¿Qué pasa con tu smartphone cuando lo tiras?
¿Alguna vez te has preguntado qué ocurre con tu smartphone cuando lo tiras? No, no va a un cielo de smartphones y se reencuentra con sus antepasados. Detrás de la muerte de tu teléfono hay muchas realidades, unas constructivas, otras no tanto. Esto es lo que hay en el más allá de la telefonía móvil.
Cuando un smartphone deja de funcionar, lo más importante es tirarlo en un lugar donde puedan reciclarlo correctamente. Puedes buscar en internet el punto verde más cercano a tu localidad. Todos aquellos dispositivos que requieren de corriente electrónica o campos electromagnéticos para funcionar, requieren de un tratamiento especial ya que entre sus componentes hay muchas sustancias tóxicas como plomo, arsénico, cadmio o mercurio. Estas sustancias son bioacumulativas, es decir, que pasan de un organismo a otro a través de la cadena alimenticia, por eso es extremadamente importante reciclar de forma apropiada.
El 90% de los componentes de un smartphone es reciclable. Cualquier smartphone, tenga la antigüedad que tenga, es susceptible de ser reciclado. Una vez llevas tu viejo smartphone a un punto verde, lo primero que harán es separar el cuerpo de la batería. Las baterías de litio son muy inestables y suelen dar problemas a la hora de transportarse, estas baterías deben llevarse a un sitio específico para su tratamiento. De las baterías se puede extraer níquel y cobalto, que pueden reutilizarse para hacer nuevas baterías.
El 90% de los componentes de un smartphone es reciclable
El resto de componentes de tu smartphone son plástico, placas y circuitos. Los smartphones se trituran para después separar los materiales, que vuelven a convertirse en materias primas. Materiales como cobre, estaño y aluminio nacen de las ruinas de tu viejo teléfono para iniciar un nuevo ciclo de vida. Las pantallas LCD también son trituradas para extraer de ellas los metales que forman parte de ella.
Esta es la cara amable del reciclado de los smartphones y otros dispositivos electrónicos, pero no es oro todo lo que reluce. El consumo exacerbado de tecnología en los países desarrollados hace que generemos una enorme cantidad de basura tecnológica que tenemos que gestionar. La cantidad de basura que genera Occidente oscila entre los 20 y los 50 millones de toneladas anuales
¿Quién gestiona estos deshechos?
Por cada producto tecnológico que compramos en Europa, pagamos una tasa de reciclaje que supone unos 4.000 millones de euros. En teoría, esta cantidad debería ir destinada a gestionar la basura tecnológica de forma limpia y eficaz. Sin embargo, solo aproximadamente un 33% de los residuos llega a una planta de reciclaje homologada. El 66% se envía a África por medios más o menos legales. ¿Por qué? Porque enviar nuestra basura tecnológica a África es más barato que reciclarla.
Reciclar un ordenador cuesta de media 3,5 euros. Mandar un contenedor a Ghana 1,5 euros.
En el nombre de la solidaridad
La exportación de deshechos y chatarra electrónica está prohibida desde 1989. Sin embargo cada vez más nuestra basura tecnológica inunda pueblos y ciudades enteras del continente africano. Todo ello amparado bajo la bandera de la solidaridad. Viejos smartphones, ordenadores de empresas o instituciones que han quedado obsoletos, son metidos en un barco camino a África con la excusa de que allí podrán ser reutilizados por la población local. Entre un 25% y un 75% de los dispositivos que llegan ni siquiera están operativos, pero con la excusa de la ayuda humanitaria, nos deshacemos de nuestra basura. Barremos nuestra casa y tiramos los desperdicios en la casa del vecino.
El paradigma de basurero tecnológico lo encontramos en Accra, la capital de Ghana, en el barrio de Agbogloshie. Allí el tamaño del vertedero electrónico es como el de once campos de fútbol. En estos vertederos podemos encontrar a miles de personas trabajando, rebuscando en la chatarra para extraer los metales valiosos que pueden posteriormente vender. Un trabajador puede obtener 3,5 dólares al día, lo que duplica los ingresos medios de un trabajador de otro sector.
Reciclar un ordenador cuesta de media 3,5 euros. Mandar un contenedor a Ghana 1,5 euros.
Para extraer el metal, estos trabajadores queman los dispositivos provocando un aire envenenado, nocivo para ellos y para el medioambiente. En el barrio de Agbogloshie podemos encontrar cantidades de plomo acumuladas en el suelo que supera en mil veces la cantidad tolerada. El agua, el suelo y el aire están contaminados, tanto es así que esta acumulación de basura ha sido la ruina para la biodiversidad de la zona. Las personas enferman, los animales mueren y las autoridades de Ghana son incapaces de dar salida a los miles de toneladas de basura electrónica que llega desde Europa. Mientras tanto, en Occidente seguimos consumiendo ajenos a la tragedia.
Si te interesa ampliar información sobre este tema, aquí tienes un documental del 2014 "La Tragedia electrónica" que puede arrojar más luz sobre el drama de la basura tecnológica.
