Tres meses con el Honor 7

El unibody ha de protegerse con una funda

Nunca he sido fan de las fundas. Mi Samsung Galaxy S4 Active ha tenido en varias ocasiones encontronazos con aceras, tierra, arena o baldosas y sin embargo nunca me puse a buscar protección de ningún tipo para él, un poco para mantener su delgadez y un poco para mostrar su diseño (sí, hace tres años era un diseño popular). Como puedes imaginarte, en el Honor 7 la cosa funcionan de forma algo diferente. Pero es que no quería esconder su diseño con una fea funda de silicona.

Lástima que sigo siendo algo torpe y que el perfil delgado y suave del smartphone no facilita el agarre. El hecho es que en tres meses, el Honor 7 ya ha tenido tres golpes, no muchos pero los suficientes para que ya tenga unas pequeñas muescas en los marcos , aunque debo reconocer que su cuerpo es muy resistente y aún no tiene ningún rasguño. El Honor 7 baila alegremente entre todos los días entre llaves, monedas, bolígrafos, pendientes y demás objetos no identificados de mi bolso.

Tras unas semanas de uso, he notado que los bordes blancos de alrededor de la pantalla que se unen a la estructura de metal comenzaban a ennegrecer, tal vez mimetizándose con los colores del fondo de mi bolso. ¿Moraleja? He encargado una funda en Amazon porque quiero que me dure.

El tic del lector de huellas

Por fin puede desbloquear el smartphone colocando el dedo en lector de huellas. He de admitir que me dejé llevar y este fue uno de los factores que más han influido en mi elección y no me arrepiento.

Para desbloquear el teléfono hay que dar dos toques al lector de huellas y he de decir que al principio me resultaba un poco frustrante tener que levantar el teléfono de la mesa cada vez que lo quería desbloquear porque solo se puede activar la pantalla desde el sensor o desde el botón de encendido, pero tras unas semanas me he acostumbrado y mi experiencia de usuario ha mejorado bastante.

Bien está lo que bien acaba, lo único que pasa es que ahora tengo una especie de reflejo condiconado o tic nervioso y cada vez que cojo en mis manos un smartphone, busco desesperadamente el sensor biométrico. Ahora entiendo cómo se debe sentir los usuarios del LG G2/3/4 al cambiar de dispositivo y no encontrar la preciosa botonera.

El botón fantasma

Honor ha colocado un botón físico al lado izquierdo que responde a las aplicaciones y acciones más utilizadas y puedes ajustar tú mismo. Aunque no estés de acuerdo, a mí me parece algo innecesario.

Hay que acostumbrarse a ella, pero una vez configurado tengo con dos clics la linterna y con un clic WhatsApp, pero en tres meses he usado esta función unas dos o tres veces. Además si usas el lector de huellas como yo, hasta que no desbloqueas la pantalla por mucho que aprietes el botón la aplicación no se muestra hasta que brille la pantalla.

La cámara que pone de los nervios

Pasamos al software, concretamente a la aplicación de la cámara. La interfaz es intuitiva se puede pasar de un modo de disparo a otro simplemente deslizando el dedo a un lado, se puede ajustar el brillo  deslizando el dedo de arriba a abajo y los ajustes y los filtros están disponibles simplemente con un tap. Las fotos no son como las del S7 pero sus 20 megapíxeles no defraudan.

¿Dónde está el problema entonces? Que una vez seleccionado un modo de disparo, se queda fijo para siempre. Pongo un ejemplo. La primera vez que me hice un selfi, probé el modo belleza (que me dio un aspecto de muñeca de porcelana que asustaba un poco), pues bien, me olvidé de la cámara por un día o dos y cuando fui a hacerme un selfi de nuevo, seguía el efecto belleza porcelanoso.

El cajón de aplicaciones Olvídado

Hola, me llamo Daria y llevo 90 días sin cajón de aplicaciones. La transición de TouchWiz a EMIU ha sido interesante, de repente me enfrentaba a un software nuevo, en las antípodas del Android puro, que incorpora características originales y muestra todas la aplicaciones instaladas en la pantalla de inicio. Todo está a la vista y si quiero un poco de orden puedo crear subcarpetas, No me arrepiento de nada y no hecho de menos el cajón de aplicaciones.

Ajustes rápidos ocultos

Dos semanas, o sea 14 días de agonía para descubrir que el menú de configuración rápida me permitía desplazarme por las opciones y activar el modo avión (a veces no pienso con claridad).

Cada noche, durante dos semanas tenía que ir al menú de configuración para activar el modo avión. En la mañana del día 15, casualmente deslizé mi dedo por la pantalla y vi, por casualidad, el menú con accesos directos a modo avión, volumen y la linterna...

La batería siempre cargada

Mi viejo Samsung Galaxy S4 Active me tenía mal habituada y el Honor 7 me sorprende cada día, llegando al final del día hasta con un 60% de la carga. Salgo de casa a las 8 de la mañana con el 100% de la carga, paso cerca de dos horas con Facebook y vídeos de Youtube, recibo continuos mensajes de WhatsApp, navego por internet y hago algunas fotos, No abuso de su uso pero llegar al 60% de la batería al final del día es una auténtica maravilla. ¿Llegaré a los dos días de autonmía con Doze de Marshmallow?

En resumen, quitando mi torpeza y alguna otra función que podría ser más intuitiva, el Honor 7 es un smartphone prácticamente redondo en su segmento y todavía no me he arrepentido de su compra.

Dentro de un cuerpo delgado y elegante este smartphone incluye especificaciones en sintonía con los tiempos, un pantalla nítida, una interfaz original (muy diferente de Android puro) y la promesa de recibir actualización a Android 6.0 (crucemos los dedos para que sea pronto). ¿Precio? ¡Apto para todo el mundo!

¿Te lo estás pensado? Yo te lo recomiendo y ¡que conste que Honor no me ha pagado para escribir este artículo!