Sí, se puede hacer deporte en realidad virtual
La realidad virtual es una tecnología joven y, aunque nadie duda de que es prometedora, en la actualidad presenta todavía muchas limitaciones. Se está instalando lentamente en muchos sectores y se impone sobre aplicaciones lúdicas como los videojuegos a usos profesionales punteros, como el de la medicina. De manera silenciosa, la realidad virtual también va haciendo su pequeña revolución en el campo del deporte.
Aunque a primera vista la combinación de tecnología VR y deporte puede sonar cómico, su desarrollo ya va por el buen camino. El deporte es un elemento importante de nuestra sociedad, ya sea para mantenernos en forma por motivos de salud, por amor al deporte o por deseo de ponernos a prueba a nosotros mismos, de modo que, como sucede con cualquier cosa que atrae a las multitudes, también atrae a la tecnología. A pesar de que el deporte puede ser lúdico, como lo son los videojuegos, también es agotador e implica la realización de alguna actividad física. Así que ¿es capaz la realidad virtual de crear un entorno propicio para poder obtener resultados concretos?
La actividad física es problemática en VR ...
Si alguna vez habéis probado los juegos de realidad virtual en un Oculus Rift o un HTC Vive, sabéis que no se puede denominar como deporte en el sentido estricto del término, aunque, a pesar de todo, hay un mínimo de actividad física: mueves mucho los brazos, caminas un poco, todo depende, por supuesto, del juego al que estemos jugando. Hay algunos juegos de deporte, especialmente de boxeo y tenis, pero están sujetos al mismo problema: la falta de libertad de movimientos cómodos para el usuario. El casco va conectado a un cable, que está conectado al ordenador, así que no puede uno ponerse dar vueltas de 360º sin hacerse un nudo entre los pies y los cables y terminar rompiéndose la crisma.
Otro problema es el sudor que puede ser muy molesto: el casco se vuelve resbaladizo, y / o el sudor molesta alrededor de los ojos, lo que molesta el doble porque no entra el aire y hay que quitarse el casco para poder secarte un poco el sudor. Y por último, la eterna cuestión de los mareos, que pueden provocar que dejemos el juego rápidamente.
... pero, aún así, es posible
Puede que los atletas no vean ningún reto en ella, ya que no encontrarán en lo virtual la calidad de la actividad deportiva que practican en el mundo real. La tecnología no está madura para que uno se sumerja en una melé de rugby, o para pegar saltos hacia la canasta para hacer un mate. Sería bastante más plausible hacer ciclismo en el universo virtual que interactuar corriendo, como sucede si queremos jugar al baloncesto, por ejemplo. Pero incluso si fuera posible, tecnológicamente hablando, nos topamos con el problema de la comodidad: es imposible correr entre las cuatro paredes de una habitación. Dicho esto, ya existen algunas alternativas que permiten correr sobre el terreno, pero esto supondría una inversión adicional para una tecnología que no se ha dado todavía.
Otras aplicaciones, sin embargo, nos han sorprendido. Después de haber jugado al tenis durante varios años, no puedo imaginarme que la realidad virtual pueda imitar todas las sensaciones que uno siente sobre la pista. Sin embargo, pudimos probar un juego de ping pong. Como dijo mi colega Hans-Georg, la única diferencia real entre la partida virtual y la verdadera versión de ping pong es que no sientes el contacto con la pelota.
¿Podría ser la realidad virtual adecuada para las personas con sobrepeso?
Cuando se tiene sobrepeso, la actividad física es importante y por muchas razones no siempre es fácil ponerse a practicar un deporte. Aunque no parece apta para los amantes del deporte, la realidad virtual podría ser más útil en este tipo de situaciones. El caso de Job Stauffer ilustra bastante bien esta situación: un artículo publicado en uploadvr nos cuenta la historia de este individuo que decidió perder peso jugando el juego Soundboxing.
La ventaja aquí, simplemente, es que el usuario puede ir a su propio ritmo. Las primeras sesiones duraron 20 minutos y luego aumentaron gradualmente a 45 minutos. La desventaja es que una suscripción a un gimnasio cuesta un poco menos que comprarse un HTC Vive, pero hay que mirarlo desde otra perspectiva: el usuario se divierte y podría estar más tentado a usar el HTC Vive.
El futuro parece prometedor. Las simulaciones se están volviendo cada vez más virtuales, ya sea para la conducción o entrenamiento de pilotos, o incluso para el paracaidismo, y es probablemente sólo una cuestión de tiempo antes de que lleguen otros deportes extremos. Por supuesto, estos últimos son lúdicos mientras que los dos primeros se pueden desarrollar desde una perspectiva profesional / militar, pero las cosas todavía pueden seguir evolucionando.
¿Os gustaría practicar deportes con un casco de realidad virtual?
Me gusta la idea de que la realidad virtual sea más dinámica.
No se porque nos empeñamos en hacer actividades de exterior sin salir de casa. Por mucho que subas al monte virtualmente, nunca va a ser la misma sensación de sentir el frío o el calor y respirar un aire limpio y fresco, esquiar en los alpes o hacer surf en Hawaii. Podemos simularlo, hacerlo parecido, crear sensaciones, pero nunca serán lo mismo. Saludos.
Está claro que la realidad virtual no sustituye a la realidad, pero nos acerca experiencias que no están al alcance o algunas que nunca podremos vivir en persona, además de ser divertido
Si, no lo dudo y me encanta la RV, me parece además una fuente de aprendizaje infinita, pero estamos hablando de sustituir cosas reales por virtuales para conseguir beneficios reales....