Haber si nos vamos concienciando todos y se crean mas puntos limpios, donde poder llevar a "reciclar" todo tipo de cosas, ya no solo aparatos tecnológicos, sino por ejemplo algo tan cotidiano como el "aceite", nos cuesta mucho avanzar en estas materias, aunque cada vez, nos hacemos mas eco de ellas y lo vamos mejorando ...
Es bien cierto y deberíamos reciclar bien Todo y no enviarlo a que se perjudiquen los demás. Con respecto a los contenedores de aceite aquí hay uno para tropecientas viviendas. Un saludo amigo
Una Donostiarra 😉
En el furor por los avances tecnológicos, pocas veces nos ponemos a analizar el trasfondo que los posibilitan. Pasó con Apple, cuando quedaron expuestas las condiciones laborales en China (y otros países Asiáticos) de esclavitud para reducir costos, pasa con los desechos nucleares que exportan también a Africa y pasa con los deshechos tecnológicos también. Todos somos parte de esto sin saberlo, es bueno Rosa, que con tu artículo se ponga de manifiesto que la demanda y las exigencias del consumidor son parte de la cadena que poco a poco fue deteriorando la ecología del planeta y matando a parte de su gente que ni siquiera pudo disfrutar de esos avances. Lamentablemente, el mundo desarrollado le da muy poco valor a algunas vidas y permite que haya seres humanos que se consideren descartables. Saludos!
Hola Rosa, soy bastante escéptico con el tema del reciclaje, he intentado saber que se hace con los diferentes elementos de cualquier tipo de reciclaje y siempre me encuentro con un muro al llegar al punto de su reutilización. Misterios de los procedimientos modernos, supongo. Un saludo.
Si le echas un vistazo al documental verás que es muy difícil hacer un seguimiento de los dispositivos enviados al reciclaje pero por eso hay que luchar, porque el usuario reclame más transparencia en la gestión de los residuos tecnológicos, no olvides que cuando compras un dispositivo, pagas por esta gestión. Por una nevera pagamos 20 euros más, si no la reciclan como deben es como si nos estuvieran robando, ¿no?
Hola Rosa
Yo por qué no hay alguien que se preocupe de un reciclaje en condiciones.que para eso lo pagamos.
Alguien que obligue a hacer bien las cosas les guste o no
A la larga se beneficianos los de siempre. Un saludo amiga
Una Donostiarra 😉
Hola Rosa
Los envian a África porque les sale mas barato.
"Por qué no empiezan por prohibir enviarlos alli?"
Sabía lo nocivos que eran pero no parte del proceso.
Así está el medio ambiente y los países como África que
"Para los culpables de exportarlos allí "TOTAL.." "El caso es que nos salga mas barato el resto nos da igual". Un saludo
Una Donostiarra 😉
Yo no suelo tirarlos, es más los guardo como colección, todavía tengo un Nokia, de auténtica reliquia que funciona a la perfección y me despierta cada mañana, los demás se los entrego a las operadoras.
Hola Angel
Y ¿Por qué no haces colección? Yo lo he pensado así el día de mañana dirán. ¿Y utilizabais estos aparatos?.
Ya verás en pocos años oiremos comentarios de este tipo
Un saludo
Una Donostiarra 😉
Que calidad de publicación. Llega y cala en la conciencia (@l menos a mi si).
Muchas gracias. Eso intento con este tipo de artículos y me alegra mucho saber que no pasan desapercibidos.
Hola Vic
Ojalá se contagien de tu conciencia. Aunque sea tus amigos, así seremos unos cuantos más y empecemos a pensar en algo positivo. Un saludo
Una Donostiarra 😉
Extraordinario artículo. No digo nada más. Un saludo.
En mi país las operadoras recolectan todo lo que tenga que ver con los móviles pero no tenía IDEA adonde iba a parar.
Pobre gente, pobre medio ambiente y pobre planeta
Excelente artículo.
que hacemos con los smartphones con batería no extraíble a la hora de tirarlo?
las empresas homoolgadas de reciclaje se encarhan de separar las baterías del resto del cuerpo del smartphone.
Muy buen artículo !
Vaya.....mis antiguos Blackberry 8520 y 9360 ( 2010/2012) se los obsequie a unos chicos que necesitaban un móvil para trabajar en aquel momento, los susitui por un huawei P6S, Lenovo K910 y un Zopo Zp998, antes de tener los G2, G3 ,G4.y Honor 6...,
Hace unos meses me comunicaron que debido a la obsolescencia de los terminales (que ya era obvio) los llevaron aún en funcionamiento a un centro de recogida de móviles que se los obsequiaban a los países de tercer mundo, joder...con lo lento, desesperantes y obsoletos BB aún funcionaban...,ahora el próximo móvil que jubile no se cual sera su destino después de leer esto, saludos
Un artículo de buena calidad. Así sí.
Buen documental Rosa