Google Glass - ¡Mi experiencia con las gafas de Google en vídeo!

La sensación

Google Glass es uno de los proyectos más futuristas del momento. Despierta tanto curiosidad como miedo. De hecho, existen varios movimientos en contra de su uso como, por ejemplo, Stop the Cyborgs. Me gustaría utilizar la explicación que nos ofreció Stephan Keuchel sobre las reacciones que provocan las gafas.

Él es uno de los pocos que tienen unas gafas para su uso personal, aunque todavía no se pueden hacer muchas cosas con ellas, pero de eso hablaremos más adelante. Según él, cuando las lleva puestas la gente reacciona de tres formas diferentes: existe un grupo de gente que ni siquiera se percata de lo extraño de las gafas; otro grupo de personas conocen el proyecto y se lanzan a Stephan para pedirle hacerse una fotografía con él e, incluso, probarlas; el último grupo es el que reacciona con escepticismo, rechazo y desconfianza. El principal motivo es que creen que las gafas les están observando, grabando o, en el caso extremo, absorbiendo información o reconociendo caras.

Tras la prueba realizada con ellas y haber podido ver de cerca su funcionamiento, he de decir que se nota perfectamente cuando la persona en cuestión está utilizando las gafas por dos cosas: en el prisma se ve una pequeña pantalla encendida. De esta forma, si estuviera grabando se notaría. También porque la persona que las está utilizando mira hacia arriba (ya lo podréis apreciar mejor en el vídeo). 

Una de las cosas más polémicas de Google Glass es el asunto del reconocimiento de caras. Puesto que teníamos la oportunidad, se lo preguntamos directamente al señor Keuchel. Nos dijo de forma rotunda que esa función no iba a ser implantada en las gafas. De paso, también le preguntamos sobre otra supuesta función rumoreada hace unos cuatro meses, que consiste en poder hacer fotografías guiñando el ojo. Por desgracia, no obtuvimos nada en claro. 

La teoría

Las gafas que existen en la actualidad se corresponden con la edición Explorer, esto es, diseñadas principalmente para desarrolladores con el fin de que puedan crear aplicaciones para Google Glass. En un principio las gafas no podían abrir ninguna aplicación. Ahora, como nos confirmó Stephan, ya se ha conseguido el soporte para leer noticias de The New York Times, ver vídeo  en Youtube, así como para compartir contenido a través de redes sociales como Twitter, Facebook y, por supuesto, Google+. 

Las gafas se conectarán vía Bluetooth o WiFi con un aplicación llamada My Glass que se encontrará instalada en nuestro smartphone. Ahora mismo en las gafas disponibles y, por tanto, en las que tuve el placer de probar, solo se pueden hacer 7 cosas. Lo primero es activar las gafas. Esto se hace inclinando la cabeza hacia arriba ligeramente o dando un pequeño clic en el TouchPad, éste también nos sirve para navegar entre funciones. Por supuesto, se puede controlar el dispositivo a través de comandos de voz.

Las funciones son:

• Hacer llamadas.
• Usar Google Maps y la navegación a sitios. 
• Enviar mensajes.
• Buscar en Google.
• Hangouts.
• Hacer fotos.
• Hacer vídeos.

La experiencia

Bueno, ya es hora de que os muestre el vídeo. He de decir que al tratarse de las gafas personales de Stephan Keuchel, y debido también a su apretada agenda, el tiempo que tuvimos para grabar el vídeo fue una hora. De la cual yo solo tuve unos 4 minutos para poder probar las gafas. Es una lástima, lo sé.

Mi idea era mostrar a la perfección la primera sensación que se tiene al probar las gafas. Al ser la primera vez, al tratarse de las gafas personales de alguien que además son un objeto delicado, y puesto que esta persona no paraba de observarme, el resultado no fue como pretendía. De todas formas, creo que el merece mucho la pena escuchar cómo Stephan habla del proyecto. 

Espero que os guste:

Link a vídeo

Conclusión

Siempre he creído que las gafas no van a llegar a estandarizarse, pero una vez que las he probado puede que me equivocase. Sigo pensando que necesitarán bastante tiempo para que realmente la sociedad llegue a asimilarlas y se conviertan en un dispositivo universal. He de admitir que la idea del precio, además, me hacía estar convencida de que se trataba de un producto de lujo. Ahora sé que los 1.500 $ solo hacen referencia al precio de la versión Explorer y que las gafas que lleguen finalmente al mercado tendrán un precio menor. ¿Cuánto? Pues no lo sabemos con exactitud. Podría rondar los 500 € o, incluso, 300 €, como se llegó a rumorear. Teniendo en cuenta que Google comienza a caracterizarse por ser capaz de sacar buena tecnología a buen precio, no suena descabellado. 

Resumiendo, Google Glass son cómodas de utilizar y no pesan. El lado negativo lo encuentro más en la pantalla. De entrada, lo que vemos no es una proyección de una pantalla de 25 pulgadas. Es más pequeña y se tarda unos segundo en acostumbrarse. Me pareció incómoda para leer, siendo imposible leer lo que aparecía en el lateral derecho. Por supuesto, la batería también es un incoveniente. 

El lado positivo lo encuentro en las fotografías y vídeos, es decir, en la posibilidad que ofrece de hacerlos. Google Glass es capaz de acercarse a lo que sería poder ofrecer una perspectiva real de la primera persona. Además, se pueden capturar imágenes y tener las manos totalmente libres para hacer cualquier otra cosa. Otro aspecto que me ha llamado la atención es la forma con la que se emite el sonido. Lo hace a través de ondas de sonido que se transmiten a nuestro cerebro gracias al aparato que está situado detrás de la oreja. 

Espero haber sido capaz de explicar un poco el funcionamiento y la sensación que provocan Google Glass. Como siempre, cualquier duda, pregunta o aportación son bienvenidas en los comentarios de abajo.