Hazte un favor: no compres un palo selfie

1. En los ochenta alguien ya inventó el palo selfie, y causó la misma vergüenza ajena que hoy

Esta es la triste historia de Hiroshi Ueda: en 1983 un turista japonés al que le entraban temblores cada vez que un extraño tocaba su cámara para hacerle una foto a él y a su esposa tuvo una idea. Para tener el mínimo nivel de contacto humano posible decidió pegar un palo a su cámara de fotos con un espejo para que quien la usase pudiera ver lo que fotografiaba. Ueda terminó patentando este artilugio que pasó sin pena ni gloria y en 2003 perdió la patente de su "palo extensible". De no haberlo hecho y haber predicho la fiebre de los selfies una década más tarde, hoy sería millonario.

La razón por la que nadie terminó utilizando este aparto es porque a la gente le daba vergüenza que la vieran utilizar un palo pegado a la cámara en público. Parece que la gente en el siglo XX era más razonable que ahora. Independientemente, su inventor asegura que su palo extensible "llegó demasiado pronto". Otros argumentarán que nunca debería haber llegado. Nunca.

2. En los sitios divertidos el palo selfie está prohibido

Lollapalooza, Coachella, Disney World... los sitios a los que la gente va a pasarlo bien no quieren tener a turistas estorbando con palos metálicos en medio de la gente. Y no es de extrañar. Si las zonas turísticas ya eran de por sí una pesadilla, los palos selfie no han hecho más que empeorarlas todavía más.

3. ... y no es para menos. Hay quien enseña a utilizarlo como arma

Un centro de artes marciales de Moscú ha decidido ofrecer un curso de autodefensa a los propietarios de palos selfies para convertirlos en un arma. Una idea estupenda. Quiero decir, los palos selfie ya eran un arma contra el buen gusto, y probablemente más de uno habrá perdido el ojo accidentalmente al cruzarse con un turista utilizando uno de estos palos, pero convertirlo en un arma de manera consciente es una idea aterradora.

4. Se nos está yendo de las manos

Durante la maratón de Nueva York, la marca deportiva Asics fabricó el palo selfie más largo del mundo, con casi treinta metros de altura. Su propósito era extenderse mientras se graba un vídeo con el eslogan de la empresa. Una idea horrorosa que podría dar lugar a todo un universo de nuevos conceptos de palos selfie.

5. ¿Quién necesita un palo selfie cuando existe el brazo selfie?

Si vas a hacerlo al menos hazlo bien. No compres un palo selfie, compra un brazo selfie. Un genio del siglo XXI pensó que todo el mundo se burla de la gente que utiliza palos selfie por su aspecto absurdo. ¿Cómo solucionarlo? Fingiendo que tienes unos brazos muy, muy largos. Porque eso a nadie le parecería raro.

En resumen, el mundo es un lugar más agonizante gracias a los palos selfie. Así que no contribuyas a esta pesadilla. No compres un palo selfie estas navidades.