¿Cuánto estás dispuesto a gastarte en tu próximo smartphone?

Los fabricantes eligen el precio de los terminales, y no siempre es justo

Es lógico que el mismo que fabrica los smartphones sea el que decida el precio que debe tener en el mercado, pero al mismo tiempo puede ser un problema para el usuario. Los smartphones son herramientas muy útiles en nuestro día a día, que pueden satisfacer en casi cualquier situación las necesidades de sus usuarios, pero en más ocasiones de las que queremos admitir la cantidad a pagar por un terminal así es excesiva.

Hay honrosas excepciones a esto en las que ciertos fabricantes (mirando con ojos tiernos a Xiaomi) deciden darte la inmensa mayoría de las características de los mejores terminales a un precio que puede llegar a resultar increíble de lo bajo que es. Para que te hagas una idea, el Xiaomi Mi5 más caro (128 GB de almacenamiento y 4 GB de RAM) no llega a los 500€, algo que da mucho en lo que pensar.

Por desgracia la tendencia que sigue el fabricante chino no es la que siguen todos los demás fabricantes de renombre, pues nos encontramos con muchos smartphones de gama alta cuya versión más económica ronda los 700€, y prefiero no hablar de la versión más cara porque se me cae el alma a los pies y me da pereza agacharme. ¿Cuál sería el precio justo de un gama alta? Seguro que un precio inferior al que lo ponen.

Entiendo que fabricarlos tiene un coste, al igual que el empaquetado, la distribución, los accesorios adicionales que vienen en la caja (cable, cargador, auriculares, piruletas de regalo... esas cosas), publicidad, y varias cosas más que me estoy dejando. El problema es que el coste total del smartphone, si buscasen de verdad la cantidad de ventas, no debería llegar a las cifras que están llegando, y que casi seguro que se superarán en años venideros.

Apple, el fabricante más descarado

Esto no es nuevo, los iPhone se venden más caros que la inmensa mayoría de smartphones Android de gama alta. Los de Cupertino no tienen ni de lejos la cantidad de ventas que tienen algunos como Samsung, pero aun así ganan mucho más dinero. Hay que ser claros, Apple se las ha ingeniado de maravilla para sacar rentabilidad a sus terminales desde sus inicios.

Han conseguido hacer ver a muchos de sus clientes que tener un iPhone no es tener una herramienta, sino un modo de vida (en varios casos los famosos que usan un iPhone son un ejemplo de ello). Ojo, que también hay muchos usuarios que son conocedores de todas las opciones del mercado y aun así eligen iOS por gusto, comodidad o porque se adapta a su forma de usar un terminal, lo cual me parece muy inteligente.

La cuestión es que Apple, aunque por mucho que se quiera convencer de lo contrario, tiene unos precios excesivamente elevados a pesar de no ofrecer lo que otros fabricantes ofrecen. Pongo como ejemplo que no ofrecen un slot para tarjetas microSD, o una batería cuyos números no den risa, o un NFC compatible con los demás smartphones. La exclusividad se paga cara.

Nos gastamos más dinero en smartphones que en un ordenador

Esto es así aquí y en Plutón, y en parte tiene su razón de ser porque los smartphones (independientemente del sistema operativo) son, en parte, ordenadores de bolsillo y nos permiten estar al día de nuestras tareas mientras estamos en la calle o en una cafetería sin tener que cargar con el portátil.

El auge de la telefonía móvil ha conseguido que las ventas de ordenadores (de sobremesa y portátiles) hayan caído durante mucho tiempo, si bien sigue siendo un mercado rentable, pues siguen siendo necesarios los ordenadores de toda la vida para ciertas tareas. Pero no quiero entrar en las razones por las que un usuario renueva más frecuentemente su smartphone que su ordenador, cada cual tiene sus motivos, y todos ellos son aceptables.

A donde quiero llegar es a que nos gastamos más en smartphones que en ordenadores porque sus precios son, sobre todo en el caso de la gama alta, iguales o superiores a los de un sobremesa o portátil. Está claro que si eres un usuario que necesitas un hardware potente y no quieres estar atado a un cable, estás a merced de lo que el fabricante te quiera cobrar.

Y en latinoamérica la cosa es más grave aún

Creo que no exagero si digo que leído un centenar de comentarios de usuarios de diversos países de América Latina en los que se quejaban de los elevados precios de los terminales en sus países de origen. Y me parece que se quejan con razón, no hay más que ver que terminales por los que en Europa pagamos unos 400€, en países de Latinoamérica pueden pagar el equivalente a 700€.

Si tenemos en cuenta que en aquellos países la economía es menos próspera aún que en Europa y que para disfrutar de un mismo terminal tienen que pagar un 50% más, o incluso el doble, creo que poco se quejan los amigos de Latinoamérica. Creo que no estoy alucinando si digo que he leído en algún comentario que para disfrutar de un gama alta del año anterior (como un Galaxy S6) tienen que pagar el equivalente a alrededor de 1000€, son cifras que hasta dan miedo.

Allá por el 2012 tuve una conversación con una compañera argentina de mi anterior trabajo en la que me decía que en Argentina se estilaban, al menos en su entorno, Blackberry (y eso que por entonces ya estaban un poco obsoletos) y smartphones de gama media-baja, por los que aun así tenían que pagar precios dignos de un gama alta.

Desconozco si estos escandalosos precios son cuestiones políticas o simplemente que los fabricantes toman cosas raras antes de poner las etiquetas de los precios para el mercado latinoamericano (creo que nuestros amigos que residan en aquellos países me podrán orientar un poco mejor), pero lo que está claro es que allí la cosa sí que está cruda. Miedo me da saber lo que valdrá allí un HTC One A9, que aquí está por 600€ más o menos.

¿Cuánto te gastarías en tu próximo smartphone?

Esa es la pregunta del millón. Muchos lo queremos todo a un precio asequible, pero no puede ser, por lo que tenemos que mirar aquello que consideramos imprescindible para nuestro smartphone. Yo mismo procuraría no gastarme más de 400€ en un terminal, aunque ello implicase que fuera un gama alta del año anterior. Lo que tengo claro es lo que sí buscaría en mi futuro smartphone.

Lo que consideraría imprescindible sería una autonomía notable o sobresaliente, que tenga algo de soporte, una cámara decente (no tiene por qué ser la mejor), NFC y una interfaz relativamente ligera. Creo que no sería difícil encontrar un terminal así por el precio que estaría dispuesto a pagar. A día de hoy con mi Xperia Z2 estoy más que contento porque cumple con todo lo que pido y no tengo intención de cambiarlo a corto plazo.

Ahora es tu turno, y nos gustaría que nos contaras qué es lo que pedirías a tu futuro smartphone en el momento en el que te decidieras a renovarlo. Además dejaremos justo debajo una encuesta para que nos digas cuánto estarías dispuesto a gastarte en tu futuro smartphone. ¿Qué le pides a tu próximo terminal y cuánto pagarías por él?