¿Smartphones hechos en Europa? Sí, se puede

El apacible pueblo de Bocholt, en la Llanura de Münster cerca de la frontera con los Países Bajos, alberga la sede principal de Gigaset desde hace décadas. Alguna vez trabajaron aquí unos 4.000 trabajadores. Ahora son solo 550, y algunos de ellos montan smartphones. El Gigaset GS185 se promociona con el lema "Hecho en Alemania" pero, ¿cuánto trabajo alemán hay realmente en el montaje de estos dispositivos?

A primera vista, el Gigaset GS185 no llama mucho la atención. Un smartphone básico por menos de 200 euros, sin rasgos revolucionarios pero con buenas características generales, como la batería de 4.000 mAh o el sistema operativo Android 8.1. Todo normal, hasta que llegamos al tema de la fabricación.

En uno de los edificios más pequeños de la planta industrial en Bocholt, Gigaset ha montado una línea de producción de smartphones. La línea de producción está ocupada por seis operarios que trabajan de forma paralela, cada uno montando un smartphone respectivamente. Además de trabajo manual, en algunos pasos de la producción se emplean brazos robóticos de la empresa danesa Universal Robotics.

Totalmente diferente a Asia

El colega robótico selecciona piezas, las coloca en el lugar correcto y después cede el trabajo a los operarios humanos, ya que muchos pasos en la producción requieren una alta destreza manual. Esta combinación de automatización y factor humano es lo que diferencia la producción en Alemania de las fábricas en Asia. Allí, gracias a sueldos extremadamente bajos, predomina el montaje puramente manual, con todos los fallos de calidad que este tipo de fabricación puede ocasionar en dispositivos de alta complejidad.

Entre el personal de Gigaset, los puestos en la planta de móviles son los más deseados: el trabajo es mucho más variado que el de la producción completamente automatizada, y también mucho menos ruidoso. Pero por ahora, solo ocho de los operarios de Gigaset tienen la suerte de poder montar smartphones. También debe contarse el equipo de aproximadamente veinte ingenieros y la dirección. 

Jörg Wißing, director del departamento de automatización en Gigaset, afirma que los smartphones también podrían montarse sin asistencia robótica en Bocholt, pero no con los precios tan favorables que son posibles gracias a la tecnología actual.

La realidad de los móviles producidos en Alemania es la siguiente: las piezas individuales son prefabricadas y vienen todas de Asia. En Bocholt se realiza el montaje, las pruebas, el envasado y la instalación del sistema operativo. Lo único que realmente está "hecho en Alemania" son la caja y las instrucciones. Muchos de los componentes no se pueden obtener en Europa, simplemente porque nadie los fabrica. Gigaset podría encargarse de producir las piezas de plástico, y de hecho ese es el plan, solo que de momento no es posible debido a la capacidad de las moldeadoras por inyección.

Flexibilidad y caminos cortos

Gigaset se jacta de sus móviles porque el usuario puede adaptarlos a sus preferencias de forma rápida y sencilla. Por ejemplo, el software puede ampliarse con elementos propios sin necesidad de ser un hacker. La producción incluye un láser que graba logotipos o hasta el nombre del propietario en la parte posterior de la carcasa. Un buen servicio que muchos clientes aprecian.

Los caminos al soporte ténico son cortos, ya que el taller está solo un piso por debajo de la producción. Allí no solo se reparan móviles, sino todos los productos de Gigaset. Y aquí tenemos otro de los logros de la producción en Bocholt: todos los móviles defectuosos se reparan en un día y vuelven a abandonar la fábrica, por lo que nos cuenta el director del soporte técnico durante nuestra entrevista. Con este sistema se dejan atrás las vías de transporte complicadas y la circulación de los dispostivos durante semanas en grandes talleres de reparación.

Los robots no tienen prisa

Todo aquel que pueda observar la producción de smartphones en Gigaset tal y como se realiza ahora, llegará a la misma conclusión: esto no es más que un comienzo. La línea de producción se pierde en una nave industrial que es demasiado grande, los procesos avanzan con lentitud, una única persona se encarga de envasar todos los móviles producidos, y hasta monta las cajas a mano. Los brazos robóticos se quedan en espera una y otra vez hasta que llega el próximo móvil.

