100 días con Google Pixel 2 XL: una relación estable... y satisfactoria
El Google Pixel 2 XL ha tenido reacciones de todo tipo. Desde ya, la prensa internacional no lo ha acogido con un abrazo caluroso, pero personalmente hay algo de lo que estoy seguro: cualquier que haya tenido el placer de usar este smartphone aunque sea por un rato (y especialmente en la versión panda) se ha enamorado de él y no lo ha soltado más. Yo entro en esta última categoría de personas y os contaré lo que pienso de este dispositivo ahora que ya llevo 100 días con él.
Fotos de ensueño...
Voy a empezar con la característica que más me ha enamorado de este dispositivo. No es ningún secreto que la cámara del Pixel 2 XL es de un nivel altísimo, pero hay algo más que debo mencionar y es la forma en que esta cámara ha cambiado mi forma de hacer fotos.
De ninguna manera intento comparar la calidad del sensor fotográfico de un smartphone con el de una cámara profesional, son dos mundos diferentes. Pero de cualquier manera, la calidad de las imágenes producidas por este dispositivo es muy muy alta.
No importa si esta calidad se debe al uso de la fotografía asistida por software, a la intervención de Pixel Visual Core, a la tecnología HDR+ o algún extraño ritual vudú. Cualquier toma que haya sido hecha con este teléfono tiene motivos para ser vista, cualquier imagen capturada por esta cámara tiene motivos para seguir existiendo y que nunca se la elimine. La ligereza que me acompaña cada vez que voy a hacer una foto con este smartphone es simplemente única, y a día de hoy no tiene comparación (y os recuerdo que mi teléfono habitual es un iPhone X). Os explicaré de qué hablo con un ejemplo práctico.
Imaginaros todas las veces que os habéis ido de fiesta con vuestros amigos o que habéis participado de algún evento especial. Y ahora pensad en lo que sucede muy a menuado cuando os preparáis para hacer una foto: sacáis el smartphone, abrís la cámara, hacéis la foto y volvéis a poneros el móvil en el bosillo, ¿no? No. Porque antes de volver a poner el móvil en el bolsillo, controláis que la foto esté bien hecha. Observáis si está en foto, que la imagen no esté movida y más que nada, si la foto ha salido mal la borráis y hacéis una nueva. Con el Pixel 2 XL este paso simplemente desaparece, o sea hacéis la foto o os podéis olvidar de comprobarla.
Claro que ciertas formas de actuar no se cambian de un momento al otro, pero lo cierto es que he convivido con este smartphone tanto tiempo que he perdido el hábito de controlar las fotos después de hacerlas, no cambiaría esta comodidad por ninguna otra función del mundo. Con el Pixel 2 XL he hecho algunas de las mejores fotos que he hecho en mi vida. A esto debo agregar el espacio ilimitado en Google Foto, donde se pueden archivar vídeos e imágenes en calidad original. También hay que admitir un modo manual vendría muy muy bien...
...si las miráis en otro móvil
Por desgracia es verdad. La calidad de la gestión de pantalla proyecta una sombra gris sobre este smartphone, que de lo contrario sería casi perfecto. Ahora, prestad atención a mis palabras: no hablo de la calidad de la pantalla, sino de la calidad de la gestión de pantalla.
Con la pantalla del Pixel 2 XL no hay nada malo, los paneles son los mismos que se han integrado en el LG V30, pero los resultados finales son totalmente diferentes. El LG V30 podría haber sido un móvil perfecto para mí, si la calidad de sus fotos no fuera mediocre (por lo menos es lo que he podido comprobar durante unos días de prueba), pero bueno estoy divagando otra vez.
Volviendo a la pantalla del Pixel 2 XL, no me parece mala en absoluto, y recientemente la he comparado de cerca con el panel OLED del iPhone X, que en general es una de las mejores que he visto. En la comparación, he visto que los colores de los dos smartphones se parecen mucho si se observan los mismos contenidos. Solo se observa una menor saturación en el Pixel 2 XL si se usa el perfil "Colores mejorados". Al usar el perfil "Intenso" hay un exceso de saturación, pero solo un poco, y se pierden algunos degradados de color, especialmente en los colores naranja y rojo. En todo caso el calibrado es bueno, pero hay un par de elementos que no funcionan.
He seguido comparando los mismos contenidos en ambos smartphones un poco más y he llegado a la conclusión de que lo que no va bien no son los colores directamente. A la pantalla del Pixel 2 XL le falta contraste, algo bastante ridículo para una pantalla OLED. Es verdad: los negros son profundos, pero los blancos no brillan y casi siempre tienen ligeramente al gris. Es como si hubiese un filtro de Instagram activo las 24 horas, muy molesto si se tiene un segundo smartphone al que usar como referencia para una comparación. Por supuesto, si solo estuviese usando el Pixel no habría notado este defecto en absoluto (deformación profesional).
