Si Sony juega bien sus cartas podría convertirse en el rey de la realidad virtual
Muchas empresas compiten por una parte del pastel de la realidad virtual, y hay que admitir que la cosa se ha disparado en todos los sentidos: VR profesional, VR para usos militares, VR para el deporte, VR y videojuegos... En este terreno es en el que hay una empresa que parece tener las mejores cartas para imponerse: Sony.
Sony es uno de los líderes del videojuego
Por supuesto, el campo de los videojuegos es enorme y tiene también sus "clanes", pero está claro que en materia de consolas, Nintendo, Microsoft y Sony se reparten la mayor parte del pastel. La rama de Sony responsable del área de juego es Sony Interactive Entertainment, filial de Sony, con base no en Japón sino en Estados Unidos (California, para ser exactos). Para vuestra información esta no es la única rama de Sony que se encuentra en esta situación, ya que Sony Music Entertainment, el famoso sello discográfico, también se ubica en EE.UU., aunque esta vez en Nueva York. Pero volvamos a lo que nos ocupa.
Sony dio sus primeros pasos en el mundo de los videojuegos en los años 80/90, en colaboración con Nintendo. La relación entre ambas compañías tuvo sus subidas y bajadas y, finalmente, Sony echó a volar por su cuenta. La competencia y la tecnología evolucionaron y Sony supo sacar partido de la situación, convirtiéndose en uno de los fabricantes de las consolas más usadas en el mundo. Y aunque cada consola puede tener sus propios títulos, los juegos más populares (Battlefield 1, por ejemplo) están disponibles tanto para PlayStation como para Xbox.
Vamos, que sumando PlayStation y Xbox reunimos a gran cantidad de gamers. Y si queremos ofrecer algo a los gamers, ¿qué mejor que hacerlo con una de las plataformas de videojuegos más grandes? Es verdad que no están todos los amantes de los videojuegos, ya que faltan los de otras plataformas como el PC o el móvil, pero de por sí representan a una gran base de usuarios potenciales.
Con su PlayStation VR, Sony sabe a dónde quiere llegar
La popularidad de la PlayStation (o tal vez debería usar el plural aquí porque hay modelos diferentes) asegura pues un gran mercado a Sony. Pero ahora que hemos visto la perspectiva de los clientes veamos la perspectiva del producto. Como su nombre indica, la PlayStation VR es un objeto para PlayStation que aporta una dimensión de realidad virtual: es un "simple" casco que se puede encontrar por unos 400 euros.
No nos embalemos. Sony no ha dado a conocer este casco con el objetivo de batir los récords de ventas y llevar de la noche a la mañana a todos los usuarios de PS4 al mundo de la VR. Esta tecnología es nueva (al menos en el campo de juegos para el público en general) y s hace falta tiempo para que sea aceptado por los usuarios. Sony se puede permitir comprobar si los usuarios están lo suficientemente interesados en el tema para dejarse 400 euros en un casco, lo que no es moco de pavo.
Sony ha declarado su sorpresa por el éxito de su PlayStation VR. A finales de febrero, Andrew House, uno de los expertos de Sony Interactive Entertainment mostraba su excepticismo con respecto a la puesta en marcha de productos VR. Él mismo, sin embargo, ha tenido que reconocer el potencial de la tecnología al ver las cifras: 915.000 cascos ya habían sido vendidos el 19 de febrero, y eso que el objetivo era llegar a 1 millón a mediados de abril.
Curiosamente, Sony tiene una estrategia diferente del Oculus Rift y del HTC Vive. Estos dos últimos son, en primer lugar, mucho más caros, y por otro lado, son una puerta de entrada a un mundo VR más amplio que el que ofrece Sony con su PlayStation VR. Sony sigue estando en sus áreas favoritas: el sector audiovisual, a través de videos y juegos (poniendo el acento, obviamente, sobre esta última). Se centra en un nicho donde ya tiene peso, a diferencia de sus competidores, que salen apuntando en todas las direcciones, en función de la buena voluntad de los desarrolladores.
Pero no todo está dicho todavía
Tener las cartas es una cosa, saber cómo jugar la partida y ganarla es otra. Como estamos ante una tecnología nueva, es importante tomar las decisiones correctas. Es un poco como el ajedrez, basta con hacer un mal movimiento y toda la estrategia puede irse al garete. Si Sony quiere convertirse en un líder en sector del juego VR debe abordar varios aspectos importantes: garantizar la calidad y optimizaciones de su casco (por ejemplo, para no marearse), asegurarse de que haya juegos interesantes, renovados de forma periódica, encontrar los socios adecuados para asegurar un desarrollo favorable, etc.
El problema con esta nueva tecnología es obviamente el precio. ¿Quién querría dejarse 400 euros en una tecnología todavía en desarrollo? "Es demasiado caro para lo que es" es la frase que aparece a menudo en los debates sobre la RV. Así, nos encontramos con el problema clásico del círculo vicioso del que cuesta salir en los comienzos: Si los usuarios no compran el producto, la empresa no tratará de mejorarlo, y si no evoluciona los usuarios no querrán adquirirlo, y así sucesivamente. En resumen, los usuarios esperan un producto interesante antes de comprarlo, y las empresas quieren ver si las ventas son buenas antes de hacer que el producto sea realmente interesante.
En sus smartphones Sony tiene fama de establecer precios demasiado altos (y no sólo en sus dispositivos de gama alta). Así que tendrá que hacer verdaderos esfuerzos para atraer a los usuarios, porque, aunque los primeros curiosos ya se han hecho con el dispositivo no significa necesariamente que el producto les haya convencido el producto. Sony va a tener que justificar el precio del producto por la calidad de la tecnología, o bajar el precio y compensar por otra parte para evitar pérdidas (a través de los juegos, por ejemplo). Todo esto antes de que reaccione la competencia. En pocas palabras, no lo va a tener fácil.
En resumen, Sony se dirige a todos los usuarios de PlayStation, ofreciéndoles un acceso a la realidad virtual, y se limita a los juegos y vídeos. Ninguno de sus competidores se dirige sólo a los jugadores, sino a público curioso, interesado en la RV. Con su gran número de usuarios con objetivos bien definidos, Sony tiene todas las de ganar para tener éxito en los próximos años, siempre, por supuesto, que sepa jugar bien sus cartas.
La única carta que le queda a Sony para su realidad virtual es sacar más juegos que vendan el hardware y dejarse de experiencias de 20 y 30 dólares que en una hora ya paso todo, en cierto modo es mucho más barata que la competencia pero es que tiene unos errores como la resolución que no me hace querer una, veremos como avanza en el tiempo pero bajo mi punto de vista aún no vale la pena para nada comprar las Playstation VR.
Fuera bueno que Sony aplicara más técnicas como esta en el sector de los móviles porque la verdad es cada vez más nos aburre con lo mismo. Demasiada diferencia ha tenido Sony con sus consolas que la hace verse otra empresa si la juntamos con la de los móviles.