Facebook añade la opción "Nacimiento de un hijo" y otros voyerismos
Facebook. Una red social que nos permite, si queremos, comunicar al resto información sobre nuestra vida. Al principio era algo muy básico: la edad, dónde hemos vivido, la música que nos gusta... En una primera etapa, en 2006, ya nos permitía añadir cierta información intrusiva como las preferencias sexuales, religión u orientación política. No gracias. Creo que esos detalles me los guardo para mí. Ahora Facebook da un paso más y podemos anunciar que esperamos el nacimiento de un hijo. Las redes sociales han cambiado la forma de ver nuestra intimidad. ¿Somos conscientes del peligro?
La nueva opción aparece en el cuadro de estado bajo la pestaña "Familia y relaciones". Solo tenemos que rellenar la siguiente información: el nombre del futuro padre del niño (podría ser una buena forma de que se enterara) y la fecha prevista de parto. No me sorprendería que más adelante se puedan añadir las ecografías de cada mes.
La carrera del "Me gusta"
Entonces pensamos en Facebook, pero no es el único. Todas las redes sociales participan de la misma dinámica: comunicar a cualquier persona del mundo cualquier aspecto de nuestra vida. El problema es que estamos usando Internet como si de un diario se tratase, pero en lugar de ser un libro oculto en algún cajón de nuestro dormitorio, está en un espacio abierto al que todo el mundo tiene acceso. Lo peor es que no nos damos cuenta y lo interpretamos como el escenario perfecto para optener popularidad, reconocimiento... En fin, un poco de fama, como si de una carrera se tratara. - "¿Estudias o trabajas" - "Yo cultivo el 'me gusta' ".
Lo siento, pero ¡no es importante!
Ha llegado el momento en el que hemos perdido la noción de privacidad. También perdemos de vista lo que realmente puede ser interesante acerca de nosotros mismos para los demás. ¿Cuántas fotos de desayunos vintages has visto últimamente? ¿Cuántos pies a la orilla del mar? En la época de las comunicaciones, nos comunicamos cero. Un pequeño ejemplo, remontémonos a las frases: "He desayunado una manzana y cereales" o "Ayer di un paseo en bici". Ambas frases creadas y articuladas para mantener un diálogo. Ahora hacemos una fotografía del desayuno y esperamos a que la gente responda con un "me gusta".
Hemos creado un nuevo concepto: la necesidad de reconocimiento en Internet. Cualquier persona puede tener su momento de gloria gracias a Youtube (me sobran los ejemplos), Facebook o Twitter. Eso sí: hay que pensar dos veces qué tipo de información damos a quién. Internet podría ser una perfecta red de comunicación anónima con un buen uso. Por desgracia, nunca podemos estar seguros de quién tiene acceso a nuestra información y para qué. Cuanto menos sepan de nosotros, mejor.
¿Qué opináis al respecto? ¿Ofrecéis información sin cuestionar su uso? ¿Vuestro perfil de Facebook es escueto o habéis rellenado todos los campos?
Si os gustan las ilustraciones de Nina, echad un vistazo aquí.
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