¿Habrá smartphones en el futuro?

Once años del primer iPhone, es hora de mirar atrás. Las pantallas táctiles han conquistado nuestra realidad y los smartphones son el centro de nuestras vidas, con lo que hablamos, recordamos y compramos. Pero, ¿qué pasará en el futuro? ¿A dónde va el smartphone? ¿Desaparecerán para dar paso a otros dispositivos?

El hardaware del smartphone está "obsoleto"

Está muy claro que los smartphones tienen deficiencias como la autonomía, lentitud de las actualizaciones, corto periodo de vida, etc. Problemas que los usuarios hace tiempo que esperamos que la industria resuelva y de las que conocemos algunas iniciativas, que a veces parecen algo tímidas. 

Project Treble es la esperanza para Android, al menos en el campo de las actualizaciones. Los fabricantes ya no tendrán que adaptar ellos mismos el código de los parches ya que llegarán por arte de magia desde Google a todos los dispositivos con esta nueva función.

Las baterías si que son la verdadera asignatura pendiente. Se están desarrollando nuevas tecnologías pero todavía tendremos que esperar un tiempo hasta que tenga una verdadera aplicación a la electrónica de consumo. Las cámaras puede que sea lo que más ha evolucionado en los últimos tiempos, sobre todo gracias a las mejoras en procesamiento con chips más potentes.

Machine Learning podría ser la nueva revolución

Machine Learning o aprendizaje automático es un término complejo con una sencilla explicación. Es realidad este concepto significa que el software puede reconocer patrones en grandes cantidades de datos, cuantos más patrones mejor se reconocerán. 

La cámara del Pixel 2 XL, por ejemplo, con su función RAISR, usa machine learning para reconstruir detalles de las imágenes. O Google Clips la cámara que dispara la foto cuando sonríes sin tener que pulsar el obturador. No es nada descabellado pensar que en la tecnología del futuro nuestros sentimientos serán reconocidos por la máquinas con solo vernos la cara, al igual que hacemos los humanos.

De momento el aprendizaje automático en una gran inversión, solo las empresas más grandes se atreven con esta tecnología, pero pronto puede cambiar eso. Pronto veremos smartphones de gama media capaces de aprender y será en este momento cuando las máquinas aprendan de verdad cuando puedan llegar a cuantos más usuarios mejor.

¿Hay vida después del smartphone?

La llegada del Machine Learning a los smartphones hemos visto que es inevitable en los próximos años. Pero, ¿qué viene después? Algunos visionarios ya trabajan hoy en ideas de cómo debería ser la tecnología del futuro. Y aquí es donde la realidad aumentada y el control de voz entran en juego, y casi vienen de la mano. Dos conceptos unidos que suenan a un posible reemplazo de los smartphones.

Las gafas Vaunt de Intel se presentan como una posible alternativa. De apariencia normal, como las que usamos a diario, estas gafas inteligentes hacen las veces de tu smartphone pero sin que tengas que tener las manos ocupadas ni distraer tu atención llamativamente en medio de una conversación, por ejemplo. En el vídeo de The Verge podemos ver que, por medio de un láser, las imágenes se proyectan en la lente de la gafa y luego directamente en tu ojo.

Los smartwatches parecen que se han rendido, pero las pulseras cuantificadoras son los wereables del momento pero todo apunta a que tienen los días contados. Recibir las notificaciones en la muñeca no parece lo más cómodo y hacer llamadas telefónicas a través del reloj presenta muchos inconvenientes. Así que parece que por ahí no van los tiros...

Los días del smartphone se acaban... ¿o no?

A pesar de todos los avances técnicos, de los nuevos dispositivos, de las innovaciones que no paran de llegar y de todas las propuestas,  desde aquí creemos que el smartphone todavía tiene mucha guerra que dar. Son fáciles de llevar, se pueden usar en cualquier parte y, de momento, reúnen en un mismo aparato casi todo lo que necesitamos. ¿Podrían realmente unas gafas de realidad aumentada unificar todas las funciones de un smartphone? ¿Todas? Y si es así, ¿cuánta gente se atrevería a comprarlas? y, sobre todo, ¿cuántos querrían llevarlas?

Mientras tanto, el mundo smartphone sigue avanzando a ritmo frenético y queda mucho por llegar. Las pantallas plegables, por ejemplo, están a la vuelta de la esquina. Y de aquí a un teléfono que podamos llevar como un reloj de pulsera hay un paso. El que parece más complicado y lejano es el salto a los chip implantados dentro de nuestro propio cuerpo. Y no porque no se conozca la tecnología necesaria para llevarlo a cabo, sino por la posible reticencia de los usuarios a llevar componentes electrónicos bajo la piel.

¿Te quedas con el smartphone entonces? Probablemente en nuestra vida privada seamos algo más escépticos a la innovación pero imagina cómo sería poder usar las gafas AR para trabajar, por ejemplo. Quizá, y como muchas veces sucede, sea nuestra faceta profesional donde se impongan y, al igual que ya sucediera con los primeros teléfonos móviles (antes de la llegada del smartphone) el uso comience en el trabajo.

¿Qué esperas del smartphone del futuro? ¡Vamos a intercambiar ideas!