Lo que más me fastidia es que el "perfil de color" plano desaparece por completo al observar los contenidos en modo HDR. En este caso, la pantalla del Google Pixel 2 XL brilla de verdad, con colores radiantes y naturales, y blancos que son realmente blancos. Es una pena que la mayor parte de los contenidos que miran los usuarios (yo incluido) no estén en HDR, más que nada porque hay mil cosas más que hacer con un móvil que mirar vídeos.
El software es uno de los puntos fuertes...
Lo hemos dicho un millón de veces, antes con el Nexus y ahora con el Pixel: el software siempre ha sido uno de los puntos fuertes de Google. Además, este año el fabricante ha decidido equipar sus smartphones con algunos elementos exclusivos.
Algunos de los elementos de la interfaz están ligera e imperceptiblemente retocados para dar una impresión más particular que no se encuentra en otros móviles. Ciertas partes del sistema operativo (como el área de notificaciones, la pantalla de bloqueo y el menú de apagado) tienen de fondo un ligero tinte que depende del fondo de pantalla utilizado. El launcher, por ejemplo, tiene un modo oscuro en el caso de que ajustéis un fondo de pantalla que tienda a las tonalidades de negro.
Este smartphone se desliza de una pantalla a la otra con máxima fluidez, pasa de una app a la otra en un pestañeo y nunca vais a sentir que se ralentice, ni siquiera durante los momentos de uso más exigente. Es un alivio. Lo mismo vale para la cámara: gracias al software perfeccionado de Google vais a empezar a usar el móvil con más agilidad. Abrir documentos pesados, cambiar rápidamente entre fotos y vídeos, cambiar de aplicación para copiar contenidos o responder mensajes, todo se convierte en un placer.
El Pixel 2 XL es un instrumento trasparente para vuestros objetivos
Creo que la mejor forma de resumir los resultados de usar un Pixel 2 XL en la vida cotidiana es la siguiente: este smartphone se convertirá en un instrumento transparente para vuestros objetivos, y en el mundo Android, esta es un sensación que solo podréis tener con el Pixel.
Google apunta a una experiencia en la que lo más importante son los servicios, y no el medio por el cual se obtienen dichos servicios. Esto está demostrado con Google Home, entre otros. El único otro smartphone que puede hacer esto actualmente es el iPhone de Apple (en cualquiera de sus modelos recientes), y por esta razón puede afirmarse que el Pixel 2 XL es como un iPhone Plus de Google. Lo que no es necesariamente bueno en todos los aspectos.
...y también una gran debilidad
El aburrimiento. Como todos los años, he intentando hacerme de inmediato con el último móvil de Google porque, como todos los años, he querido probar la última versión de Android. Y como siempre desde hace muchos años, las primeras semanas siempre son un placer.
Tenía curiosidad por las nuevas funciones (de dudosa utilidad), además del placer de usar un móvil nuevo y rápido. Pero después de algunos meses de uso, lo único que queda es el aburrimiento.
Los smartphones de Google simplemente funcionan, hacen lo que sea y lo hacen bien. ¿Os hace falta una aplicación para modificar documentos? Hay una app que lo hace y el Pixel la hacer funcionar a la perfección. ¿Queréis leer las noticias? Solo tenéis que entrar al store y encontraréis mil aplicaciones que os darán lo que necesitáis. ¿La navegación en internet? Rápida y fluida. ¿Las fotos? Excelentes, pero no debéis meter demasiada mano a los ajustes. ¿La personalización? Encontraréis los fondos animados más bellos.
Ahora tomad las afirmaciones de este último párrafo y sustituid Google por Apple y Pixel por iPhone. Me he dado cuenta, hablando con algunos amigos, de que esto solo funciona con el Pixel 2 XL. Todos los factores que a menudo se asocian al iPhone también se pueden asociar al Pixel.
Google ha trasformato il suo smartphone in un'iPhone, Android è finalmente a prova di utente poco esperto. Chiunque prendendo in mano un Pixel è in grado di utilizzarlo facilmente e senza intoppi ma questo va a discapito della libertà degli utenti più smaliziati. E' vero, esistono launcher, mod, ROM e chi più ne ha più ne metta ma utilizzando lo smartphone come esce dalla scatola finirà per annoiare in pochi mesi. Un sentimento che ero solito associare solo ad iPhone.
Google ha transformado su smartphone en un iPhone. Finalmente, Android funciona a prueba de usuarios con poca experiencia.