Pero como dijimos, un comienzo es un comienzo. Junto a la primera línea de producción, ya se está montando la segunda y la tercera está en fase de planificación. En la nave industrial hay espacio para un total de seis líneas. Un un cambio a tres turnos de trabajo, Gigaset podría llegar a una producción de 24 horas y triplicar la cantidad actual de móviles fabricados. Si la demanda sube, la cantidad de piezas puede incrementarse rápidamente.

Las cifras de la producción de smartphones en Bocholt: 

• Producción en un turno con seis operarios
• Cada operario monta un smartphone completo por pasada
• Actualmente se producen 2.000 smartphones por semana
• En una producción de tres turnos serían 6.000 por semana y línea de producción
• Ya existe una línea, y hay hasta cinco más planificadas
• Un 60 por ciento de las cadenas de valor de móviles tienen lugar en Alemania
• 40 por ciento de rabajo manual, 60 por ciento de trabajo automatizado
• Actualmente, en la fábrica de Bocholt trabajan 550 personas, antes 4.000

La diferencia con la "antigua" producción de teléfonos DECT totalmente automatizada y que también pudimos observar en Gigaset, es sorprendente. Los robots son más pequeños, modernos, inteligentes e interactivos que las grandes máquinas en la planta de teléfonos fijos. Claro que llevan a cabo tareas diferentes: en la nave 50 el trabajo no se reduce a montar piezas e instalar software, sino que también se fabrican piezas de plástico en moldes de forja propia y se equipan platinas con todo tipo de piezas. Gracias a los componentes prefabricados, las condiciones en la planta de smartphones son totalmente diferentes.

Hay buenas razones para la producción en Alemania

Para la empresa, las líneas de producción modernas son increíblemente baratas. Una instalación completa para la fabricación automatizada de teléfonos DECT cuesta alrededor de 8 millones de euros, mientras que la línea de smartphones solo sale por 400.000 euros, incluyendo los brazos robóticos y todos los instrumentos de medición.

Podréis imaginaros que Gigaset no lleva a cabo esta empresa ni por nostalgia ni por amor al prójimo. Aún cuando la conservación de puestos de trabajo es un punto consistente en agenda de esta tradicional empresa, hay muchas razones para la fabricación de móviles en Europa. Stephan Mathys, responsable del departamento de finanzas en Gigaset, hace hincapié en los mismos puntos que sus colegas: con la producción local puede obtenerse una mayor calidad y menos desperdicios, más flexibilidad para reaccionar a las exigencias del mercado y de los clientes, un soporte técnico mejor y más rápido, puestos de trabajo y una fabricación sostenible a nivel ecológico.

 

La distinción vale la pena

Todo esto dicho, debe decirse que para Gigaset lo más importante es el distintivo "Hecho en Alemania". En un mercado tan difícil como el de los smartphones, dominado por tres empresas más grandes, un pez pequeño lo tiene algo complicado para sobrevivir. En combinación con las conexiones comerciales mantenidas desde hace décadas, el aura regional de los móviles de Gigaset, que podría acentuarse en el futuro, tiene el potencial de asegurarle a Gigaset un pequeño pero duradero pedazo de tarta. Y no solo en Alemania, ya que Gigaset ya ofrece sus productos en otros países europeos y dentro de poco vendrán Rusia y Argentina entre otros.

Si el concepto se mantiene, la fabricación irá más allá de la gama básica de dispositivos baratos. Como afirma Oliver Kinne, responsable internacional de ventas y marketing en el sector Móviles de Gigaset, hay categorías de precio más altas en la mira, una vez que funcione la entrada al mercado con los precios más bajos. Este año, se puede contar con la presentación de otro móvil "hecho en Alemania" de Gigaset, probablemente en la IFA. Precisamente para este nuevo smartphone se está preparando la segunda línea de producción.

Queda seguir atentamente la evolución de Gigaset. Hasta ahora el smartphone de producción europea es como un brote del que cuidar para que crezca. Y quién sabe, quizás dentro de poco tengamos un buen árbol.

¿Y vosotros qué opináis del trabajo de Gigaset? ¡Comentarios bienvenidos!