Smartphone y fotografía: una revolución constante

Había una vez un mundo de telefonía móvil creado única y exclusivamente para llamar y después enviar mensajes cortos de texto en el que nadie se hubiera podido imaginar integrar una (o más) cámaras en su cuerpo. Con el pasar de los años, los teléfonos móviles se han hecho cada vez más smart y en el año 2000, en Japón, se lanzó el J-SH04, el primer teléfono que integraba una cámara CMOS de 110,000 píxeles.

Empezamos a disfrutar, entusiasmados de las, todavía, débiles cámaras de nuestros teléfonos para enviar fotos a amigos y familiares a través de costosos MMS (creo que aún tengo mi viejo Samsung plegable en alguna parte), sin dejar por ello de usar nuestras cámaras digitales.

Hoy, el escenario ha cambiado bastante y los smartphones están a la vanguardia de las innovaciones en materia fotográfica hasta el punto de ofrecer gran calidad en las fotografías dentro de un cuerpo estrecho y ligero. A esto se le añade otra ventaja y es la posibilidad de compartir fácil y rápidamente las fotos en las redes sociales, es tan sencillo que hasta mi abuela (¡y no es broma!) puede hacerlo. Ya no se trata algo que "solo lo más jóvenes" entienden. Incluso hay dispositivos que a parte de tener cámaras fantásticas son resistente al agua como el Galaxy S7.

No quiero decir que las cámaras compactas se mueran de aburrimiento en las estanterías y no valgan más pero teniendo en cuenta que hoy todo el mundo tiene un smartphone con cámara y que somos cada vez más perezosos, ¿para qué comprar una cámara que nos obliga a ir a casa para descargar las fotos en el ordenador y luego subirlas a las redes sociales si podemos hacerlo todo desde el teléfono?

Quien verdaderamente ama la fotografía y prefiere ir con su cámara captando atardeceres o paisajes nocturnos, no se conformará con un smartphone con la modalidad pro o manual como el LG G5 o el P9 seguirá siendo fiel a su reflex y sus objetivos intercambiables. Los smartphones nos han convertido a todos en "fotógrafos" (o smartfotógrafos) pero no en fotógrafos profesionales por muchos filtros y aplicaciones de edición de fotos que utilicemos.

Personalmente creo que el desarrollo y el uso de las cámaras en los smartphones está estrechemente vinculado al desarrollo de las redes sociales y, en general, a la forma en que nos comunicamos. Hablamos todos los días con amigos, compañeros de trabajo y familiares a través de aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp o Telegram. A través de estos servicios no solo escribimos textos sino que, además, enviamos fotos, vídeos y demás material multimedia.

Nos informamos navegando a través del muro de Facebook o siguiendo los breves pero intensos mensajes de Twitter, cada uno de estos artículos de nuestro interés va acompañado de una imagen, probablemente sacada de un smartphone (generalmente iPhone, por desgracia). Instagram cada día, nos acompaña con las fotos de paisajes o de las obras de nuestro artista favorito.

Aunque encontrásemos una cámara compacta a buen precio capaz e captar fotos con mayor calidad que la de un smartphone,no la querríamos porque no solo queremos tomar fotos sino que lo que necesitamos es documentar la vida de cada día y la solución rápida viene de la mano de un smartphone que nos permite hacer una foto y compartirla con un solo clic.

¿Qué podemos esperar de los fabricantes de smartphones en los próximos años? ¿Se concentrarán en el vídeo o seguirán trabajando en estabilizadores ópticos y zooms avanzados? ¿Quizá fotos en 3D?