca de esto, a lo que la persona encargada respondió únicamente "política de empresa". Para mí es como si respondiera "pues se ha quedado buena mañana".

Bien podría ser por un incidente diplomático, que se les apareció Jack Sparrow ebrio y se puso a bailar sevillanas o que un alienígena les obligó a comer coliflor hasta que decidieran cambiar los precios para Europa. Estoy teniendo en cuenta que el precio en dólares que se anunció no incluye impuestos (dado que cada estado tiene una tasa de impuestos diferente) y hay que tener en cuenta el valor del euro frente al dolar, los impuestos de cada país, la distribución y todas esas cosas de empresas, pero aun así la diferencia de precio es bastante mayor que en años anteriores. Y no quiero ni mencionar lo que les costará a nuestros amigos latinoamericanos, a quienes un terminal de gama media les sale por un riñón y parte del hígado.

Falta de riesgos

De una u otra forma, cada generación de la familia Nexus ha decidido añadir un toque personal a sus terminales más allá de Android puro y poner la palabra Nexus en su parte trasera. Incluso en Nexus 5, hermano mellizo del LG G2, puso algo de su personalidad (ese tacto gomoso que tan cómodo resultaba a las manos). Pero este año esa personalidad extra que daba Google a sus terminales no la veo. Como mucho en el Nexus 6P se ha dado el salto al cuerpo metálico y un diseño bastante elegante, pero no lo veo muy diferencial respecto a los mejores terminales de Huawei.

El caso concreto del Nexus 5X, que pude probar, tocar y sobar en la presentación, tenía la sensación de era, en parte, reciclado del Nexus 5. Un diseño realitivamente similar, nada innovador y la sensación de ser un dispositivo un tanto vulgar. Es cierto que la culpa no es sólo de Google, sino que sus fabricantes debieron tener cierta iniciativa para hacer del sus Nexus algo diferente, pero la gran G debería de haberse puesto más exigente puesto que son ellos los que venderán los terminales.

Lo curioso es que Google ha elegido este año a dos compañías a las que el riesgo no les da miedo, y en lugar de pedirles algo que deje al público con la boca abierta (ambas compañías tienen esa capacidad de sobra), Google deja que fabriquen terminales aburridos en comparación a lo que serían capaces de hacer. No niego que el Nexus 6P sea atractivo (y hasta le invitaría a cenar), pero creo que Huawei pudo haber salido con algo aún más diferenciador en lugar de contenerse. Su parte trasera es muy atractiva, pero su asignatura pendiente está en la delantera, donde es algo "normalucho". Espero que el próximo año decida sacar el látigo y exija un diseño que haga hablar a todo el mundo sobre su originalidad.

Incoherencia

Hay dos cosas en las que Google no ha mantenido la coherencia: una de ellas es muy buena y la otra es infelizmente mala. Empezando por la buena, me alegro mucho, muchísimo, de que se hayan tomado realmente en serio el tema de la fotografía. Ya era hora. No pude probar la cámara del Nexys 5X en profundidad, pero lo que he visto me ha gustado bastante. En las generaciones anteriores hemos visto como sus cámaras no eran malas, pero tampoco algo digno de mencionar. Este año sí, y me alegro de que Google haya decidido eliminar esa costumbre, porque ahora se sitúa fácilmente en el top 5 de mejores cámaras de Android sin ningún problema.

La otra parte, la mala, es el hecho de no aprovechar todas las bondades de su nueva versión de sistema operativo. Hablo del hecho de que no se ha incluido ranura para tarjetas microSD, y estoy seguro de que no soy el único que se ha decepcionado por esto. Es muy bonito eso de que hayan incorporado el sensor de huellas y tal, pero lo que no es de recibo es no aprovechar el soporte nativo para tarjetas microSD de Marshmallow. La respuesta oficial a esta ausencia es "queremos apostar por los servicios en la nube, concretamente en Google Drive". ¿No sería mejor incluir la ranura y dejar que el usuario elija si prefiere una tarjeta microSD o guardar sus cosas en la nube?. Por el dinero que cuestan ya podrían.

Con todos estos puntos, creo que la familia Nexus ha perdido en parte su identidad, aunque no toda. A partir del próximo Nexus veremos si Google decide volver en parte a su origen (el Nexus One incluía slot para tarjetas microSD)  y recuperar ciertas tradiciones que inició con el Nexus 4 y Nexus 5 de buenos precios con un hardware muy bueno. ¿Crees que los Nexus siguen siendo Nexus o te cuesta reconocerlos echando la mirada atrás?.