En el último período de tiempo utilizando solo Android stock, he empezado a apreciar las ampliaciones que algunos productores hicieron en el sistema operativo más difundido del mundo. Al usar smartphones con skin, por lo menos tengo la sensación de tomar "aire fresco".
Conclusión
Me he querido concentrar en estos elementos porque creo que merecen ser explicados en detalle, y dejar el resto para la conclusión. Una vez que se termina la emoción de tener un smartphone nuevo con las novedades de la versión de Android más reciente, todo lo que me queda del Pixel 2 XL son sentimientos encontrados.
La batería ha resultado ser excelente para mi uso, y la carga es lo suficientemente rápida. El rendimiento es el de un verdadero buque insignia y el acabado es sólido, aunque ya sabemos que la estética es un campo muy subjetivo. El lector de huellas dactilares es rápido, está bien ubicado y el gesto de pulsar los bordes para activar el Google Assistant es más útil de lo que pensaba.
Este dispositivo puede llevar a cabo todas las tareas que le déis de forma ejemplar, y si bien su precio no es precisamente popular, he recomendado y seguiré recomendando este smartphone. A veces, reflexionando sobre este tema, creo que hay nada que me impida cambiar de teléfono y pasarme a otro buque insignia del mercado, algo que también me parece un poco triste y decepcionante.
Pero justo en ese momento se me ocurre abrir Google Foto y pensar en la cámara. Este año, Google ha apuntado realmente alto con la cámara y no puedo resistirme al ver cuánto peso tiene la agilidad para hacer fotos en mi elección de un dispositivo personal.
No me considero fotógrafo, pero me gusta mucho inmortalizar algunos momentos de mi vida y quiero hacerlo lo mejor que pueda. Si pensamos en lo que se dice, que la mejor cámara es aquella que se tiene a mano cuando se la necesita, entonces al Google Pixel 2 XL se le puede perdonar cualquier defecto.
Reflexionando, me he dado cuenta de que la sensación de aburrimiento que me acompaña con este smartphone, no es más que la tranquilidad que se tiene cuando todo funciona de forma impecable
Nunca hay que pararse a pensar en cuántas apps se tienen abiertas por miedo a que el móvil vaya más lento, no hay que controlar la batería todo el tiempo por miedo a quedarse sin móvil, ni controlar la memoria por miedo a que se acabe. No se sufre con notificaciones que llegan tarde o cuentas que no se sincronizan, y no hace falta preguntarse si las últimas app del Play Store funcionan correctamente.
Inconscientemente, esto se puede dar por sentado en el uso dario. Por lo general nos damos cuenta de las cosas que no funcionan, y el uso del smartphone se modifica para reaccionar a un problema. Muchas veces no nos damos cuenta de lo bueno que es un móvil porque no nos da motivo para pararnos a pensar sobre ello.
Y por estos motivos, me es imposible sacar la SIM de su compartimento y abandonar esta aburrida fábrica de recuerdos. Abrir Facebook, enviar un correo electrónico, navegar por internet... Ahora mismo son tareas que cualquier buqeu insignia es capáz de realizar sin pestañear. Pero con Pixel 2 XL, no hay ningún otro dispositivo que me gustaría tener conmigo en los momentos que importan de verdad.
Me gustó mucho la nota, concuerdo en todo. Hay que tener uno en la mano para para comprender esas palabras. Salu2!
Es el mejor móvil con diferencia, lo malo la pantalla, yo tengo el pequeño del pixel 2 ya que tuve el grande y la pantalla se quemó en 15 días, eso es lo malo del pixel 2 XL, ahora mismo lo único malo, es lo que tiene que te lo fabrique LG, saludos
Y yo lo comparo con el Huawei p20 pro y no entiendo nada. Que se venda la cámara del pixel 2 como la mejor a día de hoy no tiene sentido. La experiencia de usuario, excepto Samsung que a mí personalmente no me parece nada buena, en la gama alta todos rinden muy bien, y el más rápido es el oneplus 6.
Y si comparas la pantalla con el iPhone X lloras. No entiendo ese "amor" a un cacharro tecnológico que tiene sus virtudes, y es un muy buen móvil a día de hoy, pero que dista mucho de ser el mejor. Quizás uno de los mejor equilibrados, eso sí. Y opino como el compañero, cuando salga el 3, ya pueden mejorar porque si no éste se convierte en pieza de coleccionista.
Y el único Pixel que valdrá la pena hasta que salga el 4 y 4 XL ya que el 3 tendría las mismas características como ram, tecnología de pantalla y si se confirma tendrá peor batería que este sumándole el peor notch de la historia de los notch y más caro. El que quiera un Pixel que mire este ahora y cuando salgan los nuevos.