Cómo convivo con iPhone y Android al mismo tiempo

Todo empezó hace algún tiempo

He perdido la cuenta de cuántas veces alguien me ha preguntado: pero si escribes sobre Android, ¿cómo es que utilizas un iPhone? Tampoco recuerdo cuántas veces he tenido que responder: me gusta el azul, pero solo tengo ropa de más colores.

Mi primer iPhone 5s lo compré antes de empezar a escribir en AndroidPIT. Sin embargo, cambié al iPhone 6 durante el tiempo en el que pasé a formar parte de la plantilla permanente de la página. Mi entusiasmo por el entorno Apple ya formaba parte de mi, especialmente después de alguna decepción con algún producto de Sony.

Era un seguidor de la marca japonesa, que empezó con Ericsson y pronto hizo carrera en solitario con su línea Xperia. El Xperia ZQ no era el teléfono más sexy de 2013, pero sí uno de los más caros que había adquirido hasta la fecha. La decepción llegó meses después, cuando Sony trajo su Xperia Z1 por un precio similar y un diseño mucho más logrado.

Una de las razones que me atrajeron a Sony era el aspecto de sus terminales. Desde mi punto de vista (puesto que el diseño es subjetivo) ningún terminal era mejor que el ZQ. Decidí conformarme con él y esperar a un posible Z2 que pensé que llegaría pasado un tiempo largo. No es eso lo que pasó; seis meses después del lanzamiento del Z1, apareció el Z2.

Eso es lo que marcó el fin para mí. Sony me la estaba jugando. No era Android en sí, sino el hecho de que el resto de buques insignia del momento (entre los que destacaban el Galaxy S4 y LG G2) me atraían demasiado, así que me decanté por el iPhone 5s.

Todo era un poco raro

Puedes imaginar lo que sentí al pasar de cinco pulgadas con Full HD a un terminal de unas dimensiones significativamente más pequeñas. El procesamiento era bueno, aunque iOS parecía algo limitado. Todo era un poco raro durante los primeros días, pero si algo me animó a seguir apostando por él era su fácil conexión con mi Macbook, que generaban un ecosistema estable.

El iPhone 6 apareció al mismo tiempo en el que avencé en micarrera laboral. No me lo pensé y me di el capricho. Por aquel momento estuve probando varios teléfonos Android que los fabricantes me enviaban. Pasé meses con modelos de Moto y Zenfones, entre otros.

Lo que pasó en este periodo fue bastante interesante. iOS me ayudó a entender Android mejor que nunca, y viceversa. Mi sentido crítico aumentó y mi conocimiento sobre ambos entornos se amplió. En lugar de juzgar uno u otro sistema, podía analizarlos imparcialmente.

Hice las paces con Sony

Decidí adquirir otro terminal Sony en 2016. Hice las paces y el terminal escogido fue el Xperia Z3+, que también se me ofreció a través de un ascenso en el trabajo. Era conscientes de los problemas de sobrecalentamiento, pero ese es un tema para otro artículo.

Poseedor de Android de nuevo, decidí explorar algunas cosas que no eran posibles con iOS, como rootear el teléfono. Las primeras semanas traté el dispositivo más como un conejillo de indias que como un teléfono.

¿Cómo he pasado todo este tiempo pasando de Android a iPhone?

Es tan fácil como respirar. El iPhone es responsable de mi parte productiva, de sincronizar emails y citas almacenadas en mi ordenador. También controla mis hábitos personales, como el ejercicio. Android es mi trabajo, el dispositivo que alberga mi tarjeta SIM durante más tiempo.

Es cierto que Apple impone el uso de sus aplicaciones nativas tanto en iPhones como en MacBooks, movimiento que defienden como parte de su integración de su sistema. Y es precisamente esta comunicación multiplataforma la que más me atrae del entorno Apple.

Android, por su parte, es un sistema económico. Las aplicaciones de Google funcionan en varias plataformas y generan una interconexión excelente. Las limitaciones del sistema operativo pueden solucionarse con aplicaciones de terceros, gratis o de pago.

Las aplicaciones nativas de Apple son algo básicas, pero la calidad de las soluciones de terceros llegan antes y, generalmente, añaden un valor añadido al sistema. Abandoné el servidor de emails de Mac e iPhone y comencé a utilizar Airmail, que ofrece una gran cantidad de funciones extra.

Muchas aplicaciones funcionan mejor en el iPhone, como WhatsApp o Facebook, mientras que Android ofrece todo lo que necesitas más allá de lo que el sistema permite. Soy un fan de la personalización, por ejemplo, lo que puede sonar paradójico tras decir que uso iOS, pero es por esto por lo que me gusta tanto mi Xperia Z3+.

Además de los temas de Sony (que son preciosos), pruebo nuevos launchers, paquetes de iconos y siempre exploro los diferentes fondos de pantalla que surgen. La personalización también es posible en iOS (vía Jailbreak) pero ocurre de manera distinta, e incluye una variedad de capas, accesorios y demás.

 

En general, me gusta convivir con dos sistemas tan enfrentados como estos dos. Hacer esto me permite ser mucho más objetivo con ambos y ser más crítico con los argumentos de fanboy de turno.

Lo que me hizo alejarme de Android fue mi búsqueda del diseño y software perfecto. Podría haberme conformado con él en el momento en el que comenzaron a aparecer terminales como el Galaxy S6, pero el momento era diferente, y no me arrepiento lo más mínimo de haber ampliado mis horizontes.

¿Eres defensor a ultranza de Android o no te importaría usar un iPhone?

 

If you had to choose one of the two, which would you choose? What reason would you give Android today?